La conspiración del Banco Central de Venezuela (4ª parte)

DOCUMENTO QUE PRESENTAREMOS EN 7 FRAGMENTOS PARA QUE USTEDES CONOZCAN A UNA DE LAS INSTITUCIONES MÁS DESCOMPUESTAS DEL ESTADO.

• ANTECEDENTES NEFASTOS
• LA CAUSA VERDADERA DE LA CRISIS FINANCIERA
• LOS AUXILIOS FINANCIEROS ILEGALES
• LA JUSTIFICACION DE LOS T.E.M.
• EL OCULTAMIENTO DE LA UTILIDAD CAMBIARIA
• LA RAZON DE LAS FALSAS PERDIDAS DEL B.C.V.
• IMPROCEDENCIA DE TRASPASAR AL FISCO LAPOLITICA MONETARIA
• CONCLUSION

DOCUMENTO 4:
En primer lugar, hay que aclarar que al decir Banco Central de Venezuela, no se quiere inculpar a la Institución como tal ni a la generalidad de sus empleados, sino a su Directiva, Vicepresidentes y Asesores de alto nivel, quienes fueron y son los que tomaron y toman las decisiones.


LA JUSTIFICACION DE LOS T.E.M.

Ahora bien, ¿Por qué tras la Crisis Financiera, el B.C.V. continúa con su política de emisión de títulos, aunque con otro nombre (Títulos de Estabilización Monetaria, T.E.M.)?. Apartando cualquier otra razón concomitante de menor peso, la razón fundamental y última de seguir manteniendo los ahora llamados T.E.M.; es que sus antecesores, los B.C.C., mantenidos por razones espurias y en contra de su supuesto objetivo, por un lapso tan prolongado sí llegaron a generar una liquidez adicional excedentaria que no se hubiese generado de no existir los B.C.C., liquidez creada por todas las razones ya explicadas: la tasa artificialmente elevada de los B.C.C.; su empleo aunque no existieran verdaderos excedentes de liquidez; el monto en sí mismo de los intereses que generaban; la creación adicional de dinero por la expansión secundaria, a través de créditos dolosos, financiados por los B.C.C. e imposibles sin éstos; la sobreliquidación de bienes reales, el alza de intereses que causaron y la consiguiente disminución de la actividad productiva.

Aquí se hace obligatorio aclarar que si bien en términos nominales la liquidez monetaria aumentó en cinco veces (500%) desde Diciembre de 1990 hasta finales de 1995, cuando se le lleva a términos reales (deflactar) los bolívares de esa época, comprobamos que la liquidez monetaria disminuyó hasta apenas un 67% de la liquidez de fines de 1990. Sin embargo, el aparente crecimiento (sólo nominal) hubiera sido menor sin el Cero-Cupón y sus secuelas. Peor aún; como ya explicamos, toda esa masa monetaria fue creada y era sostenida por los B.C.C., por intermedio de los Bancos ladrones. Los Bancos desaparecen o sus directivos cambian; pero los depósitos adicionales que se crearon por el tinglado descrito permanecieron en el sistema financiero. Como ya explicamos, en un sistema sano con operaciones lícitas, los depósitos crecen, en términos reales, mayormente por los créditos (expansión secundaria) y en general por el financiamiento a la actividad productiva, pero esa misma actividad productiva es la que genera la remuneración de los depósitos; por lo tanto, a menor actividad productiva y menor actividad crediticia crecen menos los depósitos (liquidez), tanto porque hay menor expansión secundaria, como porque bajan las tasas pasivas y hay menor propensión a mantener depósitos bancarios. Como vimos, el B.C.C. se constituyó en un mecanismo distorsionador de tal esquema (simplificado para efectos expositivos) propiciando un crecimiento exagerado y unidimensional en la liquidez y disminuyendo su contrapartida, la demanda crediticia; demanda que continua deprimida aún por los demás componentes de la actual coyuntura, motivada en buena medida por la propia Crisis Financiera, motivada, a su vez, por el mecanismo B.C.C.

En tales circunstancias, en la actualidad el 30% de todas las captaciones del sistema Financiero están colocadas en títulos del B.C.V., pero fuertemente concentradas en los Bancos hacia donde migraron los depósitos durante la Crisis de 1994. Tal situación se explica por la ausencia de demanda de créditos para la mitad de la liquidez hoy existente, lo que es indicio del monto de liquidez que los B.C.C. y sus consecuencias generaron en la economía. Los bonos Cero-Cupón encarecieron el crédito hasta términos prohibitivos y esta situación se ha mantenido con los T.E.M., lo cual desestimula la solicitud de crédito y la actividad productiva, lo que a su vez estimula la demanda por los T.E.M. y se cierra el pernicioso círculo. El problema principal no son los bolívares a ser colocados, sino los depósitos bancarios que necesitan ser remunerados de alguna manera, depósitos que en buena media hoy no existirían si el B.C.C. y sus operaciones derivadas, a las cuales sostenía, no los hubiesen generado.

El arduo problema del actual directorio del B.C.V., es, pues, que no puede "Descontinuar" la emisión de los T.E.M., pero tampoco puede dar a conocer la razón y origen espúrio de los depósitos, cuya masa es sostenida por los intereses de los títulos emitidos por el B.C.V.. El punto de fondo a tener en cuenta es que el crecimiento en la suma colocada por el B.C.V. en títulos de crédito durante el año 1994 no está sustentado en los auxilios financieros, salvo la porción de los mismos concedida en exceso por negligencia en la comprobación de si correspondían a depósitos legítimos y preexistentes al momento de comenzar a conceder dichos auxilios. Apartando dicha suma, el monto de los auxilios financieros no aumentó la liquidez en sí misma, ya que el monto total de depósitos no aumentó, más bien disminuyó por congelamiento o desaparición de depósitos por consolidación de los mismos contra créditos otorgados por los Bancos intervenidos. En resumen, los auxilios financieros correspondieron a una liquidez preexistente, liquidez representada en los depósitos en los Bancos ladrones, y ya hemos examinado como la cuantía de dichos depósitos es consecuencia de la complicidad del B.C.V., sin cuyo concurso no hubieran existido. En otras palabras, la necesidad de conceder auxilios financieros y la magnitud de los mismos está en directa proporción de los manejos previos de Tinoco sustentados en el Bono Cero-Cupón.

Si el monto de los Bonos Cero-Cupón no era antes tan elevado, era porque los mismos Bancos ladrones también distraían fondos hacia colocaciones en sus cuentas o especulaban en la compra-venta de dólares con el dinero de los depositantes o con los intereses de los Bonos Cero-Cupón; además de los ingresos fraudulentos provenientes del reconocimiento por parte del B.C.V. dirigido por Tinoco, de importaciones y deuda privada externa ya canceladas y que, tras la eliminación del régimen de cambios diferenciales (RECADI), Tinoco logró que el instituto emisor las reconociera al antiguo tipo de cambio controlado (7,50 ó 14,50), cuando ya el tipo de cambio libre sobrepasaba los Bs. 40,00.

El negocio con los dólares en la época de Tinoco se realizaba en buena medida a través de la Vicepresidenta de Operaciones Internacionales del B.C.V. de esa época, empleada luego en el Banco Latino (qué casualidad); en combinación con su hermana, quien trabajó en el B.C.V. y se fue a Incambios, y de su subalterno en el B.C.V. quien se fue a trabajar en el Banco Provincial y en la actualidad regresó al B.C.V. como Vicepresidente de Operaciones Internacionales (de nuevo, qué casualidad). Así, no sólo se compraban y vendían dólares en operaciones trianguladas, actuando sin riesgo sobre la base del manejo de información privilegiada; sino que se obtuvieron buenas comisiones en operaciones de "ingeniería financiera" como la famosa e ilegal renegociación de deuda externa por el Banco de Comercio, operación tramitada por el B.C.V., a través, precisamente, de Incambios y Banco Provincial, y donde el Estado perdió más de Cien Millones de Bolívares, como demostró la Contraloría General de la República al dictar la responsabilidad administrativa de los funcionarios del B.C.V., responsables de dicha estafa.

Detenidas las operaciones fraudulentas, robados en gran proporción los activos de los Banco por obra de sus propios dueños, los depósitos persisten; es decir, la liquidez de los cuentahabientes (preexistente) no desaparece sólo migra, auxilios financieros mediante, hacia otros Bancos sólidos. Hay en el proceso un aparente aumento de los depósitos que no es tal, sino sólo el registro de depósitos extra-balance que ya existían pero no estaban debidamente presentados en los Estados Financieros, y por lo tanto, eran liquidez monetaria que no era registrada como tal por el B.C.V., aunque este Organismo disponía de suficiente información para inferir el subregistro de la liquidez existente. El hecho, es que, presente la necesidad de mantener los títulos del B.C.V., por la propia culpa del Instituto emisor, éste requiere esgrimir una razón distinta de la razón determinante ya citada, y, apela al argumento de que es el déficit público la razón de fondo que fuerza el "exceso de liquidez"; aunque en términos reales la liquidez monetaria (M2) ha disminuido casi a la mitad de la existente en 1995. Aún considerando aumento de la liquidez monetaria el incremento de títulos emitidos por el B.C.V. ocurrido durante 1994 y primer semestre del año 1995, y que correspondió a la restitución del monto activo correlato de la liquidez ya creada a la fecha, la liquidez monetaria a fines de 1995 se había reducido, en términos reales, en 33% (una tercera parte), con respecto al final de 1990. En el mismo orden de ideas, el B.C.V. alega una asociación entre el déficit del Gobierno Central y el exceso del gasto público a pesar de que el gasto público en términos reales disminuyó igualmente en 30% durante el lapso 1990-1995.

Finalmente, se aduce el supuesto aumento del gasto del Gobierno Central como la causal para mantener los títulos del B.C.V.. Sin entrar en consideraciones sobre la magnitud, justificación idoneidad y calidad del gasto público, ya vimos que el mismo no es la razón de fondo para mantener la emisión de los títulos del B.C.V.. Sin embargo, como dicho Instituto ha hecho de ello una Bandera política, ha de sostenerlo y, peor aún, según su óptica, obrar para que se mantenga y profundice el Déficit Gubernamental ya que no puede correr el riesgo cierto de que desaparezca el déficit del Gobierno y se evidencia que aún así tenga que mantener su emisión de títulos para sostener a los Bancos. Es aquí donde entra en escena un capítulo inédito (para el público en general) de esta cadena, el cual añade visos conspirativos a la actuación del órgano emisor en su "enfrentamiento" con el Gobierno: El ocultamiento y retención de las utilidades cambiarias generadas por la revaluación de los activos en moneda extranjera (reservas internacionales del País).

Mañana sigue……………. Información para discutir, pasarla y actuar.

E-mail intocables_5 @ hot mail.com


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