Israel el hijo de EEUU


Ya es familiar escuchar o leer noticias sobre el conflicto entre
Palestina e Israel. A fuerza de noticias sobre atentados palestinos y
bombardeos y ametrallamientos indiscriminados de Israel, el ciudadano
común se queda con estos acontecimientos y tienden a llegar a
conclusiones de acuerdo a las circunstancias. Esta tendencia es
reforzada por los manejadores de la información (cadena de TV grandes
agencias noticiosas) que por responder a los intereses de la gran
potencia y sus aliados, apenas expresan el verdadero drama que significa
para los palestinos un conflicto decretado hace 50 años. Desde la puesta
en marcha de la Doctrina
Bush se
pretende crear una matriz de opinión que presenta al mundo árabe,
particularmente al palestino, como la cuna del terrorismo internacional.

En realidad, ese el centro de un conflicto bélico regional cuyas
dimensiones podrían desencadenar una guerra de proporciones
inimaginables por los elementos políticos, energéticos, religiosos y
culturales presentes.

Sobre el asunto, la noticia del momento es la decisión unilateral del
gobierno de Israel de expulsar a Yaser Arafat, Presidente de Palestina
de su propia Nación. Sencillamente esta es una bofetada al derecho
internacional y a sus instituciones. Incluso se pasean por la
posibilidad de asesinar al Presidente Palestino.

El conflicto Palestino es originado por la decisión de la ONU y de
Estados Unidos de crear un Estado para los judíos en tierras árabes,
dejando sin territorio al pueblo palestino y negándole su derecho a ser
un Estado independiente. Israel ha recibido el apoyo incondicional y en
millones de dólares de Estados Unidos. Israel es la extensión política y
militar de los intereses estadounidenses en Medio Oriente, su balanza de
pagos se sustenta principalmente en la asistencia yanqui. Los
palestinos, sin mayores recursos ni ayuda material internacional luchan
por ser un país integro con territorio e historia. No niegan el derecho
del pueblo judío, de hecho en 1987 lo reconocieron como Estado, pero
exigen ser aceptados y respetado como Estado-Nación-Territorio.
De manera timorata, la ONU, en Asamblea de 1974 reconoció a la causa
palestina, sus derechos a la autodeterminación, a la independencia y la
soberanía nacionales pero deja en el limbo la cuestión territorial
temerosa del veto de EEUU. Es como si usted, le dicen que tiene derecho
a vivir en su casa pero lo dejan durmiendo en el patio junto a un par de
perros bravos. Usted tiene que dormir, además de con un ojo abierto, con
un palo en la mano.

El desplazamiento territorial ha traído diversas formas de lucha por
parte de los palestinos contra el poderoso estado israelí. Tanto las
diplomáticas como la armada y la defensa. Más allá de las
consideraciones subjetivas, no deja de sorprender la resistencia década
tras década de una nación sin fuerzas armadas contra un Israel con un
ejército entrenado y con una batería militar altamente tecnificada.
Diplomáticamente es constante la búsqueda de soluciones por parte de la
comunidad internacional. Sin embargo, todas las iniciativas se han
frustrado. La línea dura del nuevo estado de Israel no respeta los
derechos milenarios de los palestinos. Los radicales de Palestina no se
conforman con migajas.

Esa tendencia radical de Israel, encabezada en la actualidad por su
primer ministro Sharon, un hombre acusado internacionalmente de crímenes
de lesa humanidad, es la que ha cañoneado continuamente la residencia de
gobierno palestino con la intención de matar a Yaser Arafat y es la que
como solución propone la expulsión o muerte del histórico líder. Esta
torpeza política ha fortalecido la lucha palestina y ha despertado de
nuevo las simpatías hacia la oprimida nación sin territorio.

La moribunda ONU ha intentado condenar esta conducta contra la dignidad
de los pueblos, pero el gobierno de Estados Unidos, utilizando su
derecho a veto lo ha impedido. Se quitaron la careta y el discurso de la
paz.

Este veto no sorprende, no olvidemos que la practica de derrocar
gobernantes y de ser necesario perseguirlo y asesinarlos ya es común en
los gobiernos de ese país. Allí están los casos de Afganistán y hoy de
Irak. Y jamás olvidaremos la sangre derramada de Salvador Allende por
encargo de Nixon y de la CIA.

18 de septiembre de 2003
Nota: Escuche los jueves, por RNV 630 AM, EL MUNDO EN MUNDO EN
VENEZUELA, un programa para analizar al mundo desde nuestro país.


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Reinaldo Bolívar

Investigador, fundador del Centro de Saberes Africanos, vicecanciller para África

 reibol@gmail.com      @BolivarReinaldo

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