Rechazo a las incontinencias verbales

No he querido utilizar como título el vocablo “Reflexión” como en los anteriores artículos: “Reflexión después de una noche insomne” y “Nuevas reflexiones y un alerta a las incontinencias verbales”, pues ya esa palabra ha hecho furor en Aporrea y ahora sólo deseo resaltar en éste un repudio a las opiniones, que en vez de colaborar de manera crítica y constructiva a la reconducción positiva del proceso, se vuelcan en una crítica negativa y por ende, destructiva.

En mi artículo anterior alertaba sobre las incontinencias verbales, es decir, a la descontrolada verbosidad de algunos compatriotas que, con sus opiniones y ante los resultados del referendo, reparten, aunque a Eleazar Díaz Rangel no le agrade el vocablo, “mierda” a diestro y siniestro. La oposición también la ha usado para llenar de excrementos la política venezolana.

Algunas de estas opiniones, aunque vengan de personas con connotaciones intelectuales, presentadores de televisión, periodistas, analistas políticos (¿?), etc., no están exentas de críticas, y aunque ellos se crean que están por encima del resto de los mortales, se equivocan de todas todas.

Sus opiniones son causa de decepción, pues desde su percepción, la de ellos, alejadas de la realidad del pueblo de a pié, se apoyan sobre la prepotencia de su supuesta intelectualidad y adoptan una posición neutral, como para no contaminarse, y extremando la pulcritud de sus opiniones las adornan de un carácter de imparcialidad que, a mi modo de ver, las hace aparecer contradictorias, poniendo en entredicho el proceso mismo, sobretodo cuando tratan de matizar las opiniones, que con autoridad histórica, pronuncia el presidente Chávez.

He leído también pronunciamientos que, más que opiniones, son posicionamientos políticos oportunistas y contraproducentes. No nos podemos dar el lujo, y menos en estos momentos álgidos del proceso revolucionario, coincidir con el enemigo. Ya sólo esa circunstancia es suficiente para revisar nuestras opiniones. Aquellos compatriotas que se han volcado, después del referendo, (Internet está lleno de sus opiniones), sin prudencia y sin el menor atisbo autocrítico, no todos lo han hecho, entran también dentro de ese llamado de atención.

Al margen, quiero referirme a unas opiniones de José Vicente Rangel, sin lugar a dudas, uno de lo analistas políticos con más credibilidad e imparcialidad crítica que tenemos en nuestro país. A pesar que su opinión pueda estar dentro de lo politicamente correcto, no comparto aquella en la que argumenta que se abre la oportunidad de diálogo entre oposición y gobierno. ¿Qué hace pensar, después de tantas posibilidades manifiestas y rechazadas por la oposición, ésta tomará ahora el camino institucional? Creo firmemente que detrás de su llamado al diálogo se esconde, ante una negativa del gobierno, que comparto, ganar dividendos políticos para esconder su precario triunfo sacando pecho ante sus incondicionales y con el pensamiento puesto en las elecciones regionales del año que viene.

Reitero mi llamado a la sindéresis, no a la confusión dentro de la decepción y si a la crítica constructiva con mucha conciencia ideológica, que enmiende los errores y nos permita mantener, con firmeza, el rumbo firme hacia el socialismo del siglo XXI, el socialismo bolivariano, fundamentado en el árbol de las tres raíces y el pensamiento del libertador.

jfpanadero@yahoo.es


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