Al líder del proceso lo podemos culpar de alcahueta de sus falsos seguidores

Praxis y Ética (XIII)


El punto de quiebre de nuestra revolución se ubica dentro del mismo proceso y no fuera. Es necesario recordar que para las elecciones de gobernadores, nuestro líder nos pidió conquistar las gobernaciones enemigas ya que estos opositores resultaban ser una tranca al proceso y obviamente el pueblo le escuchó, a tal punto que sólo les quedaron dos. Ahora, nos preguntamos, ¿qué pasó, por qué perdimos en las mismas gobernaciones conquistadas? ¿Cómo es posible que con revolucionarios estos grandes estados rechazaran el proyecto de reforma?

Igualmente, en un programa de aló presidente un compatriota caraqueño le dijo al comandante que sus funcionarios rojos rojitos lo estaban engañando y él muy enojado le fustigó a tal punto que le mandó a concluir su intervención. Entonces, presidente ¿era o no verdad?, y sí era verdad ¿por qué no una disculpa a ese camarada que dignamente le dijo una gran verdad, a pesar que era otro contexto?

Ahora bien; a estas alturas de la revolución, ¿cómo podemos reflexionar positivamente cuando al líder del proceso lo podemos culpar de alcahueta de sus falsos seguidores, que muy pero muy lentamente han estado erosionando nuestro proceso? ¿Cómo podemos callar la rabia contenida cuando bien sabemos que los tres millones que no salieron a votar lo hicieron conscientes de una posible derrota que bien haría saltar de alegría a los fascistas opositores y con ello un falso júbilo de victoria parasitaria? Es verdad que muchos alcaldes, gobernadores, concejales, diputados y lideres del PSUV, se han convertido en comerciantes y por ende en capitalistas enemigos de esa reforma que bien ahogaría la esencia del capital para avocarnos al estado socialista propagado por el camarada presidente y nuestro proceso y que es la bandera de la revolución. ¿Cómo podemos recibir como un buen ejemplo esta derrota cuando los verdaderos culpables están acompañando al presidente y conservando sus privilegiados puestos de mando?, claro está, no son todos los que están ni son todos los que son.

No es necesario sacar cuentas y resolver a través de la ciencia los resultados del 2D. Todo cuanto a derrota se parezca, viene acompañada del descontento colectivo, esa es la verdad. El comandante presidente debe reconducir nuestra revolución tal como al principio y bajo esta madurez adquirida aplicar la lupa que siempre tenía en sus manos para auditar al mandatario regional o al funcionario público. Por ejemplo, ¿cómo es posible que el alcalde de Ciudad Bolívar esté promocionando a su esposa para tal cargo, cuando su administración ha resultado ser la más gris en toda la historia de nuestra ciudad, donde calles y avenidas se encuentran en su peor momento y el casco histórico abandonado a su merced? Otro ejemplo, es la conducción mediocre que está realizando los presidentes de las empresas básicas y en donde la mayor parte de sus nóminas están abultadas con familiares y amigos de sus ejecutivos, gerentes y presidentes. Más ejemplo, lo representa la manera como se han conducidos los mercalitos y mercales por estas zonas y en donde sus productos se comercializan mas en los grandes comercios que con la gente que los necesita. Esto, aún cuando parezca tonto, ha golpeado de manera negativa la revolución. El pueblo descontento, no atina a saber dónde carrizo están los vigilantes del proceso o los compatriotas de la contraloría social. El líder revolucionario no puede seguir por otro rumbo y dejar el proceso en otras manos, puesto que es el colectivo quien tiene a su haber vivir en un país de justicia social.

¡Patria, Socialismo o Muerte…Venceremos..!



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