En la tarde de ayer escuchaba las declaraciones del Presidente Chávez en respuesta a la gran cantidad de preguntas que le hacían los reporteros en Santiago de Chile, en lo que fue una rueda de prensa improvisada, como siempre el Presidente con su agudo sentido del humor y maravilloso don de la palabra le ofreció a cada pregunta la respuesta correspondiente, por supuesto que el tema relacionado con el impasse acaecido con el Rey Juan Carlos no podía faltar entre varias de las preguntas y es sobre ese tema que quisiera hacer algunas reflexiones, ya que nos permite de manera altamente ilustrativa explicar lo que es la dominación como forma de vida de una sociedad sobre la otra y más aún el ejercicio de la dominación Real como parte del genoma de todos aquellos seres que mediante el ejercicio del poder de manera irracional en muchos casos han logrado acumular, consolidar y hacer de la dominación su forma de vida como algo natural al ser, la destemplada reacción del Rey Juan Carlos de Borbon en la reciente finalizada Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile al mandar a callar al Presidente Chávez pone de manifiesto la molestia de quien por su embestidura Real quiere imponer sobre otro al que considera inferior su autoridad y poder, olvidando la majestad que involucra en el ámbito nacional e internacional el ser un Presidente legítimamente elegido por mayoría en un ejercicio de iguales ante la ley en una Nación libre.
La respuesta del Presidente evidencia el antagonismo histórico que existe entre dominador y dominado y que fue lo que condujo al Libertador a emprender aquella gesta gloriosa de liberación de todos nuestros países, y que hoy pareciera ser el Presidente Chávez el llamado por la historia para ésta segunda gesta libertaria.
En un artículo anterior me refería a la dominación ideológica como la forma de dominación más difícil de vencer y es que cuando la estructura de pensamiento de los hombre acepta la dominación como algo natural y necesario ésta se reproduce de manera consciente e inconsciente en todos los ámbitos de nuestra vida, es importante aquí retomar el concepto de Althuser de los aparatos ideológicos del Estado y como el caso particular de la educación formal funciona con altísima efectividad en el sujeto para el proceso de internalización de la aceptación de la dominación, en éste caso en particular siempre recuerdo el ejemplo altamente ilustrativo de ésta situación que le he escuchado en varias oportunidades al Presidente al referirse cuando él era Cadete y le rendían honores a Colón con una parada militar frente a su estatua, ese hecho evidencia la estructura de un sistema educativo diseñado para perpetuar la dominación tanto en el ejercicio del dominador como en la aceptación natural por parte del dominado, es por ello que solo seremos libres cuando nuestra estructura de pensamiento rompa con la cadenas que los aparatos ideológicos han introyectado en nosotros, es decir hay que hacer del sistema educativo formal un sistema liberador del pensamiento para así tener la Patria de hombres y mujeres libres que queremos con capacidad de analizar y de cuestionar la dominación en cualquiera de sus formas.
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