Azimut revolucionario

Venezuela quiere decir sí

Las protestas y las marchas opositoras a la reforma hay que respetarlas… Siempre y cuando se hagan con el civismo y el respeto mutuo que debe concertarse en los debates políticos… Sin embargo, vemos con preocupación como un grupo de estudiantes y de esos que llaman agitadores incitan a al anarquía callejera alejándose del verdadero debate de ideas que debe plantearse en torno a un suceso tan importante como la reforma. Y es que podríamos pensar que el objeto de salir a las calles no es el de perfeccionar la reforma o ni siquiera rechazarla con argumentos válidos sino de propiciar un clima de caos que nuevamente beneficie a esos dirigentes quemados que se aprovechan de los tumultos para asomarse en su rol de líderes de turba.

Que lamentables son los episodios de las revuelta callejeras en los que se observan cantidad de muchachos que sin un ápice de argumento central arremeten contera cuerpos de seguridad y contra los propios seguidores de la reforma en la búsqueda de una provocación que les haga lucir como víctimas. La historia se repite y para los revolucionarios no es nada nuevo el hecho que quieran desestabilizar aprovechándose del malestar de grupos específicos.

Como todo proceso electoral este no será la excepción y tendrá sus simpatizantes y sus detractores… El campo de las ideas es para debatir no para pelear. Así como la oposición guarimbera amenaza con salir a las calles, existe un sector revolucionario que se ha consolidado por tantos años. Ese sector aspira ver la profundización de un proceso que ya tiene ha empezado a dar sus frutos en el plano de lo concreto pero que además requiere una mayor intensidad de apoyo en la base legislativa. De eso se trata la reforma, de encaminar el avance revolucionario echando abajo las viejas estructuras que limitaban y llenaban de burocracia y lentitud las decisiones a favor de un colectivo.

Esta vez Venezuela dirá SI al proyecto de reforma convencida como está de la necesidad de redistribuir las riquezas, mejorar la condición de vida de los más desposeídos, de penetrar las estructuras productivas y hacerlas más participativas y de mayor rango social, de elevar el nivel educativo y sanitario de la población, de cualificar las instancia de atención popular y alinear todas los despachos en una sola visión de socialismo y democracia plena.

La población debe estar preparada para defender sus logros. La oposición parece estar convencida de que es su última oportunidad para resguardar los privilegios de un sector que históricamente ha rechazado la igualdad social y que se ha comprometido además en su discurso con un nivel individual de evolución y progreso. Ellos ahora agitarán a los confundidos y se aprovecharán de la ignorancia de quienes sin tener nada y aún siendo beneficios principales de la reforma les servirán de bulto necesario, de carne de cañón en sus aspiraciones electoreras. Macabro juego el de quienes luchan por algo inevitable y tan grotesco… Esta vez no los salvará ni un collar de ajos. Venezuela dirá SI la reforma, de eso estamos seguros y con el liderazgo indiscutible de nuestro presidente Hugo Chávez serán realidad los sueños de un Bolívar que una vez fue exiliado por su intención integradora y social, por su radicalismo a favor de lo pobres y los necesitados, por sus posiciones de vida frente a las definiciones de muerte que en muchos casos asumen quienes abrogan por unos privilegios exclusivos cuando mientras el pueblo triste muere de impotencia y de hambre… Terminó el tiempo de las excluidos y nace el país socialista que la mayoría queremos. Quien quiera oponerse hágalo de forma legítima en el planote as ideas y del debate… a eso deben remitirse los verdaderos demócratas. Necesario es vencer.

prensagobernacion@yahoo.com






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Luis Jonás Reyes Flores


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