La unidad invocada por el presidente en la constitución de una nueva estructura partidista o estructura organizativa para no darle remoquete burócrata de partido… es la fundamental tarea del proceso en este tiempo. La necesidad de unidad para consolidar victorias es precisa y ha sido, todo lo sabemos, el principal obstáculo en las demás contiendas, que aunque exitosas, fueron promotoras de parcelismo y divisionismo. Esta vez la decisión es crucial pues con ella vendrá la depuración definitiva de la estructura al servicio revolucionario y saldrán como siempre quienes más que disentir sabotean basados e su protagonismo y beneficio político.
Las escogencia de los voceros y la integración de comunidades, consejos comunales y dirigencia de base será el proceso más duro y de eso dependerá que posteriormente nuestros representantes en cargos populares puedan ser exhortados a cumplir con los mecanismos diligentes para la resolución de problemas en las distintas barriadas, un acercamiento de la estructura comunitaria a la dirigencia enlatada que muchas veces no cumple su rol sino que se engancha de las conquistas presidenciales y regionales dejando de lado su labor de agente de acción inmediata y directa.
En ese sentido, impulsar los verdaderos valores revolucionarios no es nada fácil y será un trabajo de esta estructura en el aspecto cultural de los venezolanos. Concordamos con la opinión del compatriota Héctor Muñoz, un dirigente comunitario, quien comenta que el vocero debe ser una auténtica o auténtico revolucionario, con una clara conciencia de su importancia obteniendo una fuerte convicción de los principios socialistas, y en consecuencia deben poseer sensibilidad, equidad e igualdad de género, justicia, perseverancia, disciplina, vocación de servicio, solidaridad, participación, constancia, tolerancia, respeto, unidad, compañerismo, responsabilidad, eficiencia, sensatez, fraternidad, lealtad, honradez, honestidad, patriotismo, objetividad, actitud crítica y autocrítica y le agregó además capacidad de respuesta, pues sabemos que los comienzos de esta organización no serán fáciles y requerirán de esfuerzos inmensos para soportar no solamente el trabajo que ello implica sino el sistema de contraloría implacable que se erigirá desde cada una de las comunidades representadas. Sin discriminación de edades debe hacerse una reflexión realista de quienes estarán en estos niveles de coordinación toda vez que como todo principio, no será sencillo.
En Lara por ejemplo, la organización del PSUV ha sido endógena totalmente y fueron las mismas comunidades las que decidieron su estructura y sus canales de mando y ayer, cuando se prosigue con la designación y elección de voceros se puso de manifiesto el deseo de un pueblo socialista que aspira la unidad y que ve en ella por encima de todos esos malos augurios de dirigentes sin plataforma comunal, la única alternativa para transformar nuestro país en una potencia continental, lo cual ya se puede vislumbrar.
En el orgullo de ostentar un presidente como el que tenemos, líder de una causa mundial y en especial latinoamericana, tenemos el compromiso de no fracasar ante el nuevo reto de una organización que ofrezcas la garantía suficiente de permeabilidad de los poderes a las barriadas de forma más directa, de organización comunal más eficiente y protagónica , de eliminación definitiva de burocracia a partir de sistemas de contraloría más desarrollados y de perfeccionamiento en los programas de fortalecimiento ciudadano pasando pro el sistema de salud, educación sobre todo, vivienda y transporte y seguridad y defensa.
Todos atento como debemos estar a las voces que rinden culto al sabotaje para evitar que la consolidación de la organización… quienes aspiran ser líderes de escritorio o de televisión, los que confunden trabajo con escándalo para conquistar un espacio en la nueva trama política y socialista del país. El pueblo ya no se confunde… y está atento para la protección del proceso de consolidación del PSUV… Necesario es vencer y seguro VENCEREMOS.
