Luego de sentir el fresquito de culminar con bien esta edición, histórica por demás de la COPA AMÉRICA… de observar el inquietante estadio que se culminará totalmente ya en los próximos meses…centro comercial incluido. De ver una circunvalación en uso y una autopista Barquisimeto Acarigua imponente tendida como una alfombra para los viajeros del llano del país. Al ver los centros diagnósticos, los centros de alta tecnología, los de rehabilitación y los nuevos sistemas de protección civil y seguridad en la región. Se siente ese sentimiento renovadote compromiso social y el reto más grande de superar lo ya conquistado, seguir profundizando el proceso revolucionario en todos sus aspectos y se abre una oportunidad precisa de renovar también nuestro entendimiento en las orientaciones que como líder, el presidente Chávez nos sugiere y nos enseña. Los grandes intelectuales del mundo reconocen los titánicos esfuerzos del presidente por hacer evolucionar el país… por ubicar a Venezuela en un sitiadle gloria histórica y no pasar desapercibido dejando tras de sí la indiferencia conveniente de todo cuanto pasa, como el resto de los presidentes estuvo acostumbrado a hacerlo.
El reconocimiento internacional de los verdaderamente exigentes técnicos, periodistas o jugadores que se acercaron al país es una muestra clave de que pudieron constatar de primera mano la estabilidad sociopolítica y las libertades plenas de las que goza el pueblo venezolano y Masaya la más fiera pero legítima oposición política.
La Copa culmina y con ella una tarea, una misión, un reto cumplido… ahora se abren nuevamente los espacios para prestar atención a la contraloría social, a la organización y a la profundización de todos los espacios del proyecto bolivariano… culminarlo inconcluso en materia de obras y en materia política… demostrar con precisión la afinidad con los preceptos socialistas por los que apuesta nuestro pueblo y transmitir lo más posible las ideas del proyecto bolivariano para darle vida propia, fuerza indetenible a la visión de nuestro presidente y más allá de sus mentores y pensadores revolucionarios del país, libertadores de un continente. La revolución ideológica, la más difícil.
Les quiero regalar un fragmento del escritor Eduardo Galeano, uno de los intelectuales más importantes de nuestra época y su percepción del presidente.
“…Extraño dictador este Hugo Chávez. Masoquista y suicida: creó una Constitución que permite que el pueblo lo eche, y se arriesgó a que eso ocurriera en un referéndum revocatorio que Venezuela ha realizado por primera vez en la historia universal.
No hubo castigo. Y esta resultó ser la octava elección que Chávez ha ganado en cinco años, con una transparencia que ya hubiera querido Bush para un día de fiesta.
Obediente a su propia Constitución, Chávez aceptó el referéndum, promovido por la oposición, y puso su cargo a disposición de la gente: “Decidan ustedes”.
Hasta ahora, los presidentes interrumpían su gestión solamente por defunción, cuartelazo, pueblada o decisión parlamentaria. El referéndum ha inaugurado una forma inédita de democracia directa. Un acontecimiento extraordinario:
Cuántos presidentes, de cualquier país del mundo, se animarían a hacerlo?
Y cuántos seguirían siendo presidentes después de hacerlo?...”
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