Jon Sobrino: la nueva cruzada inquisidora de Roma

A Leonardo Boff, Profeta de finales del siglo XX y principios del siglo XXI…Y Dios nos bendecía con la presencia de los Profetas entre nosotros.

El que era el tribunal del Santo Oficio (Inquisición), hoy denominado “Congregación para la Doctrina de la Fe”, de la Iglesia Católica de Roma, que por muchos años su jefe fue el Cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, ha condenado al Sacerdote Jesuita de origen Vasco, Jon Sobrino, quien desde hace tiempo reside y ejerce su Ministerio Eclesiástico en El Salvador; la condena es por herejía y dicha herejía consiste en la publicación de Dos (2) libros, titulados “Jesucristo Libertador. Lectura histórico teológica de Jesús de Nazaret” (1991) y “La Fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas.” (1999), el tribunal de la fe, arriba mencionado, para razonar su condena de herejía manifiesta que ambos tomos falsean la figura de Jesús, y más concretamente, no afirman abiertamente su conciencia divina; es decir, asegura que el jesuita vasco-salvadoreño ha caído en la “vieja herejía” de subrayar demasiado el lado humano de la figura de Jesús de Nazaret y, así, “ocultar su divinidad”. La condena consiste en una “Penitencia” que le prohíbe a Sobrino dar clases en centros eclesiales y publicar libros con la autorización de la cúpula Romana y la condena al mas absoluto silencio (“Silencio voluntario”).
Pero connotados autores dicen que los libros reprochados por el Vaticano del Sacerdote Jesuita están impregnados de ortodoxia y no se pueden acusar de ver demasiado el lado humano de Jesús de Nazaret; y ven la decisión como de conveniencia política de coyuntura por la situación que pasa la Iglesia Católica Romana actualmente, veamos.
Jon Sobrino, hoy por hoy, es el máximo exponente, que está dentro de la Iglesia, de la teología de la liberación, porque los demás han sido expulsados o se han visto en la necesidad de retirarse ante tanta presión y represión, y es un emblema por ser sobreviviente del vil asesinato de seis sacerdotes jesuitas mártires de la Universidad


Centro Americana (De la que Jon Sobrino es co-fundador), por escuadrones de la muerte, por cierto en parte subsidiados por el gobierno copeyano de Venezuela de entonces, que se vieron en la época de la guerra civil Salvadoreña de los años 80 y principios de los 90. El mundo recuerda con oprobio la muerte de estos 6 mártires, en 1989 y la de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en 1981, ambos en San Salvador. Jon Sobrino estaba en la lista de los escuadrones de la muerte y por razones de la divinidad sobrevivió al martirologio de la guerra. El Profeta Leonardo Boff, lo considera “el mas profundo teólogo Latino Americano”; y es partidario de la Teología de la Liberación; y por ahí vienen los tiros, se quiere golpear a la Teología de la Liberación mostrando la cabeza de Jon Sobrino para detener su nuevo avance que tiene hoy en día en el continente donde insurge con nuevos bríos.

DE DONDE VIENEN Y HACIA DONDE VAN LOS TIROS

Para ubicarnos en el contexto histórico de la condena por la congregación para la doctrina de la fe de la Iglesia Romana, tenemos que hacer un análisis global del mundo actual y de la Iglesia Católica en comparación con otras religiones y otras fes y, en particular, analizar la Iglesia Latino-Americana.
Globalmente tenemos a una única superpotencia en una cruzada asesina en contra del Islam no sumiso o rebelde (Irak, Irán, Siria, Palestina, etc.), en esta cruzada imperialista la Iglesia Católica Romana, es un socio menor e irrelevante desde el punto de vista de la fe o religiosidad, este departamento en la guerra contra el Coran Árabe la liderizan los grupos fundamentalistas cristianos protestantes conservadores y de ultraderecha, al que pertenecen los Bushs y el judaísmo. Ratzinger (Benedicto XVI) pretende, hasta ahora no lo ha logrado, rescatar el rol hegemónico, en la fe o religiosidad que jugó el Vaticano contra el comunismo, en Polonia y otros países de Europa oriental y la Ex-URSS cuando Juan Pablo II, en los 80. Las infelices declaraciones en contra del Islam, colocándola como religión violenta, las cuales provocaron la ira de todo el mundo Musulmán, en donde tuvo que rectificar o “aclarar lo que dijo”, por un lado y por el otro, el petitorio que le está haciendo a la Unión Europea de colocar en su Constitución, al Cristianismo como religión o valor histórico fundamental, en donde tampoco ha


tenido mucho eco. Si a esto le agregamos que la única religión que crece a nivel mundial, inclusive en occidente, es la religión de Mahoma., y de hecho, es el único contrapeso imperial, vemos que la tarea de Ratzinger es titánica y por ahora no se le avizora triunfos en lo inmediato.
Por otro lado la Iglesia Romana, si por la feligresía vamos, es una religión Latino-Americana, Europa y USA tienen menos católicos que nuestro continente. En África y Asia, no tiene mucho que buscar tampoco. Por lo que la principal preocupación del Vaticano Romano debe ser México, América del Centro, del Sur y el Caribe; y que hay en la América mestiza, veamos.
Tenemos a un continente en efervescencia popular, producto del fracaso de las recetas fondomonetaristas neoliberales de los 80-90 que arrasaron nuestros continente como las langostas al Egipto bíblico en la época de Moisés; ese pueblo martirizado que vive un éxodo en su propia tierra, hoy busca nuevos caminos de liberación que las encuentra en su memoria histórica, en la gesta emancipadora de sus libertadores (Bolívar, San Martín, Artigas, Martí, etc.), y hoy el Imperio Español lo representa USA. Por otro lado las cúpulas de las Iglesias Católicas de los países del continente, en su mayoría gozan de muy mala reputación, puesto que apoyaron y bendicieron a las dictaduras gorilas fascistas que los Yanquis implantaron aquí para frenar el comunismo en los 60, 70 y 80 y todavía apoyan a gobiernos genocidas y corruptos como el de Colombia y el Perú y conspiran en contra de gobiernos progresistas que favorecen al pueblo como Venezuela, Bolivia, Haití y son derrocados por Washington.
Lo anterior ha hecho que insurja una iglesia popular fundada en el Jesucristo liberador y las comunidades de base muchas veces se desliguen de las cúpulas eclesiales. Lo correcto de una iglesia seria hacerse una autocrítica y llamar a la renovación profunda colocándose del lado de los pobres, de los oprimidos; pero la mentalidad Europea no es muy dada a la autocrítica, sobretodo cuando se ejerce la autoridad; por eso no le queda otro camino, para imponer el orden (mal entendido) que recurrir a la represión y a la persecución; y para ello no hay mejor cabeza que la del sacerdote, expresión de cristo resucitado en su pueblo, Jon Sobrino, para ser mostrada en la próxima conferencia episcopal Latino-Americana de Aparecida para ser exhibida como método de sembrar el miedo a los demás curas y así dejen el camino del servicio al pueblo en éxodo, en martirologio, expresión de Jesús sufriente en la cruz.
Se trata de obligar a retractarse a muchos sacerdotes y religiosas que han hecho del servicio a Jesús el servicio al pueblo martirizado y oprimido del nuevo imperio romano, hoy USA, pero a retractarse del verdadero camino de Cristo que es el camino que describe Jon Sobrino en sus libros de Cristo Libertador y el ensayo sobre Jesús visto desde la óptica de las victimas del dolor y sufrimiento de los mercaderes del templo y del Cesar.


franciscosierracorrales@yahoo.com.ar


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Francisco Sierra Corrales


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