Propuestas de CVG ALCASA

Rumbo a la Empresa Estatal Socialista

Con motivo del planteamiento ideológico realizado por el Presidente de la República, en lo relativo a la conversión de las empresas básicas en Empresas Estatales Socialistas, en el marco de la definición del nuevo modelo productivo (planteado en el acto que se efectúo en el Palacio de Miraflores el día Lunes 2 de abril), el MIBAM nos ha exigido elaborar algunos criterios en esa dirección, con los cuales se responda a las interrogantes ¿qué ha hecho la empresa, que está haciendo o piensa hacer en función de convertirse en una empresa socialista?, ¿cuáles son los vínculos con las comunidades y con las políticas sociales en el entorno?.

A pesar de no haber podido estar presente en dicha actividad, podemos indicar que tales interrogantes han orientado la búsqueda y la construcción en CVG Alcasa y, por ello en el transcurso del proceso cogestionario durante el periodo 2005-2007, hemos estado construyéndole viabilidad al cambio de las relaciones de producción capitalistas.

En tal sentido, se ha puesto en discusión la lógica de la acumulación capitalista centrada en la explotación del trabajo, concretada en la producción de plusvalía y su conversión en ganancia. Esta orientación nos ha permitido poner en jaque el concepto de productividad y de crecimiento económico, el cual no repara en el costo humano ni en la degradación del ambiente y la naturaleza. Se trata de una lectura no economicista del socialismo, que coloca en primer plano el desarrollo humano integral.

A continuación, vamos a realizar una breve síntesis de nuestros aportes -los cuales están reseñados en diversos materiales editados que pueden ser consultados- al debate sobre el socialismo que debemos construir en las empresas básicas.

LA LUCHA PERMANENTE POR UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO

La cogestión como cambio en las relaciones de producción, el cual nada tiene que ver con el reparto de acciones, coloca el énfasis en la crítica y superación de la DIVISIÓN SOCIAL DEL TRABAJO, sin subestimar las relaciones mercantiles y las formas de propiedad, ya que en el último caso, estamos de acuerdo con la propiedad social sobre los medios de producción.

Es a partir de la crítica del régimen de producción capitalista, como hemos podido caracterizar, por ejemplo, la DIVISIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO, bajo la tutela del imperio:

  1. Mayor concentración y centralización de la propiedad en monopolios y en países hegemónicos.
  2. Unos cuantos países neocolonizados y dependientes se especializan en ser proveedores de materias primas e importadores de manufacturas.
  3. Se genera una relocalización industrial, donde en los países dependientes se ubican las industrias contaminantes, se aprovechan las llamadas ventajas comparativas (mano de obra barata, materias primas abundantes, seguridad jurídica, estabilidad política, apertura comercial).

Se puede señalar que la implantación industrial, a través de CVG, bajo el modelo de Sucre Figarella, no podía escapar de las determinaciones impuestas en la división internacional del trabajo, ya que los gobernantes de la IV República, cuando impulsaron la industrialización en Guayana, lo hicieron bajo las orientaciones y visiones de las transnacionales y los grupos monopolistas, caracterizado por:

1) Aprovechamiento por parte de las empresas transnacionales de las ventajas comparativas: energía, materia prima y man de obra barata.

2) Producción primario-exportador: Producción de materia prima y productos semi-elaborados e importación de manufacturas derivadas de dicho productos.

3) Control tecnológico no sólo en equipos y maquinarias, sino en patentes y licencias.

4) Imposición de precios y contrataciones leoninas.

5) Alto nivel de contaminación y acumulación de pasivos ambientales en la región.

6) Atomización y fragmentación del sector, al no tener la perspectiva de redes productivas.

7) Constitución de monopolios en los servicios diversos: transporte, comida y seguros.

8) Corruptelas y negociados en las compras del Estado: rueda de negocios, contrataciones, etc.

En tal realidad económico-social, encontramos materializada las deformaciones estructurales que se ha generado en nuestra región, sobre todo en la profundización de la explotación del trabajo, la opresión y la exclusión social en general. De allí sus resultados

  • Exclusión e injusticia social.
  • Desproporción entre los sectores económicos: agricultura atrasada, industria monoproductora, hipertrofia del comercio
  • Ocupación distorsionada del territorio: concentración poblacional en San Félix y Puerto Ordaz.
  • Economía de puerto o enclaves económicos.
  • Degradación del ambiente y fábrica de enfermos ocupacionales.
  • Burocratismo e ineficiencia en las empresas básicas.
  • Desarraigo y transculturación.

Ante las anteriores deformaciones del modelo productivo heredado de la IV República, se hace urgente redefinir la dirección estratégica del nuevo enfoque o propuesta de desarrollo rumbo al socialismo:

1) Cambios en las relaciones de producción y humanización del trabajo (reducción de la jornada, control obrero, consejo de fábrica). Superación de la explotación y la jerarquía en la fábrica.

2) Superación de la lógica mercantil y la mano invisible del mercado.

3) Diversificación productiva y agregación de valor aguas abajo.

4) Formulación y ejecución de planes y proyectos que contribuyan a la conformación de una nueva estructura social, elevando a calidad de vida de la población, incluyendo a quienes viven en pobreza crítica.

5) Empleo de las industrias básicas como motores del desarrollo endógeno en la región, promoviendo las redes y cadenas productivas.

6) Desburocratización de la estructura y reorganización de la CVG, constitución en las empresas filiales y equipos de trabajos abocados al desarrollo endógeno y la formación permanente (ejes curriculares socio-político y técnico-productivo).

7) Ocupación equilibrada del territorio guayanés, promoviendo la desconcentración productiva hacia áreas deprimidas y abandonadas. Impulso de los Polos y Núcleos de Desarrollo Endógeno en el espacio local y regional, constitución de las Empresas de Producción Social (EPS) como concreción del nuevo tejido productivo.

8) Desarrollo de las cooperativas, las formulas cogestionarias y autogestionarias contempladas en la CRBV, como parte de las nuevas relaciones de producción en construcción, en el proceso de transición hacia el Socialismo del Siglo XXI.

9) Formulación de propuestas de formación permanente, que respondan a los planes de desarrollo, donde se impliquen las diversas instituciones educativas de la región, con sus niveles y modalidades (INCE, Escuelas Productivas, Escuelas Técnicas, Universidades).

10) Promoción de líneas de investigación y adecuación tecnológica, en función de elevar la calidad y pertinencia social de la producción.

Esta concepción integral del desarrollo, conduce obligatoriamente a la reinvención de la CVG y las empresas tuteladas:

  1. Nueva cultura organizacional en CVG, colocándola como un ente motor del desarrollo regional.
  2. Sinergia interinstitucional y concurrencia en planes y proyectos, funcionando como redes productivas (cadena del aluminio, hierro, madera, etc.)
  3. Concreción de políticas en los siguientes ámbitos:
  • Investigación, adaptación e innovación tecnológica, dirigida a la materialización de la soberanía tecnológica y productiva.
  • Plan conjunto de compras, tanto de materia primas e insumos, como de repuestos, bienes y servicios. (Desarrollo de nuevos clientes, plan de sustitución selectiva de importaciones).
  • Política conjunta de comercialización y venta (diversificación de mercados, nuevos productos, constitución de naviera o empresa de navegación).
  • Acciones conjuntas en el mejoramiento ambiental y el manejo de los pasivos. Criterios comunes para el manejo financiero: deudas y precios.
  • Promoción del desarrollo humano y la seguridad social de los trabajadores y población en general.
  • Esfuerzo unitario en la promoción de las EPS, cooperativas y NUDES.
  • Programas consensuados de formación permanente.
CONCRECIÓN DE ESTE ENFOQUE EN EL PROCESO COGESTIONARIO EN CVG ALCASA

En el marco de las anteriores orientaciones estratégicas y, de las premisas que se vinculan al enfoque de la “Cogestión con cambio en la relaciones de producción capitalistas”, nos planteamos un PLAN ESTRATÉGICO 2007-2013 orientado a cumplir con los lineamientos generales trazados por el MIBAM y la CVG, en lo relativo a la construcción de un nuevo modelo económico, (garantizando el suministro de materia prima al sector transformador nacional, fomentando la diversificación productiva con mayor valor agregado), que defendiendo la soberanía productiva y tecnológica, enfrenta a los carteles tantos nacionales, como transnacionales e impulsa las Empresas de Producción Social (EPS). Este nuevo enfoque cualifica la visión-misión de CVG Alcasa, asumiéndose como plataforma para gestar y promover este nuevo tejido productivo.

Este planteamiento nos confrontó y nos sigue confrontando con los estatutos que han regido la vida de la empresa, durante 39 años, donde como Sociedad Anónima (orientada por la lógica mercantil) se asume como misión, la producción y venta de aluminio.

En tal sentido, todo el proceso cogestionario que hemos adelantado se ha asumido fuera de dicho marco regulatorio, presentándose un conflicto entre legitimidad y legalidad. Se nos ha presentado el dilema de aplicar y desarrollar la CRBV o acatar normas obviamente anacrónicas (estatutos internos, Código de Comercio, Ley de licitaciones, etc).

Por supuesto, los cambios adelantados no se circunscriben a tales aspectos formales, si no que la cogestión, dirigida a superar las relaciones de producción capitalistas, involucra cambios estructurales de fondo entre los que están:

1. Colocar la economía al servicio del hombre, rompiendo con la lógica mercantil, ya que no se trata del afán de lucro y la máxima ganancia como móvil de la producción, sino la satisfacción de necesidades colectivas, se trata de colocar al mando los valores de uso no los valores de cambio.

2. Superación del trabajo alienado, que surge en el régimen de producción capitalista, donde el trabajador está separado y enfrentado con los medios de producción, pero también con sus productos convertidos en mercancías. Estos retos nos plantean la abolición de la jerarquía y el despotismo de fábrica, colocando en cuestión a la división social del trabajo, es decir, la separación entre el trabajo manual e intelectual, la cual es una de las principales relaciones de dominación que se coloca en entredicho a través del ejercicio de la democracia de los trabajadores:

  • Crítica al monopolio y la jerarquía del saber, que se materializa en la expertocracia o en las modalidades tecnocráticas.
  • Cuestionamientos a la fragmentación del saber que surge de la especialización.
  • Darle dignidad teórica al trabajo manual, reivindicando el saber popular y propugnando el diálogo de saberes
  • Asumir la democratización del saber y el pensar con cabeza propia, como requisitos básicos de la democracia en la fábrica.
  • Abolición de los secretos tecnológicos, apertura de los libros de contabilidad, humanización de las jornadas y puestos de trabajo.
  • Conocimiento de la relación salarial, la seguridad y la salud ocupacional.

3. En CVG Alcasa desde el comienzo del proceso cogestionario, hemos asumido la práctica de la delegación y descentralización de la capacidad de decisión y de las funciones, concretado en un nuevo modelo de gestión.
En esa dirección, el cambio gerencial no sólo se ha remitido a la elección directa de los gerentes de las áreas operativas y administrativas, sino que hemos impulsado una especie de profilaxis antiburocrática, la cual está signada por:

  • La democratización del saber y el diálogo permanente.
  • La transparencia informativa y libre acceso a los documentos restringidos.
  • El trabajo en equipo y colegiación de las decisiones.
  • La delegación de funciones para aplanar las estructuras gerenciales.
  • La simplificación de trámites y el combate a la cultura del papeleo.

4. Como parte de esta nueva cultura democrática en la fábrica, hemos promovido el presupuesto participativo, donde se materializa los diversos puntos de vista sobre los problemas a resolver, iniciativas de cambio, aportes e innovaciones del colectivo:

  • El presupuesto participativo es otra manera de entender la distribución de los recursos públicos, tradicionalmente en manos de algunas élites, especialistas o expertos. Ahora se trata de que los trabajadores, participen en los debates y consultas sobre ingresos y gastos, naturaleza de las inversiones y áreas prioritarias en la empresa.
  • El presupuesto participativo promueve el combate de la burocracia, ya que permite evaluar la maquinaria administrativa, ubicando sus principales fallas: papeleo, recaudos inútiles y pasos innecesarios. El presupuesto participativo, favorece también el combate a la corrupción, ya que la participación del conjunto de los obreros y empleados de nuestra empresa, neutraliza el clientelismo, el tráfico de influencia en los cupos, licitaciones, compras o inversiones.
  • El presupuesto participativo genera condiciones propicias para el seguimiento y control de gestión, ya que el colectivo puede evaluar en forma permanente la ejecución de lo acordado y vigilar los recursos empleados.
  • El presupuesto participativo permite combatir la parcelación y fragmentación del conocimiento, ya que muchas veces “vemos los árboles pero sin mirar el bosque”, es decir, no vemos más allá del estrecho marco de nuestro campo de trabajo sin comprender las múltiples conexiones en el proceso político-social, sin valorar adecuadamente la complementación y reciprocidad que debe existir entre las diversas iniciativas, planes y programas, sin desarrollar la cooperación y la solidaridad entre todos.
  • Finalmente, podemos indicar que el presupuesto participativo, por todo lo anterior, puede facilitar la superación de un conjunto de errores y fallas, que tradicionalmente están presentes en la formulación y planificación del presupuesto: falta de sinergia, escasa coordinación, poca articulación y pertinencia social de la gestión pública.

5. En el anterior marco programático, como construcción de nuevas relaciones de producción, la producción no se rige por el mercado y la ganancia. Pero es necesario estar conscientes, que vivimos en el capitalismo regido por leyes mercantiles, tanto en el plano nacional como internacional, por lo tanto hay que lidiar con un conflicto permanente en el periodo de transición hacia el socialismo, por lo que hay que introducir elementos de dirección consciente en la producción. En esta perspectiva, hemos comenzado a poner en discusión el LME sustituyéndole por el “PRECIO PAÍS”; en vez de hablar de precio trabajamos con “DESARROLLO HUMANO INTEGRAL”, como parte de una acción regulada por los trabajadores, en función de necesidades colectivas. Esta regulación consciente, involucra un proceso de planificación, pero no necesariamente con el carácter burocrático y vertical de los planes estatales que hemos conocido.
El ejercicio de la democracia participativa y protagónica, los mecanismos de contraloría social, exigen también de una PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA en el proceso económico-social.
La planificación democrática y la participación ciudadana en el proceso de elaboración y ejecución de políticas públicas, es uno de los rasgos constitutivos de la nueva república en construcción, tal como está concretado en el mandato constitucional referido específicamente al ámbito de la planificación. En el artículo 299, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece que el Estado promoverá “el desarrollo armónico de la economía nacional, con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica y democrática, participativa y de consulta abierta”.
Este mandato también está establecido en el Art. 9 de la Ley Orgánica de Planificación, cuando se refiere a lo que venimos reseñando: “Se entiende por viabilidad socio – política, que el desarrollo de los planes cuenten con la participación y el apoyo de los sectores sociales”.

6. Igualmente, en el proceso cogestionario hemos planteado un reparto equitativo de los excedentes de la producció como esfuerzo colectivo, (donde no está planteado el reparto de acciones). Las formas de distribución del excedente, que no persigue la apropiación individual del trabajo ajeno o la acumulación de capital, se guía por principios de solidaridad, equidad y cooperación. En tal sentido, los excedentes se reparten en una serie de fondos, los cuales no están previstos por la ONAPRE ni por la actual estructura presupuestaria:

  • Un fondo de carácter social, dirigido a devolverle a la sociedad en su conjunto, parte de la riqueza generada por el trabajo colectivo. Con estos aportes se apoyan las EPS, Cooperativas y Nudes, igualmente las misiones educativas, planes de vivienda y desarrollo territorial.
  • Otro fondo dirigido a cubrir gastos asociados a deudas, compras de equipos y materias prima.
  • Un tercer fondo para la seguridad social y la remuneración básica de los trabajadores.
  • Y finalmente, un fondo rotatorio para las contingencias.
7. Colocando también en discusión las concepciones tecnocráticas sobre el “crecimiento” y la “ producción por la producción”, hemos introducido la discusión sobre la reducción de la jornada y humanización de los puestos de trabajo, sin pérdida en el salario y ampliando el empleo. La reducción de la jornada involucra introducir el debate sobre el uso del tiempo libre por parte de los trabajadores y, el ocio creador (más horas para el descanso, para estar con la familia, para la formación profesional y la recreación). Por otro lado, la humanización del proceso de trabajo donde el hombre no está esclavizado por la máquina o la tecnología, implica modificar los criterios de productividad, enfrentando la parcelación y la fragmentación de la tarea, las condiciones ambientales, la patología industrial asociada al puesto de trabajo. Articulación de tales premisas con el tabulador y la evaluación del desempeño.

8.- En la misma dirección, hemos sostenido a lo largo del proceso cogestionario la necesidad de cancelar deudas y pasivos laborales. En tal sentido, CVG Alcasa le queda poco trecho para ser declarada como una empresa “libre de deudas y pasivos” con sus trabajadores. De igual forma, hemos planteado la promoción del salario social integral, para superar la trampa monetarista de los aumentos. No se trata de rechazar el aumento del salario nominal, sino de ubicar sus limitaciones, si se considera aisladamente como remuneración. Esto conduce a valorar adecuadamente el significado de la vivienda, la salud, la educación, la recreación y el deporte, en el desarrollo humano de la familia alcasiana.

9.- Hemos también promovido y concretado la renovación sindical, superando el estrecho marco economicista y lochero, planteando incorporar en la contratación una serie de tópicos en los que se concretan las nuevas conquistas socio-históricas, tal como ocurrió con la reciente convención colectiva aprobada en febrero del 2007, en cuya cláusula 145 se aprueba nuestra experiencia de democracia obrera y los Consejos de Fábrica. En este instrumento, que es la pequeña constitución de la empresa, se recogen en términos contractuales, los saldos del ejercicio de la democracia de los trabajadores (elección directa, rendición de cuenta y revocatoria del mandato), que hemos venido desarrollando en el proceso cogestionario:

  • Elección de las gerencias, voceros y mesas de trabajo.
  • Elaboración del presupuesto participativo y ejecución de la contraloría social.
10.- Como parte de la articulación comunitaria, hemos realizado un conjunto de acciones, inscritas en los lineamientos que anteceden:
  • En CVG Alcasa se han elaborados proyectos de Desarrollo Endógeno industrializante, aguas abajo y aguas arriba, enmarcados en la sustitución de importaciones y agregación de valor en la transformación del aluminio.
  • Creación de nuevas gerencias (Economía Popular y Formación Permanente, Desarrollo Cultural y Deporte) con el objeto no sólo de dignificar a los trabajadores alcasianos, sino para potenciar la inserción en la comunidad.
  • Se elaboraron en conjunto con las comunidades y desempleados del portón, los proyectos de producción social, entre los que está el Centro de inclusión social de desempleados del portón: Centro de Formación Socialista Cruz Villega.
  • Se activó el plan de reorganización de los cooperativistas activos en CVG Alcasa (620 personas). Este plan está enmarcado en la formación socio – política y técnico – productiva, cultural y deportiva. En este terreno, hemos librado una encarnizada batalla con la lógica mercantil, desarrollando una política de protección y subsidio a la economía popular.
  • Constitución del Centro de Formación Socio-política “Negro Primero” en las instalaciones de CVG Alcasa, recibiendo talleres más de 600 personas, entre trabajadores y cooperativistas.
  • Promoción de las Empresas de Producción Social, trabajando inicialmente con 14 y formalizando 5 EPS procesadoras de aluminio aguas abajo.
  • Publicación de textos o ensayos para apoyar la formación ideológica.
  • Acompañamiento pedagógico a los Núcleos de Desarrollo Endógeno.
  • Participación en el proceso formativo de los facilitadores de las empresas de CVG, que acompañan las EPS. El ex ministro Victor Álvarez aprobó la constitución de la Red de Centros de Formación Socio-política para toda la CVG, sobre la base de la experiencia de CVG Alcasa. Sin embargo, este proyecto ha tenido un desarrollo parcial.

E/L. Carlos Lanz Rodriguez
3 de Abril de 2007



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Carlos Lanz Rodríguez

Sociólogo, teórico militante revolucionario y ex-guerrillero.


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