El dilema de PODEMOS, su macondismo político y otras franquicias en plena debacle

Desde hace mucho tiempo los partidos no hacen sus congresos o decisivas discusiones en el espacio de un barrio, en un galpón, en un auditorio humilde, sino en un conocido hotel de Caracas; esta vez el sarao ha sido en el Hilton Caracas. El tema de ayer fue la integración o no al Partido Unido que está proponiendo Chávez. Los viejos dirigentes de las viejas estructuras partidistas no quieren “auto-suicidarse” sino que ven como más honroso auto-excluirse. Está bien. Se niegan tajantemente a participar en un partido cuya verdadera dirección se encuentre en la base. El pánico también está latente en muchos de los viejos dirigentes del MVR, los cuales ya han catalogado a Chávez del “papi que se las quiere saber todas”, de “loco”, “amargado”, “prepotente”, etc. Lo que se observa de entrada es que no entienden el mensaje del Presidente, quien sólo escucha el corazón del pueblo. El día que el Presidente diga: “Bueno, señores, se les acabó el tiempo, y hoy estamos para lanzar el motor de todos los motores que es la base del Partido Unido”, bueno hasta ese momento PODEMOS, PATRIA PARA TODOS y hasta el propio PCV, quedarán como cucarachas aplastadas por un tanque de mil toneladas: como esos partiditos de los cuales hoy nadie se acuerda, como por ejemplo, CAUSA R, URD, FDP, MENI, MIPO, etc. Y además con sus “dirigentes” casi todos “desempleados”, sin destino, sin pueblo, sin posición ni ocupación alguna. Yo particularmente acabé dándole el voto al PCV el 3-D, pero realmente por quién voté fue por Chávez. Hoy estoy profundamente desencantado del PCV y lo voy a explicar en un próximo artículo. Yo no le quería dar el voto al MVR, cuya estructura fue levantada, desde 1997, enteramente a semejanza de la armazón de AD, por Luis Miquilena, y me repugnaba ver esos desgarrados farsantes disfrazados de rojo diciendo que eran bolivarianos, socialistas, revolucionarios. El pueblo cuando los veía, sabía que ellos andaban sólo en lo suyo, y les saludaba con media sonrisa escéptica, no los pasaba. El pueblo más bien se preocupaba, diciéndose, “cómo me duele que engañen tan horriblemente a mi Comandante”, pero el Comandante los mandó a hacer gárgaras y el pueblo se sintió, el día en que se declaró la disolución del MVR, mucho más identificado con él. Y ahora viene Podemos que es una agujita en ese pajar de millones de chavistas a decir que ellos lo van a seguir pensando.

Hay que ver el plomo recio que se le echó a Miquilena desde todos los ángulos, cuando se veía que los cuadros del MVR, por ejemplo en Mérida, lo dominaban gente como Luis Velásquez Alvaray y Arnoldo Márquez. Hasta un equipo de abogados por ataques a esa manera de dirigir el MVR, intentó demandarme, y en su desmadre llegó a paralizar un periódico durante seis horas solicitando se le entregara un artículo que yo había enviado para su publicación.

Pero Chávez, digo, dio en el clavo, cuando a los pocos días del 3-D les aguó la fiesta a los celebradores de oficio de sus triunfos, diciendo que había que disolver al MVR. ¡Dios mío, qué baño de agua tan helada les bajó por el espinazo! Se quedaron hieráticos con el vaso de whisky alzado. De la estupefacción más total pasaron a la arrechera más cruda, y hasta se pusieron del modo destemplado, directo y vulgar a hablar contra las “locuras” del socialismo, contra Fidel y contra Chávez. Creo que seriamente pensaron en coger balsas, y en plena estampida irse a Miami, pero a los pocos días se reacomodaron, se metieron sigilosamente a dirigir los Consejos Comunales, a seguir diciendo que había que someterse a las directrices del Comandante, al tiempo que afinaban las sutiles garras y las luengas pezuñas para seguir robando a cuatro manos (“Antes de que el diluvio se lleve a toda esta vaina”). El pueblo que idolatra a su Comandante, cuando vea que ya no estarán en PSUV todos esos falsos dirigentes, en masa, con grande alegría, con entusiasmo celebrará el nacimiento de ese nuevo partido. Nos sentimos particularmente contentos con la decisión de Podemos, porque además a quienes dirigen esa agrupación no les queda otra salida que defender su pequeña parcela de poder. Es una buena manera de autoexcluirse. Andan con unas galimatías de desesperados que no tienen asidero moral y político en ninguna parte y exclama García: "A ese llamado de participar en una fuerza única le decimos, no participamos ni participaremos jamás en pensamientos únicos, porque Venezuela es una sociedad diversa, plural, así es también el movimiento bolivariano, que respalda al presidente Chávez"; al tiempo que al estilo de los recules famosos de CAP , aclara que al llamado del mandatario a constituir un partido unido, "nunca nos hemos negado".

Lo cierto es que a esta gritería de ahogados hay que ponerle coto ya, porque los que se niegan a cambiar parecen otros medios de comunicación desquiciados a los que las Jineteras les están sacando el mayor provecho posible. Son hoy todos los titulares de la prensa amarillista y bestialmente antipatriótica; gozan las Jineteras recogiendo las críticas de Ramón Martínez, al mero estilo de CAP; "por ahora Podemos no se disuelve… no se puede medir siete millones votos del presidente Chávez en comandos y comanditos", aunque "no hay quiebre (ruptura)" con el jefe de Estado.

Lo más absurdo que dijo García ayer, fue: "Proponemos que el más grande movimiento político no sea producto del cogollo, que no nos encerremos en Caracas para decir quién debe ser alcalde, gobernador o concejal", cuando lo que él está haciendo es precisamente imponer una decisión cogollérica y seguir ellos encerrados en un hotel de Caracas. Lo de convocar a una asamblea constituyente del movimiento unido, para que se debata sus principios y se estipulen las reglas de juego y un programa de acción, es instaurar otra vez el dedo maldito sobre el cual se ha mantenido vivito y coleando a los viejos adecos y copeyanos que aún hasta este momento se niegan a entregar los mandos al pueblo. Esos supuestos 1.500 delegados, 50% electos por los municipios, 30% por las regiones y 20% de delegados nacionales, no representarían ninguna base, sino que serían los mismos dueños del poder de los partidos que hasta hoy han estado al mando de esas viejas estructuras del pasado. Ahora le toca la palabra al Comandante.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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