Ponencia de Ignacio Ramonet en el Encuentro Mundial de Solidaridad con la Revolución Bolivariana

La guerra y el nuevo orden mundial y regional

Señor Presidente, queridos amigos, buenos días. Es para mí un honor, una gran responsabilidad empezar este Encuentro de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, que en mi opinión, es también un encuentro de solidaridad con la democracia venezolana, que es obviamente un encuentro de solidaridad con el Presidente democráticamente elegido y que gobierna democráticamente, Hugo Chávez.

En este momento, como saben, se cumplen 22 días de esta ofensiva la guerra no ha terminado aunque evidentemente el régimen iraquí sí que se ha caído, no hay -yo creo- que tener gran pena de que desaparezca una dictadura, pero sí pena de que se produzca en estas circunstancias, y en particular, pena que en estas circunstancias, es decir la guerra haya ocasionado, siga ocasionando, va a seguir ocasionando tantas víctimas inocentes, tantas víctimas civiles. Y precisamente yo quisiera hacer una reflexión en vivo, con ustedes, en torno a esta guerra de Iraq y en particular sencillamente en torno a una pregunta que me parece fundamental: ¿por qué esta guerra? Y también ¿qué consecuencias puede tener esta guerra en la arquitectura internacional, en el nuevo orden internacional?

Yo pienso que esta guerra es un signo del mundo amenazante, un mundo de incertidumbre en el que hemos entrado. En este momento por ejemplo, podemos decir que no sabemos bien si el derecho internacional, el orden internacional tradicional, el que garantizan las Naciones Unidas, no sabemos si realmente está funcionando, tampoco sabemos si por ejemplo una serie de instituciones internacionales van a resistir, o cómo van a resistir al impacto de esta guerra, por ejemplo la OTAN, la propia Unión Europea que ha salido muy fragilizada de esta guerra. Hay igualmente una crisis profunda en el derecho internacional, la legalidad internacional. Estamos ante un fenómeno del que no hay que subestimar la importancia, es la primera vez desde hace mucho tiempo, en todo caso desde hace más de medio siglo que una gran potencia, esencialmente una gran potencia ayudada por algunas fuerzas supletivas, aliadas, invade un país, lo conquista y anuncia oficialmente que lo va a administrar con una administración militar. Esto no se había producido desde las grandes conquistas coloniales de la segunda mitad del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX. Por consiguiente es, o bien un nuevo ciclo colonial de nuevo tipo, sobre el que conviene reflexionar, probablemente una situación peligrosa, peligrosísima para otros países no sólo de la región evidentemente, países como Siria, Irán, Libia, quizás, pero también países más alejados, y ¿por qué no países latinoamericanos? Probablemente hay un signo amenazante en dirección de Cuba, probablemente también de Venezuela. Todo lo que está pasando en Iraq son señales que se están lanzando a través del mundo que nos obligan a reflexionar.

En particular es preocupante, es extremadamente preocupante, que una de las más antiguas democracias del mundo, los Estados Unidos, el país que ha fundado a las Naciones Unidas en 1945, que pretende dirigir el mundo, es preocupante que ese país precisamente haya transgredido la ley internacional, la legalidad internacional, que lo haya transgredido explícitamente, es decir, que no ha podido obtener una autorización de utilización de la fuerza en Iraq, y a pesar de eso ha utilizado la fuerza; que ese país haya por consiguiente pisoteado el derecho internacional y que se comporte de hecho como lo que podríamos llamar un Estado delincuente, un Estado forajido. Es muy preocupante que la primera potencia del mundo sea un Estado forajido.

Si la opinión internacional se ha movilizado, y yo me imagino que muchas personas que están aquí en la sala se movilizaron contra esta guerra, sobre todo con esa extraordinaria expresión de solidaridad internacional que se manifestó el 15 de febrero pasado, cuando más de diez millones de personas el mismo día, en nombre digamos de la misma consigna “No a la Guerra” se manifestaron en el mundo, si eso se ha podido producir es sencillamente porque no tenemos en este momento cuando la guerra está en vías de terminarse, sencillamente no sabemos por qué esta guerra se está llevando a cabo. No hay un argumento digamos convincente que nos haya podido persuadir de que había ahí más o menos una razón, que había una justificación. Evidentemente ninguna guerra es justificable a veces, pero también a veces hay guerras que tienen una argumentación fuerte, aunque estemos o no de acuerdo, como fue en Afganistán o como fue en Kosovo, aunque había debate, había argumentos fuertes.

Esta guerra de Iraq el primer problema que nos plantea, que plantea a una razón lógica es que no hay argumento de sentido común que la justifique, por eso ha habido esta fantástica movilización contra la guerra. Las opiniones públicas del mundo entero, hasta en los países donde los gobiernos estaban a favor de la guerra, o están a favor de la guerra, en esos países, digamos en Gran Bretaña, Italia, España, por ejemplo, donde los gobiernos están a favor de la guerra y a veces están haciendo la guerra, como en el Reino Unido, las opiniones públicas masivamente están en contra porque no hay razón y si no hay razón no es sencillamente porque hayamos tomado una posición caprichosa en contra de esta guerra, creo que esto es muy importante. Si estamos en contra de esta guerra no es por no sé qué antiamericanismo o no sé qué actitud hostil con respecto a lo que hacen las grandes potencias. No, sencillamente es porque no ha habido argumentos que nos hayan convencido.

A veces nos preguntan ¿pero cuáles son las razones oficiales? Hay razones oficiales para hacer esta guerra. Yo quisiera recordarles que hay razones oficiales, los Estados Unidos han dado por lo menos en dos ocasiones razones oficiales para hacer esta guerra, la primera vez fue el 12 de septiembre del año pasado, es decir un año y un día después de los atentados del 11 de septiembre del 2001. El 12 de septiembre el Presidente Bush vino a la Asamblea General de las Naciones Unidas y ante la Asamblea General de las Naciones Unidas dijo que había que utilizar la fuerza contra Iraq, esencialmente es un documento que cada uno puede consultar, está en Internet en los documentos de la ONU, hizo un discurso de unas 22 páginas y esencialmente dijo: Hay siete razones por las cuales hay que hacer la guerra a Iraq. Y las anunció en cierta medida al conjunto de los países del mundo reunidos en la ONU.

¿Cuáles son estas siete razones? Observémoslas rápidamente. La primera razón es: Iraq no ha aplicado las resoluciones de Naciones Unidas desde 1991, después de la Guerra del Golfo.

La segunda razón es: Iraq posee armas de destrucción masiva, químicas, biológicas, nucleares, y también misiles, es decir armas balísticas prohibidas.

La tercera razón es: Iraq tiene relaciones con organizaciones terroristas.

La cuarta razón es: Iraq y el gobierno iraquí violan sistemáticamente los derechos humanos.

Estas eran las cuatro principales razones. El Presidente Bush añadió tres razones más ligadas a las consecuencias de la guerra del 91 en el Golfo: una, es que Iraq no ha dado información ni devuelto a los prisioneros de guerra del 91, y entre ellos hay, como saben ustedes, un piloto norteamericano. La sexta razón, es que Iraq no ha restituido el botín de guerra, una parte del botín de guerra que consiguió con su invasión a Kuwait. Y la última razón, es que el gobierno iraquí desvió una parte del programa Petróleo contra Alimentos, para en vez de comprar alimentos comprar armas y mantener su aparato de represión. Estas son, quiero decirles, las siete razones oficiales por las cuales los Estados Unidos deseaban hacer esta guerra.

Cuando decimos los Estados Unidos por otra parte es una palabra exagerada, porque estamos hablando en realidad de una administración y estamos hablando en el seno de esta administración esencialmente de un grupo pequeño de consejeros que rodean al Presidente Bush, que hoy día como saben ustedes se llaman los neoconservadores, o los halcones, y este grupo es un grupo histéricamente, ferozmente partidario de que los Estados Unidos hagan uso de la fuerza en cuanto hay algún problema. Piensan que los programas políticos, sociales, culturales, pueden resolverse con una intervención militar, este grupo comprende al Vicepresidente Cheney, al Ministro de la Defensa Rumsfeld, al número dos del Pentágono, Wolfovitz. En fin, los conocemos, la prensa los ha identificado. Este grupo es el que quiere esta política.

Y evidentemente esa argumentación no convenció. ¿Por qué no convenció? Pues sencillamente porque hay otros países en el mundo, por ejemplo, a los que se les puede reprochar lo que se le reprochaba al gobierno iraquí, evidentemente que sí las hay. Hay otros países que no respetan las resoluciones de Naciones Unidas, hay otros países que tienen armas de destrucción masiva, hay otros países que tienen relaciones con organizaciones terroristas, hay otros países que violan sistemáticamente los derechos humanos. Podríamos decir por ejemplo, sí hay un gran aliado en Estados Unidos en la región al que se le podrían aplicar exactamente estos cuatro reproches, ese país es Pakistán, por ejemplo, y Pakistán es uno de los principales aliados, es una dictadura militar y es uno de los principales aliados, el aliado con el cual los Estados Unidos hizo la guerra de Afganistán. Por consiguiente, ¿por qué reprochárselo al gobierno iraquí y no al gobierno paquistaní?

Si conservamos las tres principales acusaciones, es decir no respeto a resoluciones de Naciones Unidas, poseer armas de destrucción masiva y no respetar los derechos humanos, pues evidentemente esos tres reproches se le pueden hacer a Israel, que evidentemente no respeta las resoluciones de Naciones Unidas en número mayor aún que a Iraq, que posee armas de destrucción masiva, todo el mundo lo sabe, y por otra parte en los territorios ocupados, en particular en Cisjordania y Gasa, pues practica una política de represión que varias veces ha sido condenada no sólo por Naciones Unidas sino por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, y evidentemente nadie pide una guerra contra Israel.

Es decir, podríamos multiplicar los ejemplos. Es decir que no hay una especificidad del caso iraquí. De hecho, evidentemente muy pocos países del mundo están convencidos de que Iraq es la principal amenaza del mundo, en un mundo en el que hay 5.000 millones de personas que viven en la necesidad, donde hay 1.500 millones de personas que no tienen agua potable para beber, donde hay más de 2.000 millones de personas que no tienen electricidad, donde hay más de 1.000 millones de personas entre las personas activas que están en paro, que están en cesantía, que no tienen trabajo, donde hay problemas masivos de analfabetismo, problemas masivos de pobreza, problemas masivos de alojamiento de salud, evidentemente Iraq no es el problema principal de la humanidad, no porque lo diga yo, evidentemente, sino porque los países representados en Naciones Unidas no estuvieron convencidos por esta argumentación del Presidente Bush.

Y, ¿qué se decidió entonces? Lo que se decidió es que si efectivamente Iraq sí poseía esas armas de destrucción masiva podía representar un peligro para sus vecinos, porque ya había invadido a Kuwait. Y entonces se decidió unánimemente -es decir con el voto unánime del Consejo de Seguridad, donde hay 15 miembros en el Consejo de Seguridad- se decidió el voto de la resolución 1441 el otoño pasado. ¿En qué consistía esta resolución? Esencialmente en lo siguiente, se le decía al gobierno iraquí: ustedes tienen ocho días para aceptar esta resolución, si no la aceptan se autoriza el uso de la fuerza contra ustedes, y si la aceptan tienen que permitir que entren inspectores de dos comisiones, una comisión presidida por un sueco, el señor Hans Blix, que va a verificar que no tienen ustedes armas de destrucción masiva químicas, biológicas, que no tienen misiles, armas balísticas, y una segunda comisión presidida por el señor El Ben-Adei, egipcio, y que va a verificar que ustedes no tienen armas nucleares o no están tratando de dotarse de armas nucleares.

Y contrariamente a lo que algunos especulaban, el gobierno Iraquí aceptó esa resolución y aceptó la venida de los inspectores. Y contrariamente a lo que afirmaba la administración norteamericana, esos inspectores regularmente vinieron ante el Consejo de Seguridad para dar cuenta del progreso positivo que hacían estas inspecciones, para dar cuenta de la cooperación progresiva que estaba haciendo el gobierno o las autoridades iraquíes para desarmarse y para demostrar que no poseían esas armas de destrucción masiva. Pero vimos que la administración de los Estados Unidos no aceptó esa situación. Y recuerdan ustedes que el cinco de febrero pasado la administración norteamericana dijo: en realidad esas comisiones están siendo engañadas, sistemáticamente engañadas, las autoridades iraquíes son pérfidas, son perversas, mienten sistemáticamente y engañan a esos inocentes inspectores, pero nosotros tenemos las pruebas de que tienen esas armas de destrucción masiva.

Y así fue como, como ustedes recuerdan, el Secretario de Estado, Ministro de Asuntos Exteriores, Canciller de los Estados Unidos, señor Collin Powell, vino el 5 de febrero a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad, a hacer una demostración con pantallas, demostración de las pruebas que las autoridades de Estados Unidos tenían y que los inspectores no conseguían ver. Y durante más de una hora el señor Collin Powell presentó esas pruebas con fotografías de satélites, etc. Y en realidad la misma noche de esa intervención muy espectacular, seguida en el mundo entero por más de 1.500 millones de personas en directo, fue televisada al mundo, en realidad la misma noche se demostraba que en toda la intervención del señor Collin Power no había una verdad. No porque lo decimos nosotros sino porque inmediatamente se supo que entre los argumentos, por ejemplo, que demostraban que había búsqueda de armas de destrucción masiva, el señor Collin Powell se apoyaba en una memoria de fin de curso hecha por un estudiante que en realidad reconocía el propio estudiante que él había recogido todo eso en Internet y que no tenía ninguna seguridad. Y era hasta lamentable ver dónde el Canciller de la primera potencia internacional se fundaba para declarar una guerra en un trabajo trucado de un estudiante desconocido.

El segundo argumento también se fundaba en los documentos presentados por el señor Blair, Primer Ministro Británico, y también se demostró que eran sacados de una memoria de fin de curso realizado por un estudiante en 1991 y que el propio estudiante esa misma noche ante las cámaras de televisión reconocía que él no había hecho un estudio serio.

Y luego, el propio señor Hans Blix vino al Consejo de Seguridad diciendo que “las pruebas” de las que hablaba el señor Collin Powell no estaban en absoluto demostradas, que esas fotografías no significaban nada. Y el Ministro de Asuntos Exteriores de la República francesa demostró por otra parte que apoyándose en los informes de los servicios de inteligencia de los propios Estados Unidos, no se había demostrado que había una relación cualquiera entre el régimen iraquí y los autores de los atentados el 11 de septiembre del 2001. Es decir, toda esa demostración era una patraña de mentiras. Y por consiguiente el desastre diplomático de los Estados Unidos fue enorme.

Hay que decir que en este período los Estados Unidos han conocido la derrota diplomática más importante de su historia. Ha sido extraordinario. Los Estados Unidos necesitaban nueve votos en el seno del Consejo de Seguridad, nueve votos sobre quince para obtener la autorización del uso de la fuerza. Ellos pensaron que con argumentos económicos, con presiones diplomáticas obtendrían el voto de pequeños países del sur, que por ser pequeños probablemente pensaban ellos que no tenían dignidad, y trataron de obtener el voto por ejemplo del modesto estado guineano, la Guinea de África, o trataron de obtener el voto de México que ellos piensan que está en su esfera de influencia, o el voto de Chile por ejemplo, porque pensaban que dependía comercialmente de ellos, o el voto de Pakistán que es su aliado militar, todos estos son países del Consejo de Seguridad. Ninguno de estos votos obtuvieron; ninguno. Los países pueden ser modestos, pero pueden tener dignidad.

Este desastre diplomático les llevó efectivamente por otra parte a tener que considerar el hecho de que algunos de sus aliados principales, por ejemplo Francia o Alemania, consideraron que se estaba tratando de manipular a las Naciones Unidas y que los Estados Unidos estaban tratando en realidad de considerar que las Naciones Unidas eran una pura cámara de realizar sus caprichos, y por consiguiente vimos como Francia que es miembro permanente del Consejo de Seguridad, que tiene derecho de veto, anunció muy pronto que se negaba a autorizar el uso de la fuerza. Y Alemania cuando integró el Consejo de Seguridad, y lo hizo como saben ustedes desde enero pasado como miembro no permanente también había anunciado que no apoyaría la autorización de uso de la fuerza. Y una vez que este polo empezó a constituirse también Rusia que estaba dudando se integró al grupo anunciando que no estaba dispuesto a autorizar el uso de la Fuerza. Y China vino también a apoyarse.

Así que los Estados Unidos encontraron en realidad que por su propia actitud estaban suscitando la aparición de una especie de nuevo polo, ellos que querían construir un mundo unipolar, esta administración es partidaria de un mundo unipolar; pues en realidad con su actitud arrogante, por su actitud agresiva, por su actitud despectiva con respecto a la legalidad y a la ley internacional estaban constituyendo el embrión de un segundo polo internacional. Y en este sentido yo creo que la posición de Francia ha sido una posición valiente, es una posición no hostil pero en realidad es una posición en la que de manera muy concreta Francia dejó entender que en ningún caso, aunque los Estados Unidos obtuviesen los nueve votos que necesitaban autorizaría el uso de la fuerza y que estaba dispuesta a utilizar el veto.

En realidad no hubo necesidad, lo he dicho antes, los Estados Unidos en ningún momento pudieron tener la perspectiva de obtener estos nueve votos, y en realidad también eso no les ha impedido de hacer la guerra, ni a ellos ni al Reino Unido que son también miembro permanente del Consejo de Seguridad y que también son evidentemente una viejísima democracia, y por eso decía yo al principio que es bastante lamentable ver que en el mundo en el que estamos, en el que evidentemente nosotros pensábamos que después de la caída del Muro de Berlín se podía crear un mundo nuevo en el que por lo menos la ley internacional sería el amparo de los débiles, como siempre, la ley es la que protege contra el fuerte. Mientras que en realidad estamos asistiendo a un mundo en el que la ley de la fuerza se está imponiendo a la fuerza de la ley y eso es extremadamente preocupante.

Si los argumentos oficiales no son verdaderos para hacer esta guerra ¿cuáles son los verdaderos argumentos? ¿Por qué los Estados Unidos están llevando a cabo esta guerra? ¿Qué es lo que buscan? ¿Qué es lo que les motiva?

Entonces yo creo efectivamente que hay varias razones que no se dicen y que en realidad sí que son las que han tenido una motivación importante. No hay que subestimar el impacto que ha significado los atentados del 11 de septiembre del 2001. Recuerden que los Estados Unidos desde la Guerra de Secesión no ha vivido jamás en su propio territorio, digamos en su propia carne, un ataque de este tipo, a veces se ha comparado con Pearl Harbor, pero Pearl Harbor, 7 de diciembre de 1941, tiene lugar en lo que en aquella época era aún una colonia, o no era por lo menos un estado de los Estados Unidos, las Islas Hawai, y tiene lugar también en una base militar, mientras que aquí evidentemente es en el corazón del país, Nueva Cork, Washington, símbolos centrales de lo que significa la sociedad norteamericana, el impacto ha sido muy fuerte. Y es indiscutible que hay desde el 11 de septiembre una estrategia nueva. Ese grupo de halcones que rodea al Presidente Bush ya estaba ahí.

Podríamos decir que en la corta etapa de gobierno que precede a los atentados del 11 de septiembre no es evidente digamos que esos halcones iban a tener el papel que han tenido después, hasta podríamos decir que el Presidente Bush había repetido varias veces que criticaba la posición digamos en política extranjera del Presidente Clinton y que quería recentrar el esfuerzo nacional sobre el interior.

En realidad el 11 de septiembre va a producir una especie de remotivación de estos halcones, que van a encontrar ahí el argumento que necesitaban para hacer avanzar sus tesis, tesis conocidas ya. El señor Wolfovitz ha publicado desde 1992, como saben ustedes, su tesis de la guerra preventiva, pero a partir de ahí, a partir del 11 de septiembre desarrollan la idea de la guerra permanente contra el terrorismo internacional, desarrollan su idea y su tesis de la guerra preventiva, desarrollan su tesis de la guerra preventiva-defensiva, como si esos argumentos pudiesen ser fácilmente teorizables, y por consiguiente este es un argumento, el terror, el miedo del hiperterrorismo, un argumento ya defendido por el Ministro de la Defensa del Presidente Clinton, el señor William Cohen, que había dicho que lo que más temían los Estados Unidos, hablo de antes del 11 de septiembre, es que existiese una posibilidad de articulación entre un grupo hiperviolento, de tipo la red al-Qaeda por ejemplo, de Ben-Laden, y por otra parte un estado delincuente, un estado donde ellos califican de estado forajido, delincuente, y poseyendo armas de destrucción masiva. Esto indiscutiblemente forma parte de una preocupación que ha motivado, es probablemente una de las motivaciones de esta guerra, pero no es la motivación central.

El petróleo evidentemente es uno de los motivos también de esta guerra, no pienso yo que sea el motivo central, mi idea es que esta es una guerra muy ideológica, no es una guerra que tiene sólo digamos razones económicas, pero obviamente el petróleo tiene una importancia colosal. ¿Por qué? Porque el modelo de desarrollo de los Estados Unidos y del mundo desarrollado se basa en el consumo, en el hiperconsumo de hidrocarburos, y hoy día los Estados Unidos no producen suficiente petróleo para sus propias necesidades, producen digamos el 45% del petróleo que necesitan, deben importar el 55% del petróleo. No les voy a hablar del petróleo, que yo supongo que todos los venezolanos son como especialistas de las cuestiones petroleras, sobre todo últimamente después de la guerra del petróleo local.

Pero lo que sí es evidente es que en el mundo digamos hay petróleo en muchas partes, pero los dos tercios de las reservas del petróleo del mundo, los dos tercios de las reservas del petróleo del mundo están situadas en el Golfo Pérsico, es decir que hay siete países, Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudita, Qatar, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Omán, que son los que poseen los dos tercios del petróleo y de las reservas de petróleo que garantizan el modelo de desarrollo hoy día de los países ricos. Y por consiguiente, el Golfo desde hace ya más de veinte años es una región de interés estratégico para los Estados Unidos. El Golfo representa lo que los Estados Unidos llaman intereses vitales para los Estados Unidos, es digamos la estación de servicio de la maquinaria industrial de los Estados Unidos, donde van a buscar la energía necesaria.

Esta tesis no es de la administración Bush, esta tesis la definió el Presidente Carter en los años 80 cuando ya él había definido lo que se llama la doctrina Carter sobre el Golfo, en el que decía que los Estados Unidos no tolerarían que una potencia exterior interviniese en la región del Golfo y que se opondrían a que se desviase algunos de estos estados y que se opondrían a la intervención de una potencia extranjera hasta recurriendo a las armas, esto estaba definido ya. Y obviamente, en los últimos años ellos han perdido Irán por una parte, el que había sido su gran aliado, pero desde el 79 ya no lo es, ha pasado a ser un país que ellos definen como país del eje del mal, han perdido a Iraq desde el 91, están hoy día en una situación complicada con Arabia Saudita desde el 11 de septiembre, en la medida en que ellos sospechan que una parte de los participantes en los atentados eran saudíes, que una serie de personalidades privadas saudíes financian al grupo Al-Qaeda, y por consiguiente el regresar a esta región, “el poner orden”, en esta región es para ellos el capital desde el punto de vista también económico y el petróleo por consiguiente tiene una importancia, pero repito, una importancia limitada.

Les voy a dar dos cifras nada más. ¿Cuánto vale el petróleo de Iraq? Es decir, ¿cuánto gana Iraq vendiendo su petróleo al año? Hoy día Iraq está produciendo 2 millones de barriles diarios. Probablemente los Estados Unidos van a ser subir de aquí a 2,3 años, una vez que conquisten el país, a 3 millones y medio de barriles diarios. Eso actualmente está representando unos 20 mil millones de dólares al año.

Esta guerra dura desde hace 20 días, 22 días exactamente. La guerra cuesta cada día, en gastos militares exclusivamente 2 mil millones de dólares. Si en el momento en el que hablamos ya la guerra le ha costado a los Estados Unidos 44 mil millones de dólares. Es decir, que se necesitan 2 años enteros de venta del petróleo iraquí para pagar los 22 días de guerra, sin hablar de la reconstrucción.

La reconstrucción se estima que va a costar por lo menos unos 100 mil millones de dólares. Es decir, 5 años de producción entera y evidentemente el petróleo, como ustedes se imaginan, es el recurso casi único de Iraq que necesitan para pagar sus funcionarios, reconstruir sus escuelas, sus puentes, sus hospitales, etc.

Por consiguiente, y esta reconstrucción la van a tener que pagar los Estados Unidos, que han hecho la guerra solos. Por consiguiente, el petróleo es importante evidentemente, pero no justifica exclusivamente esta guerra, que es peor. Si fuese el petróleo hasta tendríamos una respuesta a nuestra pregunta. Aunque no nos gustase, pero tendríamos una respuesta.

También está el agua. Es muy importante el agua. En esta región hay más petróleo que agua, Irak es el país que tiene los mayores recursos hídricos de la región. A partir del agua iraquí se puede crear acueductos que lleven agua a Jordania, a Israel, a Palestina, a Siria, a Arabia Saudita, a Kuwait, evidentemente y esto puede ser un recurso capital desde el punto de vista de la agricultura, del desarrollo de la región. El agua no es tampoco un argumento segundario en la idea de establecerse en el corazón de región para extenderse más allá.

Pero yo pienso que la tesis principal, la razón principal de esta guerra, lo he dicho antes, es una guerra ideológica y política, que es peor. Esta guerra está llevada a cabo por un grupo que tiene una idea de transformar el mundo y en particular esa región, que tiene la idea de reafirmar la hegemonía de los Estados Unidos, de confortar, de construir un mundo unipolar en lo que los Estados Unidos harán la ley, serán ellos la ley y la marginalización de todo lo que es multilateral hasta las propias Naciones Unidas.

Ellos en este momento a lo que estamos asistiendo durante digamos todo el siglo XX, el área central donde se focalizaron las preocupaciones geopolíticas principales de las grandes potencias fue Europa, después de la I Guerra Mundial, después de la II Guerra Mundial. Basta con observar que era en Europa donde los Estados Unidos tenían las bases militares más importantes.

Lo que está ocurriendo con Irak es sencillamente desplazar el centro de preocupación geopolítica del mundo hacia el Oriente próximo. Los 250 mil soldados norteamericanos y los 50 mil británicos que están en la región, probablemente se van a quedar por mucho tiempo. Porque ellos van a tener un interés en corregir con un bulldozer prácticamente las fronteras de la región. Por una parte para garantizar la seguridad de aliado en la región, que es Israel. Por otra parte, también para crear un entorno político que les permita reducir la presión de lo que hoy día concretamente es su enemigo principal, que es el islamismo radical.

No tenemos tiempo de desarrollarlo aquí, pero quiero señalarles sencillamente esto a su atención. Durante prácticamente dos siglos la teoría que suscitó la mayor energía crítica desde el punto de vista político, la mayor energía crítica que se multiplicó en sus aplicaciones, ya sea mediante la construcción de partidos, de crítica radical, ya sea las organizaciones practicando la violencia política armada de tipo radical, fue el marxismo, pero hoy día hay muy pocas organizaciones marxistas en el mundo que conducen lo que podríamos llamar una lucha radical o que se inspiran del marxismo para conducir un proyecto de transformación social, ya sea mediante el uso de la violencia en algunos países.

Hoy día, nos guste o no nos guste, evidentemente, curiosamente en el área árabe-musulmana, que representa 1.500 millones de personas. Es decir, la cuarta parte de la humanidad, la energía crítica principal está producida por el islamismo. Ya sea sus manifestaciones políticas mediante partidos políticos de tipo islamista, ya sea en sus manifestaciones radicales mediante el uso de la lucha armada, y de hecho hoy día, quien conduce en el mundo la violencia armada, mediante el uso del terrorismo, del hiperterrorismo en algunos casos, es precisamente lo que se llama el islamismo radical. Esta es la motivación o una de motivaciones que conducen los Estados Unidos a instalarse en esta región, por eso nuestro temor es que después de esta conquista de Irak exista la tentación de conquistar de una manera o de otra Irán, conquistar de una manera u otra Siria.

Por ejemplo, evidentemente jugando, en este caso con el petróleo, pero de manera indirecta. Es decir, por ejemplo, partiendo del principio que al rebajar el precio del petróleo mediante la sobreproducción se va a atacar a la OPEP, lo cual tendrá consecuencias, evidentemente también para Venezuela.

Probablemente la administración militar de Irak que se va a instalar, va a privatizar el petróleo iraquí, vendiendo ese petróleo a compañías privadas norteamericanas, británicas o neerlandesas y por otra parte también probablemente podemos imaginar que Irak se saldrá de la OPEP.

Países como Noruega, por ejemplo, Ecuador o México tampoco están en la OPEP. Esto sabemos que desde hace mucho tiempo los Estados Unidos consideran a la OPEP como un adversario y yo pienso que esta situación va a favorecer precisamente el paso hacia esta situación atacando a países como Irán o Libia, por ejemplo, muy dependientes del petróleo y repito, países exteriores que también les pueden plantear problemas y yo creo que en este caso Venezuela hoy día y efectivamente estamos aquí conmemorando un acto criminal de atentado a la democracia venezolana el 11 de abril pasado, que mostró también en qué medida la administración norteamericana estaba implicada en esta tentativa y por eso yo pienso que la manipulación de la OPEP puede también tener como objetivo secundario el de debilitar el proceso de transformación social venezolano.

En realidad, yo pienso que efectivamente la preocupación que debemos tener consiste en tratar de entender en qué tipo de estados se están transformando los Estados Unidos. Esta es la gran preocupación. Yo creo que esta administración está dándole un cariz a esta potencia que consiste esencialmente, primero en vulgarizar la idea que las Fuerzas Armadas son un instrumento de la política exterior, que las Fuerzas Armadas deben volver a ser como lo fueron durante los períodos de expansión imperial y colonial, deben volver a ser el instrumento principal de la política exterior.

Lo que ha ocurrido en particular con esta guerra es por otra parte también una especie de demostración de hiperpotencia militar que tiene el objetivo de intimidar a cualquiera. La idea de castigar, como se hizo primero en Afganistán el año pasado y de castigar a Irak hoy, en definitiva no respetando una serie de principios que nosotros pensábamos que hoy día las fuerzas militares de una gran potencia democrática respetarían las vidas de los civiles, que tomarían un cierto número de precauciones antes de atacar objetivos civiles como hospitales, escuelas, centros de prensa.

Hemos visto que el ejército norteamericano no ha tomado ese tipo de precaución y esto tiene el carácter de una demostración de intimidación, un superpoder que intimida al mundo y en definitiva que dice lo siguiente. Lo que acabamos de hacer en Irak, mañana lo podemos hacer en cualquier lugar.

Esto supone efectivamente que estamos asistiendo al nacimiento de lo que podríamos llamar un Estado militar de nuevo tipo, un Estado que podría ser lo que podríamos llamar una democracia militar, y que en realidad quiere ser el brazo armado de la globalización liberal.

Por eso, es absolutamente indispensable que las sociedades civiles, los ciudadanos del mundo, igual que se unieron el 15 de febrero en esta demostración de que un actor nuevo a la escala internacional había aparecido, que este actor es la opinión pública internacional apegada a los valores democráticos, apegada a los derechos humanos, apegada a la soberanía de los Estados y de los pueblos, es absolutamente indispensable, que las opiniones públicas, los ciudadanos.

Hoy día, con mayor cohesión que nunca, y en un impulso internacional, se movilicen para decirle a esta administración, se movilicen además solidariamente con los ciudadanos norteamericanos que también han manifestado con mucha valentía, con mucha audacia contra esta guerra. Yo creo que es indispensable recordar que la opinión pública recuerde que ese argumento que ellos están avanzando ahora no han descubierto esas armas de destrucción masiva que motivaron la guerra, se está viendo que no están, si ese régimen las hubiese tenido, las hubiese utilizado probablemente, no han aparecido, han dicho que era para establecer la democracia. Ya veremos qué democracia establecen en esta región, donde ha habido más de 60 intervenciones militares de Norteamérica desde 1898, cuántas democracias ellos han establecido y sabemos también que no se instalará una democracia porque sino los islamistas ganarán y ellos no quieren que ganen evidentemente.

Si quisieran establecer una democracia por qué no la instalan en Egipto, que es una de las peores dictaduras de la región y que es un Estado protegido por los Estados Unidos, donde el General Mubarak gobierna con un principio de Estado de sitio desde hace 22 años, donde hay más de 30 mil presos políticos. ¿Por qué no instalan la democracia en Egipto?

Evidentemente el concepto de democracia que ellos tienen probablemente no corresponden al que los ciudadanos del mundo quisiéramos, ellos dijeron que hacían una guerra justa, una guerra en nombre del bien, que en nombre del bien había que utilizar la fuerza y que era normal que hubiese víctimas inocentes.

Yo quisiera para terminar recordarles que el inventor del derecho de gentes, el holandés Grossio, en el siglo XVII ya decía que la mayoría de las potencias que invaden a otros países y que cometen guerras injustas en general dicen que cometen estos crímenes por el bien de los que ellos asesinan. Muchas gracias.



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Ignacio Ramonet


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