Maduro y Ramonet: Pinky y Cerebro

Definitivamente tengo que llamar a la atención popular sobre la influencia de este presunto "intelectual" español, residenciado en Francia, y con la de él, la de muchos otros extranjeros, y criollos, que asesoran a la acción del gobierno venezolano. Ayer, domingo 15 de enero, en la exposición de la gestión ejecutiva nacional ante el TSJ estuvo presente este invitado de honor, como otros de menor monta. A todos ellos y ellas estas breves líneas:

Debe ser muy regocijante para un extranjero experimentar con la sangre ajena al mejor estilo hitleriano. La presunta construcción del socialismo venezolano está siendo asesorada por este cerebro, entre otros Maquiavelos; que con indiferencia nihilista apartan sus miradas del sufrimiento cotidiano de un pueblo tan noble como el nuestro, para imponer sus macabras ideas. ¿Qué es más perverso un intelectual marxista o un neoliberal? Vivimos los efectos del neoliberalismo en los ochenta y noventa; ahora vimos los efectos de un socialismo a lo absurdo.

Pero la vanidad filosófica ha sobrepasado el límite, alcanzando la barbarie más rancia en su afán por conquistar al mundo para un proyecto ideológico paradójico. Ellos ordenan al miembro gubernamental: explica que las barreras contra el proyecto son: "la guerra económica, el cerco financiero internacional, etc…". Ellos cobran excelente dinero por sus artimañas; y son alabados de paso por la cofradía inicua. Si se exalta su vanidad intelectual y política.

Desde tal ignominia el gobierno levanta sus discursos y acciones gubernamentales, que sólo caen en los aplausos de los oídos deshonestos y en las manos de los lisiados morales. Todo es una comiquita cruel y atroz para el pueblo venezolano, una horrenda pesadilla son todas las promesas. La raíz de la problemática histórica fue diagnosticada por el padre de la patria, véase Discurso de Angostura 1819.

Que no hemos sabido formar en la moral y las luces, es por nuestro oscurantismo espiritual. Este problema existencial no lo resuelve la entelequia materialista. Ningún plan, ningún proyecto o ningún programa económico van a prosperar si no prospera antes el alma nacional. La corrupción será el término de su transformación. Esa es la triste historia de todos los planes de desarrollo positivista de nuestra amada Venezuela. Hay que echarle cerebro criollo y corazón espiritual a esto.

"Sólo el pueblo virtuoso se salva"

emedina62@gmail.com



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Edwin Medina


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