Hace unos meses atrás, yo, que soy un gran amante del Futbol, vi un partido de mi equipo favorito, donde el entrenador había hecho unos inventos en la alineación, y el equipo contrario le dio una paliza, sobretodo el extratega contrario, que le mostró una cátedra de estrategia y sentido común. Viendo las crónicas del partido, un redactor llamó al encuentro hecho por el equipo perdedor como "un desaguisado", o en criollo, una sopa sin condimentos de un chef de alta cocina.
Comienzo con esta anécdota porque ahora Jesús Silva ha escrito un artículo denominado "Me acuesto sin comer, pero todavía soy chavista", en el mismo hace un recuento de las carencias, vivencias y penurias , no solo de los venezolanos de a pie chavistas, sino de todo opositor que también es venezolano, por haber nacido en esta tierra, y que muchas veces sufre el triple que un chavista, pues es sometido al apartheid gobiernero, de los Consejos Comunales, de los CLAP, y de cualquier gremio que tenga que ver con la política nacional, teniendo en cuenta todas las aristas de los programas de Estado Venezolano, que deberían ser para todos los ciudadanos, sin distingo de clases, color, condición social, religión, y posición política. Es lo que dice la constitución; como abogado constitucionalista, el Profesor Jesús Silva sabe esto de sobra.
Este mismo abogado ha salido justificando aberraciones constitucionales, como la no convocatoria a referendo por parte del CNE, la publicación por parte de este ente del listado de firmantes para la aprobación y visto bueno del 1% de las firmas, la condena de quienes deciden emigrar de este país, debido a la terrible e insostenible condición que padece cada uno de los "ciudadanos de a pie" de este país. Esa decir, al parecer, le afecta las consecuencias de unas medidas tomadas por el gobierno que él ha defendido, cuando incluso ha disparado fino contra otros chavistas que "no están con Maduro", alegando una unidad, aunque eso signifique la auto inmolación de toda una ciudadanía.
Este mismo abogado, a pesar de haber escrito largo y tendido sobre la defensa de un gobierno que todos sabemos cómo es, como se comporta, porque nos ha afectado hasta los tuétanos, también "tira la piedra y esconde la mano", como cuando escribió todo un artículo pidiendo la renuncia al Chita San Vicente, anterior entrenador de La Vinotinto, pero el nombre del entrenador aparecía solo al final del texto; cualquiera que leía los primeros párrafos, podía palpar que las palabras estaban dirigidas sin duda a Nicolás Maduro.
Con estas postura, gente que obviamente, no son ciudadanos "pata en el suelo", porque a una persona de esa categoría, y me refiero a los pata en el suelo, no salen casi a diario dando entrevistas por televisión, no son profesores universitarios, no tienen cargos en el gobierno, ni siquiera como asesores constitucionalistas (se supone que una persona solo puede ejercer un solo cargo a la vez), quedan en evidencia, o como escribió el autor de la crónica de la cual hablé al principio; lo dejan "con el culo al aire", porque no se puede estar un día con dios, y al siguiente con el diablo, pero lamentablemente, ese es el pan nuestro de cada día.
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