Como lo veo lo escribo N° 231

Lo bueno y lo malo después del 2016

Con el terminal 31, como el día de hoy finalizo con estas reflexiones; pero primero antes que todo, quiero enviar mis más sinceros deseos de que todos los seres humanos logren la mayor suma de felicidad posible desde este día y para siempre. Estoy seguro que un gran aporte a esa felicidad es encontrarse en familia, así que a cuidarse y a cuidarla para que se mantenga el lazo que fortalece y vence cualquier crisis interna o externa. A los colaboradores en la organización y mantenimiento de Aporrea, mis más grandes felicitaciones; ojala se multiplicaran, su permanencia y trayectoria demuestra que si se puede tener un medio de comunicación libre, que de luces al que las necesite e inspiración al que la transmite. No puedo dejar por fuera a los escribidores que la nutren y que te llevan a la reflexión y mejoran tus ideas.

Lo mejor del 2016, fue que se mantuvo el poder y como dicen por allí y lo creo, sin él, será mucho más difícil cumplir el sueño bolivariano, lo bueno sería seguir manteniéndolo hasta y después de cumplir la meta de la mayor suma de felicidad posible; lo malo sería, que para mantener ese poder se siga transfigurando y mal-utilizando con descaro los mandatos Constitucionales con el fin de anular a los que consideramos nuestros enemigos, irrespetando la democrática decisión popular de la mayoría, una mala praxis que al final puede convertirse en bumerán si la tortilla se vuelve.

Lo mejor de ese tiempo pasado es que se continuó con la entrega de viviendas y pensiones al pueblo, cumpliendo otro de los mandatos de la Constitución Bolivariana; lo malo es que siguieron adjudicándolas sin un verdadero estudio social y con diferencias de acuerdo a la organización; por ejemplo, los pioneros pasan más trabajo y a veces se percibe menos ayuda en comparación con los que la reciben terminada y hasta bien equipada. En cuanto a las pensiones, que es un derecho para todos y no un viacrucis para obtenerla, sería bueno que se automatizara, es decir, cumplida la edad estipulada se comience a cobrar su beneficio.

Lo bueno después del 2016, es que todas las experiencias pasadas sirvan para despertar en la mayoría de los venezolanos el ímpetu de recuperar a la Patria, así tenga que abandonar las tendencias de la MUD y el PSUV, que solo han demostrado un manejo de sus seguidores; unos para recuperar sus privilegios y los otros para mantenerse en el poder y creerse merecedor de esos privilegios del cual el pueblo solo recoge las migajas y para colmo lo convierten en traidor de la Patria, si aplicamos el dicho "el pueblo tiene el gobierno que se merece".

Lo bueno después de este 2016 sería, que se motivara e incentivara realmente la producción agrícola y pecuaria; que las industrias básicas del estado asuman el reto de superar cualquier producción pasada, que las instituciones cumplan con el mandato dado y los ciudadanos y ciudadanas sean útiles a la Patria. Tal vez mis deseos sean una utopía para muchos, pero a ellos les recomiendo analizar la Carta de Jamaica y el Discurso de Angostura, presentados por Bolívar para que sepan que todo esto es posible si cumplimos con sus consejos y dictámenes.

Por eso clamo porque los poderes creadores y libertarios de muchos de los que hoy se mantienen callados y alejados por múltiples razones; a insurgir con toda la fuerza posible para salvar a nuestra hermosa Venezuela. Pienso que el llamado es eterno para todo lo que atenta contra el país y que la participación en estas luchas nada tiene que ver con "oposición ni oficialismo"; es interés de todos los venezolanos que en estos momentos pasan por una crisis existencial inmerecida, que pone en peligro la integridad territorial, ética y moral de la Patria y su Pueblo.



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Luis Díaz


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