Mi acercamiento al Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores a través del Consulado General de Venezuela en Barcelona no hizo sino reafirmarme en lo alejado que quiero estar de esa desvergüenza y de esa indignidad infinita de quienes lo representan.
Dar de comer muy bien a numerosos amigos, familiares y compadres del alto gobierno y del alto mando militar parece el fin de la Diplomacia Bolivariana. En particular el Consulado General de Barcelona con un Cónsul General, dos Cónsules Generales de Primera, dos Cónsules Generales de Segunda, un Cónsul de Primera y dos Cónsules de Segunda sigue la línea impuesta por el gobierno. La del nepotismo y la complicidad. La de las irregularidades y el descaro. La de la soberbia y el miedo.
Admito me ví tentado ante el desempleo en España - donde vine a realizar estudios - a aceptar la oferta de empleo - empleado español no diplomático - de ¨Community Manager¨ para llevar las redes sociales del Consulado. Así lo hice pese a mi. Ver a diario a los funcionarios antes citados con una patética ceguera ante la difícil y extrema realidad económica de Venezuela , un discurso retórico aprendido y un sueldo seis o siete veces mayor al de los empleados locales , quienes hacen posible la gestión de la misión, me resultaba casi imposible de soportar. Pero una infografía con un mapa ilustrativo sin la zona en reclamación - revisado antes de ser publicado por los numerosos cónsules - sirvió de excusa para que me despidieran sin indemnizarme y deshacerse ellos así de la incomodidad de un empleado que no era parte de ese microcosmos en el que se sienten cómodos retroalimentándose unos a otros ; un empleado que les repetía la triste realidad de los pensionados venezolanos en España - algunos deshauciados de su vivienda por 11 meses sin cobrar , que hacía pública su preocupación por el retraso del salario y aguinaldo del personal local del Consulado- como sucedió el Noviembre pasado - y como es probable siga ocurriendo.
¨Favor que me hacen…¨ les dije. Es preciso vencer los silencios, caldo de cultivo de las irregularidades varias y de la impunidad. Tener 8 Cónsules saltándose el concurso y curriculum diplomático, apadrinados impuestos a dedo en nombre del ¨Socialismo¨ con salario promedio de 6.000$/mes - un equivalente a 656 sueldos mínimos venezolanos, es vergonzoso ,asqueante e inmundo en un país donde el pueblo noble es víctima de la peor de las crisis económicas jamás vivida.
Por este escrito me tildarán de contrarrevolucionario, apátrida o traidor , me quedo con este último… traidor , Traidor de Traidores!!
*Fotógrafo / Productor Audiovisual
