Las manos del hambre

Las MANOS DEL HAMBRE son el fantasma que recorre todos los días a Venezuela…son manos distintas unas largas y femeninas, otras más ásperas y masculinas, están las arrugadas por el tiempo inclemente, donde reposa la sabiduría de un pueblo, que abrió el camino para la construcción de uno de los procesos históricos de mayor dignificación humana, y que otros en su mezquindad ambiciosa, producto de mentes acomplejadas buscan pisotear, y las que más conmoción crean las pequeñas y tersas, incluso las más chiquititas, reflejo de los niños y niñas de la Patria, cuyas voces el gobierno actual busca silenciar a diario, sin preguntarles por lo menos su opinión acerca de la forma de mundo en las que les gustaría jugar y crecer, todas son distintas. También diferentes son sus colores, unas blancas como las gaviotas que vuelan en libertad, otras más oscuras como la tierra donde camina la vida, las hay negras como la noche que esconde todos los misterios, y hasta amarillas, etc.

Sin embargo todas tienen características que las hacen comunes, todas se nos aparen a los lados, por abajo por arriba, en el momento en el que uno va a comprar cualquier tipo de comida, desde un almuerzo ejecutivo, una simple botellita de agua hasta una solidaria arepa “socialista” del gobierno rojo,  pero no rojo comunista, ni rojo como la última franja de la bandera venezolana, sino roja como la sangre que los altos dirigentes de las cúpulas ( tanto de la DEL GOBIERNO COMO DE LA MUD) añoran todos los días hacer correr en este país, para darle mayor vigor a sus justificaciones políticas.  Aparecen temblorosas, revoloteando como mariposas atrapadas, ansiosas de escapar y con el eco que se hace imposible de silenciar “TENEMOS HAMBRE”. También se ven en la calles por las que uno camina, corren, te persigue, te asalta, en los medios de transporte públicos que uno toma, en las puertas de los colegios de nuestros hijos, frente a cualquier cúmulo de basura, allí se suelen aglomerar en familias, conjuntos, y muchas veces duermen toda la noche, con la esperanza de encontrar algo, cualquier cosa, simplemente algo.

Resulta inevitable y agobiante frente a la dura realidad que atraviesa nuestros bolsillos, ser indiferente, y no soltar en un salto impulsivo lo que uno tenga hacia esas manos desprotegidas.

Lo que para muchos nos resulta más angustiante es que día a día estas manos crecen aceleradamente en Venezuela, y despertamos a diario, mirando nuestras manos con la zozobra del momento en el que sufran la inevitable mutación de ser nuestras manos, manos que reconocemos, con las que nos sentimos cómodos y acostumbrados a ser MANOS DEL HABRE, pero pareciera ser inevitable…

La ansiedad que se declara en nuestro consciente o se asoma de incognito en los laberintos de nuestro subconsciente, es que si no terminamos de UNIR TODAS NUESTRAS MANOS CON LAS MANOS DEL HAMBRE Y HACERLE UNA INMEDIATA DENTENCIÓN AL JUEGO MAQUIAVELICO DE DOS CUPULAS (LOS DOS ÁNGELES NEGROS) QUE SE IMPONEN SOBRE NOSOTROS COMO PUEBLO  ( LOS QUE MIENTRAS, QUE AQUÍ CRECIA EL NÚMERO DE MANOS DEL HAMBRE, DIALOGABAN EN TORNO A LA PAZ... ¿CUÁL PAZ?, o sea para los que necesitan más explicación, los cabecillas del Gobierno y algunos rostros de la MUD. SOLO QUEDARÁ EN VENEZUELA LAS MANOS DEL HAMBRE.

 

LEVANTEMONOS CON CORAJE Y LIBERTEMOS A VENEZUELA.

NO MÁS MANOS DEL HAMBRE.

La autora es: Militante de Marea Socialista, Socióloga UCV, estudiante de Derecho, Defensora de los Derechos Humanos.  

    crberrizbeitiar@gmail.com



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