¡Muy bien! Pérez Pirela

En honor a la verdad, y a pesar de otro artículo, otras palabras, otras actuaciones, debo confesar en este mismo portal, que en su programa de anoche, Cayendo y Corriendo, Miguel Ángel Pérez Pirela estuvo extraordinario.

Programa que fue dedicado en honor del Comandante Fidel Castro, quien acaba de pasar a otro plano, para mí, a la gloria de la eternidad. Como también para Pérez Pirela, quien renunció a sus pantalones rojos, a su chaqueta verde de piel, y vestido de una forma muy presentable, respetuosa, nos mostró sus sentimientos y admiración a Fidel. Y permítanme llamarlo Fidel, así como acostumbran tantos cubanos para quienes era ya una figura familiar, cercana, cálida. Para mí, más cercano fue, en mi época de finales de los 60, comienzos de los setenta, la figura del Che Guevara. Universitaria, la lectura de sus libros, en plena primavera francesa del 68, representó y estimuló mis ansias de libertad, mi rebelión hacia un padre italiano y severo, mis confidencias a un padre jesuita, con quien comentaba al Che Guevara. Años después, en La Universidad Central de Venezuela, en su increíble Aula Magna, tuve la dicha de escuchar con admiración y recogimiento a Fidel Castro. No recuerdo el año, pero habló largo, horas y horas a sala llena.

¡Muy bien por Pérez Pirela! Excelente en sus palabras, en su crítica a los politiqueros de la oposición, por desenmascararlos en su gigantesca ignorancia. Y lo oyeron televidentes de cualquier tinte político, los chavistas, los independientes y los opositores, como acostumbra a decir.

Muy bien también por la declaración pública de sus sentimientos, su pasión por la historia, su comprensión de la humanidad y de los nobles motivos que acomunaron a gigantes como Fidel, Chávez, Allende, Mandela, Gabriel García Márquez, todos ellos nombrados repetidamente en su programa de ayer, creativo, lucido, impecable, como nunca. Programa sin igual, que debería ser conservado como una obra de arte del periodismo ejercido por este joven filósofo maracucho.

De los mejores homenajes que he visto en los últimos días dedicados a Fidel Castro. Incluso me gustó aún más que el presentado por Walter Martínez, igualmente de alta calidad. Y me quedé esperando los comentarios de Mario Silva en su programa La Hojilla del día sábado, que no salió, y que espero con ansia hoy martes. Venezolana de Televisión presentó el documental que le hiciera el cineasta Oliver Stone a Fidel Castro, quien me dio muchas luces sobre el carácter, y la vida del Comandante. ¿También lo llamaremos Eterno?

Y gracias a Pérez Pirela y su bello programa de anoche, volví a escribir para Aporrea pues en vista de unos meses de tanta desazón, mucha consternación por lo que nos está pasando, tanta e intensa resistencia contra los acontecimientos que nos afectan a los venezolanos día a día, había decidido no escribir, a menos que sea para decir algo bueno. Siguiendo además las sabias y santas recomendaciones del Papa Francisco, a quien deberíamos invitar a Venezuela, en este especial momento cuando siento que somos un país sufrido, golpeado, maltratado, y donde los enormes esfuerzos del Gobierno Bolivariano parecieran, por ahora, hacer un hueco en el agua. ¡Venceremos!



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Flavia Riggione

Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.

 flaviariggione@hotmail.com

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