Lorenzo, mátanos lentamente

No cabe duda que en ciertos lugares del planeta y durante ciertos períodos surgieron prohombres y promujeres que le entregaron a la posteridad un legado, que a pesar de la distancia en el tiempo, aún permanecen en la mente de los contemporáneos. Es imposible no recordar nombres como Aristóteles, Platón, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Safo, Demóstenes, Antíoco, Praxíteles, Ictino, Calícrates (los dos últimos arquitectos del Partenón)…Todos ellos vinculados a disciplinas que hoy por hoy constituyen referencias del pensamiento y del hacer universal. Han pasado siglos y es imposible dejar de lado a los filósofos, poetas, dramaturgos, escultores y arquitectos de la antigua Grecia en el intento de un o una artista de concebir una moderna obra de arte. De igual manera, debo referirme a la pléyade de poetas, escritores, pintores y escultores famosos de Florencia (Italia) durante el renacimiento.

Las guerras de la independencia americana no se hubiesen concebido sin la existencia de las enciclopedias escritas por autores que surgieron durante el siglo de las luces de Francia, el llamado período de "la ilustración" (siglo XVII). En esta centuria se destacaron Voltaire, Diderot, Roseau, Montesquieu y otros, quienes con sus obras difundieron nuevas ideas que consintieron el progreso de la humanidad. Los autores de las gestas de la independencia americana tomaron del enciclopedismo ideas innovadoras donde se criticaba la actuación de la iglesia católica al lado de las monarquías absolutas. Hoy por hoy, en pleno siglo XXI los pensamientos de aquellos intelectuales perduran en la mente de los actuales filósofos, escritores, abogados, constitucionalistas…y en sus actuaciones, en algunos casos, hacen referencia de aquellas lumbreras.

Estimados lectores permítanme la ironía. A finales del siglo XX y principios del XXI los venezolanos nos asombramos del surgimiento de una "luminaria de intelectuales" quienes, a falta de nuevos liderazgos, como vulgares filibusteros, abordaron la nave de la política en el infructuoso intento de apropiarse y subastar las riquezas del país. Me obligo a destacar al "filósofo" Henrique Capriles, al "pacifista" Leopoldo López, al "semiólogo" Ismael García, a la "dramaturga" María Machado, a la "internacionalista" Lilian Tintori, al "banquero" Carlos Caldera, al "místico" Freddy Guevara, a la "poetisa" Gabi Orellana, a la "experta petrolera" Delsa Solórzano, al "taumaturgo" Tomás Guanipa y no me podía faltar un "demiurgo", a quien le dedico este artículo, el señor Lorenzo Mendoza, el amo y señor de la empresa Polar.

Se preguntarán por qué me refiero al "señor" Mendoza como un demiurgo (especie de dios o creador). Por desgracia el dueño de la empresa Polar está matando lentamente a los venezolanos dado que los está envenenando con sus comistrajos tóxicos y conduciéndolos a una muerte segura. Una forma de decidir quién muere o quién vive (un dios terrenal), según consuma o no sus bazofias. La presencia de estos deletéreos "comestibles" en los supermercados causaría el fallecimiento a temprana edad de los consumidores. Estos morirán, los otros, los que no lo ingieran, vivirán más tiempo, según lo decida el dios Lorenzo.

Voy a escoger algunos de los tantos productos que "produce" y distribuye la mal llamada empresa de alimentos para que los lectores saquen sus propias conclusiones, Así mismo, podrán tomar la decisión de continuar o no consumiendo los comistrajos Polar. Por ejemplo, las bebidas carbonatadas como la Pepsicola.

Las bebidas gaseosas como la referida en el párrafo anterior contiene grandes cantidades de azúcar refinada es decir, sacarosa (una lata contiene 13 g de azúcar. Una lata diaria equivale a casi 5 kg de azúcar al año) y almíbar de maíz con considerable fructosa. Tales ingredientes afectan los niveles en sangre de las hormonas como la insulina, leptina (que inhibe el apetito) y grelina (hormona que estimula el hambre). Una lata de esta bebida aporta 150 cal diarias y su consumo agrega al organismo calorías innecesarias (60.225 calorías vacías en un año). Además, contienen cafeína y colorantes industriales causantes de alergias. Sin dar muchos detalles sobre esta bebida debo resumir que su consumo es responsable de diversas enfermedades, tales como: osteoporosis, obesidad, caries y erosión del esmalte dental, enfermedades cardíacas, alteraciones renales, alteración del metabolismo y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, entre tantos males.

La cerveza es una bebida alcohólica elaborada con granos fermentados como la cebada, el trigo y por lo general, con sabor a lúpulo. El consumo excesivo de cerveza (más de una cerveza al día) puede causar diversos problemas que afectan la salud del consumidor (una lata de cerveza diaria equivales a 108 litros al año. Un tanque grande de cerveza). Entre dichos males podemos resaltar: cirrosis, cáncer, dolor en las articulaciones, obesidad abdominal (barriga cervecera), inflamación y daño del páncreas, problemas cardíacos, entre otras dolencias. No debo dejar de lado la otra sustancia tóxica que está distribuyendo a la empresa de comistrajo Polar, como es la llamada sangría con alto contenido de alcohol y azúcar refinada. Una mezcla explosiva y perniciosa.

El comistrajo estrella de la empresa Polar es la harina de maíz precocida, la cual tiene mucha demanda en los hogares venezolanos. Es importante señalar que la composición química de un alimento en su estado original puede verse afectado como consecuencia de la aplicación de diversos procesos industriales en el trascurso de su elaboración para la obtención del producto final. A lo anterior se debe agregar los cambios causados durante el almacenamiento, transporte y la preparación final del alimento (arepa, empapada y hallaquita). En la medida que el cereal sufre numerosas modificaciones su valor nutritivo se pierde. Esto es lo que sucede con el comistrajo que vende Lorenzo. El valor nutritivo de la harina precocida es mínimo, para lo único que sirve es para engordar, dado que después de tantas transformaciones y de tanta cocción se elabora una bazofia sin valor nutricional. Una arepa diaria de 20 g, al final equivale a 7,3 kg al año de harina que solo sirve para ensanchar los rollitos de la cintura.

Es importante tener presente que todas las comidas empacadas son tóxicas y dañinas para la salud. Los industriales cuando fabrican un "comestible" lo embalan y/o lo envasan pensando en su cuenta bancaria y no en la salud, ni en el bolsillo de los consumidores. El caso de la peor aberración que distribuye y comercializa el señor Mendoza son los comistrajos embolsados en los coloreados envoltorios de aluminio, es decir, los doritos, tostitos, yuquitos, quesitos y tanta porquería que se venden para el consumo de niños, jóvenes y adultos. La mayoría de estos productos contienen glutamato monosódico un neurotoxina, un potenciador del sabor, prohibido en varios países por sus efectos nefastos en la salud de los consumidores. Este aminoácido, un aditivo contenido en casi todos los comestibles empaquetados, en las sopas envasadas y en la comida chatarra, es responsable de migrañas, espasmos musculares, nauseas, alergias, obesidad, dolores en el pecho, dificultades respiratorias. Así mismo, según estudios médicos, está relacionado con el mal de Alzheimer, trastorno en el sueño entre otros de los estragos en la salud.

Podría dedicarle una enciclopedia a los peligros de la empresa de comistrajo del "creador" Mendoza, la luminaria del siglo XXI, el enterrador de la comarca, pero es imposible olvidarme de la pasta que distribuye la Polar. Este producto preparado con harina de trigo contiene "gluten", un aditivo tóxico, un conjunto de proteínas utilizada en la preparación de la pasta el cual es causante de varias enfermedades entre estas: la artritis, el reflujo gástrico, la obesidad, la debilidad en las uñas y el cabello, el acné, aumento de la azúcar en la sangre…entre tantos peligros.

Si se desea una buena salud en el núcleo familiar se debe prescindir de los comistrajos comercializados por la Polar, la mayoría son tóxicos (salsas, jugos pasterizados, quesos fundidos, bebidas energéticas…). Al señor Lorenzo lo único que le excita son los dólares de la renta petrolera y no la salud de su prójimo. Evita los productos empaquetados (industriales) y envasados en botellas y en latas. Cuando pelas un trozo de yuca, de batata, un plátano, un trozo de ocumo, un topocho, una papa…tienes la certeza de lo que estás comiendo. No ocurre lo mismo cuando rasgas un paquete, destapa una botella o abres una lata. En estos casos ignoras lo que el envase contiene y cómo lo prepararon. Ninguno de los comistrajos que fabrica y distribuye la empresa Polar aprobaría un examen de valores nutricionales. Tengo la certidumbre que de la pléyade de políticos de la oposición y empresarios como Lorenzo M. nada le dejarán a Venezuela y mucho menos a la postrera humanidad. Triste papel de estas "luciérnagas" sin brillo. Lee que algo queda.

Enoc Sánchez

enocsa_@hotmail.com



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