La arquitectura para las clases sociales sin espacio

Nuestra Arquitectura pretende explicar la lucha por el cambio político necesario.

 

  • Entretanto, el problema de las asimetrías sociales persiste. Quedan sin espacio y sin ciudad, capas medias de asalariados, proletarios y marginales. Quedan ocultas las miles de hectáreas de ranchos y sub-habitaciones sobre las cuales proponemos un esfuerzo técnico, pero con la clara consciencia de producir una práctica teórica que será tributaria de una práctica política, sin la cual aquella se quedará solo en eso y, no se hará nunca realidad efectiva.

Los elementos centrales de nuestra reflexión podrían tener como punto de partida una concepción dialéctica del mundo, como una manera de concebir la realidad, de aproximarse a ella para conocerla y de actuar sobre ella para transformarla. Es de gran magnitud la búsqueda teórica y epistemológica en relación con una propuesta dialéctica de la realidad para la concepción del espacio, que se valida en la práctica y se enriquece con lo que se aprende de ella como con la teoría. De esta concepción del mundo se desprenden algunas proposiciones de especial importancia para el análisis de un modelo dialéctico, que llamaremos Modelo Tetraléctico de la Realidad, el cual nos permite definir un proceso de producción de conocimientos sobre la práctica teórica que nos interesa en la sistematización de respuestas espaciales y de transformación de la sociedad:

  1. Un aspecto que comprende lo Contextual: Espacio-Tiempo y Causa-Efecto, sobre el cual se puede definir las consideraciones de los asentamientos humanos, la estructura de la comunidad, la ciudad y su planificación, la cultura popular; que inciden en el proceso de la toma de decisiones para implementar alternativas contextuales más consustanciadas con el respeto a la identidad y la cultura de la población, quien, en definitiva, dirige las propuestas del hábitat local-comunitario.
  2. Un modelo teórico-metodológico que implica una teoría-práctica, para la organización de la base social y del territorio, como de la automatización de datas social y cartográfica, que faciliten que las propias comunidades activen la participación en la producción teórica de conocimientos para la planificación estratégica colectiva.
  3. Un aspecto conceptual-ideológico: Materia-Energía, que permite ver las articulaciones con otros niveles de la realidad fundamentada en un hacer de producción teórica de conocimiento y soluciones técnicas para una práctica política proyectada hacia las necesidades de las multitudes, a través de la utilización de las potencialidades de las fuerzas productivas y el carácter de propiedad social del espacio.

El modelo tetraléctico de la realidad, se apoya en la concepción del mundo dialéctico para la intervención en una realidad social. Creemos que por esta vía las relaciones de los binomios dialécticos: Espacio-Tiempo, Causa-Efecto, Teoría-Práctica y Materia-Energía, generan un modo de pensar y un método en la perspectiva de la lucha de clases por el espacio todo que se universaliza. En efecto, nos planteamos un modelo teórico sobre el espacio que debe integrarse un hacer que transforme la realidad como proceso cambiante, histórico, social y ético, fundamentado en la participación de la comunidad, su contenido socio-económico-político y sus haceres como totalidad de un hacer político de todos.

El hacer del poder y el poseer niega la naturaleza y la vida de los seres humanos por el poder socio-económico-político, manifestando la contradicción en las sociedades actuales. En efecto, el hacer del presente como hacer del poder y del poseer ha generado:

  1. Un régimen de producción centrado en el lucro y el afán por acumular riqueza:
  • La propiedad privada e individual de grupos sociales.
  • El incremento del consumo técnico y diferentes clases de espacio para diferentes clases de personas.
  • La ocupación demográfica y la explotación de los recursos naturales totalmente desequilibrada.
  • La concentración y la centralización de la propiedad.
  1. Deformación estructural que se constata en la desproporción de los sectores sociales, los económicos, los urbanos y los territoriales:
  • La propiedad privada e individual de grupos sociales.
  • Un hacer carente de fundamento ético y un espacio como expresión y distinción económica-política.
  • Un burocratismo e ineficiencia de la Administración Pública.
  • El incremento del clientelismo y la corrupción.
  • El sector primario signado por la mono producción a partir de la explotación petrolera, con poco valor agregado, la agricultura en ruinas, el sector de servicio y el comercio hipertrofiado.
  1. El crecimiento económico en detrimento del desarrollo social y humano:
  • Un hacer al servicio del poder contra los seres humanos y la naturaleza.
  • La generación de los niveles de exclusión, la pobreza crítica y el desempleo.
  1. La fractura de la identidad nacional y la desvalorización de los valores patrios:
  • La relación de dependencia y del tutelaje colonial imperialista.
  1. La propiedad privada del espacio determina la propiedad privada del uso:
  • Los seres humanos sin espacio para habitar, producir, recrearse y la pérdida de la resolución de los problemas como un Todo.
  1. El modelo económico productivo basado en la renta del petróleo:
  • La absoluta dependencia de la producción de bienes y tecnologías.
  • La economía de puerto o enclave.
  1. El egoísmo y el principio de utilidad como fundamentos de la sociedad, del mundo y de la vida:
  • La desaparición de especies y las fuentes primigenias de la vida: ríos, lagos, bosques, el aire puro y el agua potable.
  • El uso y el abuso irracional de los dones que el planeta nos proporciona.

De lo anteriormente señalado, se plantean los esquemas del Espacio Tetralectográfico del Ser y del Deber Ser. En el espacio del Ser se niega las irracionalidades de lo existente y en el espacio del Deber Ser, como expresión de un Deber Ser social, se afirma para crear, como realidad anticipada, el proyecto arquitectónico. Sin este proyecto, la Arquitectura permanecería en escisión.

El proyecto arquitectónico será el Deber Ser espacial que transforma la determinación existente en un Hacer verdadero, opuesto al Ser, por su capacidad de comprender el Todo, al que debe integrar su Hacer. En efecto, se debe desmitificar para siempre cualquier teoría que pretenda solucionar las irracionalidades del espacio presente con "haceres" parciales; pues la negación existente determinará un Hacer verdadero en el Deber Ser social.

En relación con la teoría que apoya nuestro Hacer, planteamos la Arquitectura en el Deber Ser espacial, como expresión de un Deber Ser social, que será el proyecto arquitectónico. Sin éste, la Arquitectura de Multitudes permanecerá en el anonimato. Es ingenuo pensar en un Hacer de minúsculos trozos de espacio, para minúsculos trozos de sociedad, que perpetúe la determinación existente en un Hacer falso, opuesto al Ser, por incapacidad de comprender el Todo, al que debe integrar su Hacer. La Arquitectura en el Deber Ser espacial pretende sentar ciertas bases político-filosóficas, que expliquen la orientación de nuestro Hacer que lucha por el cambio político necesario:

  1. La Arquitectura de Multitudes no se entiende como determinación fija sino como proceso histórico en el cual la verdad se desarrolla como un resultado de ese mismo proceso. Toda irrupción que pretenda inmovilizarlo es violencia contra la libertad de lo que busca la verdad en su realización. El dominio, el poder en general, es acusado de esta violencia.
  2. En la Arquitectura de Multitudes se pretende fundamentar el Hacer verdadero en el Conocer. Pues, todo Hacer y todo Conocer es social, en tanto se inscriba en fines y proyecte programas, es político porque implica dirección de la acción social; este Hacer político debe negar el sojuzgamiento del mundo –ser humano y naturaleza- para ser racional, lo que significa no negar la libertad y fundamentarse como Hacer ético.
  3. La Arquitectura de Multitudes encuentra en lo dado la situación, como negación del espacio para la vida de los seres humanos por su escisión y particularización debido a la acción del poder, que se espacializa reflejando la estructura socio-económica de clases, negadora de la comunidad. La negación de esta situación constituida como proyecto social recoge las potencialidades de la situación y anticipa el Deber-Ser del Es actual y proyecta el espacio para este nuevo contenido social.
  4. La Arquitectura de Multitudes debe proyectarse en el Deber-Ser porque debe negar la situación existente. Su construcción debe hacerse en el Deber-Ser y comprometerse con la racionalidad posible en el devenir del presente. La obra se desarrolla dentro de un campo de posibles que la limita y debe ser, por lo tanto, transacción que reduzca los condicionamientos irracionales de la legalidad existente, pero que elabore los instrumentos operativos para lograr su puesta en práctica.
  5. En la Arquitectura de Multitudes se sustenta que la particularización arquitectónica es de carácter secundario y que la Arquitectura debe construirse como problema planetario que se universaliza. Frente a su mundialización, como el problema del hambre o la salud, la solución es universal. El proceso, será entonces, desde la comunidad Latino Americana a la comunidad planetaria.
  6. En la Arquitectura de Multitudes el espacio se arma en la concepción de una totalización que se va haciendo, que señala pautas a las partes tanto como éstas señalan a aquéllas. Las combinaciones con repetición de elementos, la articulación de partes-tipo, dan lugar a un espectro formal de la riqueza tal, que desafía la imaginación más fértil.
  7. En la Arquitectura de Multitudes la nueva estructura de la ciudad se fundamenta como principio de unidad espacial, que jerarquiza focos de actividades, dejando espacios intersticiales de áreas grises de vivienda y en la escala de grandes megalópolis, incluso superficies de explotación rural.
  8. En la teoría de la Arquitectura de Multitudes el nuevo Hacer espacial está relacionado con el Cómo Hacer y con el Para Qué y Para Quién, definiendo las condicionantes técnicas, estéticas y éticas del proyecto de Arquitectura para las clases sociales sin espacio:
  1. El proyecto técnico, como proceso, está conformado por partes compatibles, sistema que crece en el espacio de las tres dimensiones, capaz de contener, por su diseño estructural, la multiplicidad de actividades de la vida del Ser humano. Es el proyecto de sustitución de las obras únicas artesanales por las obras en serie industrializadas. El proyecto técnico como proceso móvil y cambiante por procesos físicos que permitan desmontar, modificar, trasladar y crecer. Es un proyecto técnico de producción de la obra necesariamente para las multitudes. Se apoya en una práctica política fundamentada en la socialización de la empresa constructiva.
  1. El proyecto estético, como espacio armonioso frente a la miscelánea urbana de nuestras ciudades actuales, responde al contenido de una sociedad armónica, donde la expresión de la individualidad encaja en la macro-estructura de la comunidad. El proyecto estético nace del número, su repetición y combinación, que garantice proporción y ritmo. El proyecto estético es un espacio armonioso -al servicio del Ser humano y la naturaleza- frente a la miscelánea urbana de nuestras ciudades actuales. Entonces, será un proyecto proclamante de libertad por su carácter subversivo, por ser manifestación de las potencialidades del ser vivo.
  2. El proyecto ético, como espacio social y no para una clase, niega la individualidad exclusiva y existente, la supera y la conserva en la comunidad. Es el proyecto del espacio para todos los seres humanos y para cada uno de ellos, como afirmación del espacio para la vida y la razón de los usuarios y la comunidad, para un nuevo contenido de un espacio social y no de un espacio para una clase. Un proyecto ético que se apoya en una práctica política fundamentada en la propiedad social del espacio urbano, que garantice una cultura para la inclusión, proyectada en la teoría del espacio para la mayoría de los seres humanos que luchan por el cambio político.

En los objetivos anteriores, se ha esbozado una teoría de la estructura formal urbana de la actual fase de desarrollo del Capitalismo y, se destaca a su vez, la ruptura que produce dicha fase con todas las formas que le antecedieron. No obstante, existe entre ellas una unidad conceptual, que orienta nuestro Hacer y constituye una herramienta teórica del espacio, por el cambio político necesario del devenir ético.

Entretanto, el problema de las asimetrías sociales persiste. Quedan sin espacio y sin ciudad, capas medias de asalariados, proletarios y marginales. Quedan ocultas las miles de hectáreas de ranchos y sub-habitaciones sobre las cuales proponemos un esfuerzo técnico, pero con la clara consciencia de producir una práctica teórica que será tributaria, como bien dice Castells, de una práctica política, sin la cual aquella se quedará solo en eso y, no se hará nunca realidad efectiva.

Es necesario desmitificar para siempre que el problema del espacio social no sólo es un problema técnico, sino también un problema inmerso en la lucha de clases y, por lo tanto, político. La solución de los problemas de los sin-espacio no es espacial, sino política, pues, el problema del espacio social está adecuado a la acumulación Capitalista y a las relaciones de reproducción. Debe quedar claro, por lo tanto, que no son las soluciones técnicas las que resolverán el problema del espacio construido, sino la decisión política del uso del excedente de producción social. De allí, que sea imprescindible evitar todo género de parcializaciones y aislamientos de problemas tendiente a ocultar la totalidad en que se inscriben y a privarnos de un pensamiento crítico, por la imposibilidad de advertir las articulaciones con otros niveles de la realidad.

Anticipemos, entonces, una solución política y la creación de alternativas espaciales para ese cambio, que puedan apoyar teóricamente una práctica política que las haga realidad, para que así los sin-espacio puedan tenerlo. La técnica para resolver el problema viejo de los sin-espacio, en una sociedad nueva, es un espacio nuevo, que exige una técnica nueva. Lo que antecede no significa, absolutamente, una paralización de nuestro esfuerzo técnico, sino el deber de enfocarlo en el sentido de satisfacer las necesidades de espacio para las clases desposeídas y acentuarlo sobre todo en los factores infraestructurales urbanos, pero con la clara consciencia de estar produciendo una práctica teórica tributaria de una práctica política, sin la cual aquélla se quedará solo en eso y no se hará nunca realidad efectiva.

De allí, que nuestra alternativa está en la perspectiva de una Sociedad Socialista, como elemento teórico que forma parte de la lucha de clases por el espacio y, ella misma, una especie de práctica revolucionaria. Cualquier teoría arquitectónica que se fundamente sobre este concepto, deberá partir de la propiedad social del espacio y de la socialización de la empresa constructiva.

"En el 2019 además de cumplirse 20 años de la Constitución, tenemos una cita, porque ese año se cumplen 200 años del Congreso de Angostura, 200 años de la Constitución Bolivariana que fundó Colombia"…

tetralectica©yahoo.es

 

 



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Servando Marín Lista

Arquitecto - Autor de los libros: 1.- La Geometría de los Afectos (2007). 2.- Desde la Comunidad (2010). 3.- La Ciudad Comunal (2013). 4.- El Caserío de Altagracia de Cumaná (2016). 5.- El Caserío de Santa Inés de Cumaná (2017). 6.- Cumaná: La Otra Ciudad (2019). 7.- Más allá de Tierra Firme (2022). 8.- Más allá de La Mar (2023).

 tetralectica77@gmail.com      @chevan2

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