Hay un fantasma que recorre mi país: el fascismo

 

Si  la dirigencia de esta rara revolución NO RECTIFICA, aunque sea al estado mental de poder percibir parte de la realidad;  si cuando menos que pudiera percibir su propia desesperación y la del país en todos lados, cada vez más desorientada, vamos directos a los brazos del fascismo.

La verdadera paz es fuerza moral,  se fundamenta en poder contar con principios políticos y valores humanos, los cuales nos dicen qué hacer, no señalan el camino, hacen de Faro, de luz,  cuando las circunstancias nos mantienen extraviados, como ahora. Sin saber qué hacer no hay paz.   

La llamada “guerra económica”, que no es otra cosa que una conspiración capitalista (que es un “sitio” al socialismo para que capitule a favor de los ricos y propietarios y sus agentes; mas, si sumamos al inaudito y contradictorio coqueteo del gobierno con el capitalismo) está desintegrando al país. Están acabando con lo que queda de Chávez, y a la vez con lo que queda de las instituciones de la cuarta.

Es como estar bajo el asecho constante de la muerte; bajo un bombardeo continuado. Y una sociedad asechada y amenazada de muerte pierde toda razón de vida. Se inclina a saciar sus instintos más básicos. “Si voy a morir, si no hay esperanza, futuro, por lo menos déjame satisfacerme; déjame romper con todas las reglas, que ahora no obligan a nada” si no hay una razón sagrada para vivir ¿Para qué sirve la vida? ¿Para qué construir, para qué sembrar? Todo pierde sentido.

Hermann Broch fue testigo de algo parecido en tiempos de la primera guerra mundial y lo escribió como una denuncia a la guerra pero sobre todo a la muerte anunciada, donde la población civil moría a montones bajo los bombardeos de los enemigos consientes de que encualquier momento moririan. Es el mismo sentimiento de la perdida de la fe. También Marcel Proust da cuenta de este fenómeno, refiriéndose a la misma guerra. Se trataba del preludio del fascismo.

El fascismo es la solución al caos ético y moral, la solución que se provocan los mismos seres humanos cuando muere su fe, así parezca una necedad lo que estoy afirmando. El fascismo es la solución radical del capitalismo para proteger sus intereses, de la burguesía para defender sus intereses de clase. Pero la sociedad cansada de la incertidumbre, sin un ideal, sin un camino claro hacia dónde conducirse, se entrega sin ninguna resistencia a esa solución de muerte, de exterminio, a un orden para que conduzca sus instintos y sentimientos humanos más bajos los cuales terminan en la delación, en el crimen exterminador, que administra muy bien Estado Fascista; en el homicidio colectivo, en la esclavitud con consentimiento del esclavo.

Eso es lo que se "siente en las rodillas", lo que se huele en el ambiente: la visita del fascismo.

No sabemos hasta dónde nuestra sociedad puede soportar tanta burla y tanta mentira, tanto circo. Mientras tanto, como una nube negra, el capitalismo y los capitalistas mueven los hilos,  arropan con su manto lentamente a todos, con sus humores fétidos, con sus encantamientos, a la socieadad, para que el pobre bese la mano del amo, el negro se humille, y la mujer deje de pensar. Los ricos nunca te van a invitar a su fiesta de cumpleaños, al contrario, si pueden te tiran a la arena con los leones o te dejan morir, cuando no te mandan a matar sin piedad.

Y eso vale para los que ahora están obnubilados con la sonrisa de Oswaldo Cisneros. Encantados, como cochinos, ante la belleza de la Circe capitallismo.

El único que puede "capitalizar" la crisis (una crisis poco seria, provocada por bandos de tontos) es el imperio y el capitalismo; los ricos de siempre, a través del fascismo. Al imperio y a sus agentes no les tiembla el pulso, ni le temblará, para  exterminar miles de venezolanos, con tal de conservar sus privilegios, robar, y llenar sus infinitas apetencias.

Y lo van hacer, y lo pueden hacer porque básicamente peleamos por sus mismas razones: el lujo, el estatus, el prestigio, el éxito, como individuos; con el mismo egoísmo de un rey vanidoso y déspota, pero sin serlo y sin llegar a serlo nunca en el tiempo, a pesar de todas nuestras generaciones descendientes, hasta el fin de los días.

Y eso ellos lo saben. Sin otra alternativa moral  a ese egoísmo seremos presa del fascismo y nos mataremos unos con otros, pero bajo su disciplina. Ellos decidirán quien mata y quien muere; quién está autorizado a matar y quién es el que va morir. Y ahí aparece la gran DELACIÓN y se exacerban la envidia, la venganza del cobarde y el resentimiento.

Ese es el precio que vamos a pagar los venezolanos chavistas y los otros por la inmadurez de nuestros líderes, por sus payasadas, sus mentiras, por no luchar contra sus inclinaciones burguesas; por sus alucinaciones. 

Somos muchos, cada vez más, los que casi que no sabemos qué decir para buscar un orden en esta inmensa pea. Los irónicos se han hecho más exactos y serios, los dudosos ahora ven más claro, se deprimen o se arrechan, los vanidosos ahora le han visto sentido a la palabra y escriben.

¡Volvamos a Chávez!



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Héctor Baiz

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