Shakespeare llora al ver como la oposición venezolana desprestigia al teatro. El fascismo no come cuento.

Los espacios formales e informales para el debate político, mediáticos y no mediáticos, actualmente, centra el debate sobre la licitud e ilicitud de la decisión tomada por instancias competentes del Estado, concretamente dos de sus poderes, de suspender temporalmente la recolección de firmas de manifestación de voluntad, fase obligatoria, para dar cumplimiento al sencillo proceso revocatorio, aupado por la dirigencia opositora venezolana.

La MUD se tiró al piso y puso la cantaleta, su lloriqueo no cesa, ante la legal y constitucional decisión del Poder Judicial y el CNE, a quienes acusa de maniobreros, malintencionados, leguleyos, matones de la ley y la Constitución.

El fuero interno de la MUD siempre estuvo consciente que una decisión de ese carácter, era altamente probable, ocurriese; el ejecutado fraude, por el tamaño que presentó, se hizo adrede y de modo intencional. La suspensión temporal del proceso hacia el revocatorio era esperada, formó parte de la estrategia para victimizarse; ese papel ha sido y sigue siendo un rol protagónico que no quieren dejar, con ella hacen política y negocios. Como víctimas han viajado por el mundo, han hecho turismo, se han enriquecido, reunido con los administradores y gerentes de la crema nata del poder. El rol de víctima es artificioso, pura dramatización, su auténtico rol, el histórico, es el de victimario, el de verdugo; el rol de víctima siempre lo ha tenido el pueblo. Los ricachones haciendo el papel de pueblo es un guion macabro, mordaz, un insulto a la inteligencia y sabiduría.

La MUD está convencida que la decisión tomada, ella lo sabe mejor que el gobierno, cumple todas las exigencias para ser válida y legal. Fue un acto emitido por instancias competentes que tienen atribuida competencia para hacerlo. Fue un acto motivado, que explicó las razones del porque y el para que del mismo, surgió de un debido proceso y garantiza el derecho a la defensa; cumplió con las exigencias formales y materiales, propias de una democracia constitucional. No fue un acto administrativo unilateral de quien tiene la competencia de gobernar todos los procesos electorales. No fue un antojo o un capricho del ente que fijó las fechas en el marco de la ley, y, luego por mandato de otro poder, lo suspendió, hasta nuevo aviso, en virtud del cumulo de vicios fraudulentos de la recolección del 1% de las firmas.

La chilladera, que forma parte del guion y la dramatización de la MUD llama poderosamente la atención. Los gritos de auxilio, el llamado a intervenir militarmente a Venezuela por potencias extranjeras y a caotizar el país, afianza la idea que el motivo de recoger las firmas fue el de victimizarse, recuperar las fuerzas que han perdido de modo acelerado desde el primero de septiembre, no cesar en un intento de irakisar el país. La guerra para ellos es la mejor forma de tener billete. El fascismo no come cuento,

El llamado a su militancia de ir a las calles es un grito desesperado, un decir algo. Las calles por donde transita el pueblo, nunca han sido de los matones de cuello blanco. Los reyezuelos nunca han aceptados ser gobernados por nadie, ellos se autogobiernan. No creen en la Constitución ni en las leyes, imponen sus propias reglas de juego; hacen y deshacen, sólo se subordinan a aquellos o aquellas que tiene más poder; respetan lo que es útil a sus intereses, lo que alimenta su vanidad, su ego, su yo demencial.

Lo hasta ahora dicho, por lo que llaman dirigencia de la MUD, son simples malcriadeces, pataletas de ahogados, por tirárselas de "vivo", pasó lo que pasó; trampearon y se cocinaron en su propia trampa; ahora buscan ayuda de los tramposos, sus compinches de crímenes. Su siempre juego.

Actualmente se alistan para recorrer el mundo. Venecia, Madrid, la Torre Eiffel, Washington, New York, Roma, Paris, Londres, Estocolmo, las islas vírgenes y Caimán, Israel, la ONU, la OTAN, el Banco Mundial, el FMI, serán parte de los sitios a recorrer; reuniones con reyes, príncipes, presidentes y expresidentes; banquetes, buenas bebidas; hoteles cinco estrellas, carros blindados, agasajos, fiestas; asientos de primera clase en aviones supersónicos, recoger fondos para adecentar su país amado, será la agenda de la dirigencia de la MUD en los próximos días. La política como negocio ha sido, sigue y seguirá siendo su norte. La dramatización sigue, y Shakespeare llora al ver la manera como la oposición venezolana desprestigia el Teatro. El fascismo no come cuento.



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