No quieren diálogo, quieren sangre y petróleo

La arrechera de Henrique Capriles Radonski no se hizo esperar y prendió en cólera cuando vio al obrero presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, nada más y nada menos, que en la sala privada de audiencia del Vaticano, en compañía del Papa Francisco, ambos con el dientero pelao.

Esto no lo pueden aceptar, ni la clerecía parasitaria de "misa y olla", menos aún, los obispos nucleados en la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), quienes después de asumir, erróneamente, que el nombramiento del nuevo cardenal respondía a un espaldarazo, volvieron a equivocarse a medias, por cuanto esto no ha sido, sino un válido reconocimiento a un pana con el que se compartieron momentos de solaz y de partidos de fútbol, hechos que fortalecen amistades y han influido en el curso de la historia, como ha sido una práctica consuetudinaria en este mundo occidental capitalista. Y luego se quejan de que hay tantas y tantos salomés encumbrados en el poder mundial.

El caso es que ante las iracundias del desatado exdiputado yerno de la fortuna D’Agostino, el señor Capriles en un ataque histérico de desespero por alcanzar la presidencia de la República, quiso llamar la atención con cualquier sandez, en tanto y en cuanto fuese televisada cual verdad de fe por cnn, en inglés y español. Y se lanzó a decir que las fotos del Presidente Nicolás Maduro con el Papa Francisco eran falsas.

Mientras tanto, frotándose las garras, su archirrival de la MUD daba vítores de gozo ante tamaña estupidez del gobernador mayamero, que lo hacía ver como a un pequeño ser.

Y, a renglón seguido, después de tanto jactarse de que fueron ellos los que lograron la mediación del Papa argentino, ahora no sabían cómo insultarlo, sin quedar como el Anticristo. Sólo les faltó la sonoridad de Carmina Burana.

Estando todavía atolondrados por la maniobra adeca que les devolvió el sumo pontífice, resulta que el princeso de la U.S. Embassy en Caracas, luego de ser paseado en la camioneta con placas diplomáticas de esta Embajada, le tocó salir con otro berrinche, por órdenes directas que le dieron dentro de la carroza diplomática y, de no acatar el mandato, le advirtieron que le quitarían la zapatilla y no sería coronado como se lo prometieron, situación límite que lo llevó a anunciar que no asistiría a la mesa de discusión y diálogo, supuestamente, porque el otro candidato presidencial, Chúo Torrealba, le sopló el bistec al presidente de la MUD y de AD, porque, deliberadamente, no le avisó a tiempo.

Por otra parte, cuando se estaba dando dicha reunión del diálogo, los demás miembros de la MUD fueron reprendidos por el señor del megáfono de la Embajada estadounidense y no hubo nuncio, ni bendición apostólica que los obligara a quedarse en la reunión, por el bien de la paz social.

Este pandemonium de los oposicionismos ha sido tan vulgar que los desnuda y demuestra que ellos no quieren diálogo, porque no quieren paz. Y no quieren paz, porque la guerra económica mantiene arrecha a una gran parte de la población embobada con la mentira de que el culpable del desabastecimiento programado y de la hiperinflación, sea el gobierno, porque en la ignorancia aprendida para fabricar "viejos imbéciles y jóvenes estúpidos" (Arturo Úslar Pietri dixit), desconocen que el noventa y dos por ciento (92%) de las empresas están en manos del sector privado, el que está jugando al hambre del pueblo y al sobreprecio, además de los bachaqueros que se forjan en la complicidad de vecinos que permiten que unos malandros se enriquezcan con la miseria de sus vecinos, hasta el Pueblo se hastíe y les cobre caro su descaro de latrocinio. Olvidan además, que hoy los ricos son híperpluscuammillonarios a costa de los pendejos que creyeron en "la última cola".

Ahora, esa oposición fascista no quiere diálogo y es antipapista, porque se siente traicionada a medias, ya que lo que quieren, junto con los obispos y los criminales rectores universitarios nucleados en AVERU, es sangre, tal y como lo apologizaron dos cobardes infelices, quienes, desde Mérida, llamaron a asesinar chavista, apología del delito que debe tenerlos cuanto antes, por ser público y notorio, procesados por un tribunal de control y presos, porque este es un pésimo precedente que no debe gozar de impunidad. Ellos quieren asesinar a inocentes, porque así, ellos justificarán lo que les ordenó el gobierno estadounidense, para así, intervenir con su brutal fuerza asesina y derrocar a Nicolás Maduro, porque para ellos todo el petróleo venezolano bien vale la pena robárselo, al costo que sea y con la bendición de dios, aunque, en sus cálculos, afortunadamente, subestiman al Pueblo y a la creciente FANB, de doctrina chavista y leales a Nicolás Maduro, así no olamos a incienso, sino que estemos jediondos a sudor y al pobre.

 

 

 



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Luis Alexander Pino Araque


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