Hay que fiscalizarlos -sin pausa- hasta que aparezcan las medicinas…

No es suficiente jalarle las orejas a Melo y a Arreaza

Ya era hora de que el Primer Mandatario actuara de manera directa para la resolución del grave problema del desabastecimiento de medicinas, pues ello ha creado un océano de angustias y desesperación a cientos de miles de venezolanos y sus familiares por la falta de muchas presentaciones médicas que se desaparecieron del mercado y ocasionalmente se asoman como por arte magia en algunas farmacias en cantidades demasiado escasas, pues se esfuman en un cerrar de ojos, lo cual sugiere que en su comercialización deben estarse dando algunas perversidades, no sabemos si para incrementarles mediante ese mecanismo sus precios o para esconderlos a buen resguardo y con ello arreciar la guerra económica contra el pueblo para que éste se "arreche" más de lo que ya está...

En lo personal hemos padecido el problema de manera severa y nos ha llevado a situaciones en las que hemos visto resentida nuestra salud por falta de ingerir un antihipertensivo específico, dado que padecemos de severa disfunción sistólica (alto riesgos de sufrir un accidente cerebrovascular), el cual el médico tratante nos lo ha sustituido por otras opciones, cuatro en total, que tampoco se logran conseguir en el mercado. A ello se une que padecemos de una arritmia ventricular extra sistólica, para cuyo tratamiento nos vemos igualmente obligados a ingerir otros medicamentos diariamente que también están desaparecidos del mercado y con ellos ocurre igual a lo ya referido con los antihipertensivos.

Pero, por supuesto, no nos quedamos sólo en esto que nos sucede a nosotros, sino que en ese peregrinar de casi todos los días, intentando encontrar algunos de esos fármacos y en ese trajín ya llevamos más de un año, a esta fecha le decimos, Presidente, que de todos las cinco fórmulas medicinales que no nos pueden faltar cada día para evitar que nuestro corazón se paralice o nos sobrevenga un ACV, solamente estamos ingiriendo una sola, nos hemos tropezada con infinidad de personas que andan en lo mismo que nosotros, muchos buscando fármacos similares a los que nos han recetado y muchos más, intentando lo propio con los psicotrópicos, los cuales tampoco se consiguen en ninguna parte, al punto de que nos han dicho ellas en su inmensa mayoría que han acudido a centros especializados en psiquiatría adscritos a Minsalud y al Seguro Social y les han dicho que tienen meses que no reciben ninguna fórmula para tratar a sus pacientes que tienen hospitalizados por presentar cuadros psiquiátricos demasiado agudos y no hayan que hacer...!!!

Ante ese panorama, Señor Presidente, no es suficiente su llamado de atención a la ministra de la salud, Dra. Luisana Melo y al Vicepresidente para el Área Social de Misiones, Jorge Arreaza, sino que también debe hacer lo propio con el Coronel Carlos Rotondaro, Presidente del IVSS y además consideramos necesario que usted tome el toro por los cachos y no deje de ponerles los ojos a esos funcionarios hora tras hora, de manera de asegurarse, primero que nada que no se achanten y menos aún que intenten incumplir la obligación que tienen de seguir sus instrucciones al pie de la letra, sino que -efectivamente- logre verificar que ellos están cumpliendo con la orden que les ha dado de resolver esa aguda falta de medicamentos en el término de la distancia.

En paralelo consideramos impostergable, dada la difícil coyuntura económica por la que atraviesa el país en razón de la reducción tremenda de los precios de nuestro primer producto de exportación, como lo es el petróleo, que usted imparta precisas órdenes a los entes de planificación y de finanzas del Estado para que internalicen y actúen en consecuencia, que las prioridades más acuciantes de los venezolanos son los alimentos (particularmente los que aún siguen en manos del bachaquerismo, como la harina arepera, la harina de trigo, el arroz y las caraotas), las medicinas y los bienes para el aseo personal (jabón, pasta de dietes, champú, hojillas de afeitar, pañales desechables y toallas sanitarias) y es allí donde el Estado tiene que poner todos sus esfuerzos para que sean satisfechas al 100% y que todo lo demás, por más relevante e importante que pudiera ser, viene después.

Resulta un absurdo ver las millonarias cantidades de divisas que se están destinando para importar una infinidad de bienes y productos que para nada son esenciales y que el pueblo, por otra parte, no los está reclamando, como por ejemplo, les citamos estos pocos casos, pues hay muchísimos más: con indignación vemos expuestos en los anaqueles de los supermercados del propio Estado, como son los Abastos Bicentenarios y nos referimos, al menos, a los que hemos visitados en estos tres últimos días, el de Terrazas del Ávila y el de la urbanización Macaracuay, vajillas de variados diseños y para todo tipo de usos, ollas, equipos de pesaje digitales, cremas para afeitar, licores para todos los gusto, etcétera, etcétera…!!!

Le sugiero, Presidente Maduro, que envíe a esos establecimientos a funcionarios de su altísima confianza para que le verifiquen esos casos que le citamos y los muchos otros que están allí a la vista del público. Se trata de una perversidad que nada tiene que ver con la guerra económica, sino con la irracionalidad de funcionarios ineptos y corruptos que aún operan a la chita callando en nuestros entes públicos y en caso de que no sea esa la causa de todo ello, entonces es porque son parte activa de la conspiración endógena que jamás ha dejado de actuar en estos 17 años dentro de las vísceras de la propia Revolución…

Vale que le agreguemos, a propósito de esa inspección que le proponemos, como bien importante es que los funcionarios que usted designe para que practiquen esa inspección, le pongan el ojo a otro asunto igualmente relevante, como son los precios de los bienes y productos que allí se ofrecen en venta y ya verá, que cuando reciba el respectivo informe, se quedará espantado y le doy como muestra un sólo caso: el kilo de ocumo en Bs. 1.785,00…!!!, lo cual hace evidente que algo anda y muy mal por los lados de las gerencias de esos establecimientos que tienen la responsabilidad de concertar las compras de esos bienes y productos en el mercado de mayoristas, quienes quizás hayan instalado, para que eso tenga alguna explicación, alcabalas aquí y acullá para el cobro de jugosas coimas…!!!

Ese equipo de su alta confianza, como complemento necesario para que usted quede perfectamente enterado de la dimensión del desmadre que hay allí, debe agregarle al informe que tiene que presentarle de sus actuaciones, las referencias de los precios para iguales productos en los mercados privados…

Pero eso sí, Camarada Nicolás, le sugerimos que adelante esta iniciativa que le sugerimos ya, sin mayores demoras, pues hay en la calle demasiado descontento y no queremos, bajo ninguna circunstancia, que la derecha se siga aprovechando de esa molestia del pueblo para seguir engañándolo, como lo hizo para el evento electoral del pasado 6 de diciembre…

Otro sí:

Vemos bien oportuna la ocasión para denunciar las miles de fórmulas "farmacéuticas" que se publicitan como curas milagrosas de ciertas patologías que no son otras cosa que engaños planificados, así como otros tantos alimentos y preparados de todo tipo que se expenden sin los permisos sanitarios correspondientes que se traen del exterior y que se expenden abiertamente en farmacias, supermercados, abastos, panaderías y tiendas de productos vegetarianos, de manera que la Contraloría Sanitaria, conjuntamente con el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, tomen cartas en el asunto e impidan que esa práctica mercantil continúe, pues con ello se está permitiendo que se ponga en grave peligro la salud de nuestro pueblo.



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Iván Oliver Rugeles


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