Se solicita presidente para la transición

Sin temor a equivocarme creo; no que estamos en puertas de una transición, sino que ésta comenzó con la muerte del Presidente Chávez. La elección del Presidente Nicolás Maduro con escasamente un uno por ciento de diferencia en los votos escrutados, fue la más clara señal. El país ya había decidido dar un giro a la situación.

Lamentablemente, ni el Presidente electo, ni la alta dirigencia del PSUV entendieron el mensaje y se empecinaron en seguir profundizando no en la obra de Chávez, sino en un socialismo que cada uno dibuja a su manera, y que ni el mismísimo Hugo Chávez con toda la fuerza de su liderazgo pudo convencer a todo un país. En ese momento y mucho más ahora, se necesitaba de un estadista que convocara a un gobierno de unidad nacional de entendimiento, pues ni los unos ni los otros contaban con la mayoría necesaria como para imponerse. Ahora, mucho ha pasado en estos tres años y la situación del país no solo es que esta peor, sino que empeora cada día más. Si la culpa es de Nicolás, de Chávez, de la oposición o de la guerra económica ya casi que es irrelevante. Conseguir al culpable no va a sacarnos del atolladero, emprender el camino de la reconstrucción del país sí.

Dicha reconstrucción tiene que contar con el apoyo de todos los venezolanos, chavistas y opositores, ni el chavismo está enterrado ni la oposición las tiene todas consigo. Que hacer en lo político, en lo social y en lo económico es donde debemos centrar los esfuerzos. A mi manera de ver, lo económico, es lo más fácil de resolver, lo social es mucho más complejo y pasaran por lo menos unas dos décadas para que se vean resultados alentadores allí soy un poco pesimista. Mientras que en lo político señores del gobierno y de la oposición llegó el momento de ponerse de acuerdo, ahora o nunca, para que no tengamos que lamentarnos después. Por ese motivo es que necesitamos un Presidente o una Presidenta para la transición. Este o esta, deben ser verdaderos estadistas, que piensen no en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Los duros del gobierno se resisten como es lógico a perder el poder acumulado durante ya casi dos décadas, los duros de la oposición piensan que todo se resuelve con un cambio de gobierno persecución y encarcelamiento de la alta dirigencia chavista. Una manera muy simple de ver las cosas.

El referéndum revocatorio consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se convierte entonces en el mecanismo por excelencia para cumplir con el deseo de buena parte de los venezolanos que es dar finiquito, por terminado el mandato del Presidente Maduro. Ahora bien según las autoridades del CNE, y voceros del gobierno, los lapsos no dan para realizarlo este año y así cumplir con el deseo de muchos de revocarle el mandato a Nicolás Maduro. Esto según la oposición no es sino una serie de artimañas y tretas orquestadas para que el chavismo culmine el mandato en el 2019. A los sectores de la oposición que han enarbolado la bandera del referéndum, no le gusta ni le conviene el 2017 porque en el supuesto que lo ganen que es lo más seguro a juzgar por lo que se ve y se siente en la calle, la conclusión del periodo le correspondería al vicepresidente en funciones para el momento de la realización del mismo. Por este motivo las fuerzas opositoras, emplean toda su fuerza porque se realice en 2016.

Siendo entonces que el referéndum no se realice este año pero si en el 2017, las fuerzas del gobierno y de la oposición si pudieran ponerse de acuerdo en la búsqueda de un vicepresidente o vicepresidenta de consenso, que ocupe el cargo para el momento de la realización del referéndum y en caso de que el Presidente Maduro sea revocado, este vicepresidente o vicepresidenta concluiría el mandato. Sería entonces ésta persona la encargada de comenzar la transición. Convocar las elecciones de gobernadores y alcaldes que no entiendo porque el CNE no lo hizo, así como también las presidenciales del 2018. El acuerdo incluiría decisiones a ser tomadas por este gobierno de transición en cuanto a la conformación del gabinete y políticas a desarrollar en esos dos años como por ejemplo: la reforma de algunas leyes que sectores de oposición han venido solicitando, tomaría medidas urgentes en lo económico relacionadas con el tipo de cambio, control de precios, incentivar la producción, devolución de empresas y predios expropiados entre otras cosas urgentes por hacer. Para mi este humilde aprendiz de escribidor, ese vicepresidente o vicepresidenta debería ser de las filas del chavismo, por supuesto no asociado a los responsables del desastre que tenemos hoy en día, no de la cúpula del gobierno ni del partido de gobierno. Uno que salvando las distancias correspondientes entre lo que significó el franquismo y el pinochetismo, en comparación con el chavismo al menos de Chávez no el de Nicolás Maduro, uno que provenga del chavismo no radical no corrupto, uno que al igual que Suarez y Alwin que proviniendo de esos gobiernos asumieron el papel de la transición, uno o una que entienda el difícil momento que vivimos y que Venezuela es un país de todos los que habitamos en él, que debemos aprender de una buena vez y para siempre a coexistir, convivir y que al final todos unos y otros somos necesarios para el engrandecimiento de la patria.

Aprendiz de escribidor

josegzambranoa@hotmail.es



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