Inteligencia social y violencia política

En la memoria histórica venezolana contemporánea existen contados registros documentales o de investigación histórica o social sobre las acciones y procesos que implican la participación de las comunidades en estructurar mecanismos autogestionarios de seguridad y prevención de la violencia política, a la luz de nuestras experiencias traumáticas sobre prácticas terroristas y violencia extrema se hace necesario desarrollar estudios e investigaciones tendientes a hurgar valoraciones y experiencias comunales en ese sentido. Son nuestras nuevas y propias experiencias comunales en proceso.

Es necesario determinar dichas variables, no solo porque sustancialmente la participación comunal está inserta en el genero de democracia que se intenta implantar en Venezuela, también en atención al grado de participación social de las comunidades en la dinámica social actual, y especialmente por el grado de transversalidad que significa la convivencia y la paz para el desarrollo de una sociedad que intenta implantar transformaciones sociales profundas en lo político, económico. social, cultural e incluso lo militar.

Las Naciones Unidades con mayoría de sus miembros, han acordado una Resolución de la lucha global contra el terrorismo y otras formas de violencia extrema, el pasado mes de junio 2016 fue la última declaración de acuerdos para planes nacionales para concretar dicha resolución, de manera que desde la visión internacional hasta nuestra instrumentación legal nacional, la lucha por la paz y la prevención contra la violencia política debe confluir a la consolidación de políticas de estado que están relacionadas con las propuestas hechas por el Presidente Chávez aprobadas en la Ley del Plan de la Patria y ahora dimensionadas en los tiempos del Presidente Maduro pero con la prospectiva de asegurar la estabilidad democrática del país y la región.

Estas consideraciones se salen del marco del conflicto coyuntural de poder actual y se inscriben en las estrategias de estado para consolidar la democracia protagónica y participativa que profesa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y que es un asunto vital para nuestro desarrollo social y económico, pero sobre todo para vivir en paz y poder legar a las generaciones futuras la seguridad de su permanencia en una sociedad democrática de iguales, sin exclusión de ningún tipo.

Recientemente se realizó en Caracas, el Capítulo Historia Memoria y Patrimonio del Congreso de la Patria, por cierto, poco reseñado por los medios incluso los del Estado, de todas las interesantísimas conclusiones que allí se discutieron, destaco especialmente una experiencia de las más significativas, expresada por el Director del Museo de Socopó de Barinas, Jesús Chucho Mora, quien demostró con hechos la fuerza de una comunidad que con esfuerzo colectivo es capaz levantar barreras que obstaculizan el burocratismo, la decidía y la flojera funcionarial como expresión de un estado que fenece y la voluntad revolucionaria de un estado que nace de la mano de las comunidades para lograr la felicidad posible. Ese es el estado comunal que proponía Chávez y que debemos construir pero es necesario:

  1. Propuestas de estudio sobre la capacidad de las comunidades para generar prevención de la violencia política, "doméstica" o delictiva que no está divorciada de lo que la comunidad de Socopó o en otras poblaciones venezolanas están haciendo hoy día en la salud, la alimentación, en el ámbito cultural, el conocimiento y la educación es también en el ámbito de la seguridad social y de la paz.

  2. Es impostergable estudiar y analizar las experiencias comunales no solo nacionales sino en otros países sobre este este asunto fundamental así como a quienes han teorizado al respecto.

  3. Finalmente estos estudios deben derivarse en políticas públicas que sean implantadas en lo inmediato porque la violencia extrema y el terrorismos político ya tiene un plan en marcha que está afectando al millones de compatriotas, incluso a aquellos que han caído en la confusión de un entramado mediático inducido que soporta los extremos del terrorismo y la violencia, la terrortimia como lo señala el psiquiatra Erick Rodríguez.



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Aldemaro Barrios


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