las contradicciones del modelo burgués y el caldo de cultivo para el paramilitarismo y la decadencia...

La revolución bolivariana enfrenta en estos momentos las contradicciones propias que se presentan cuando se está construyendo las estructuras de un nuevo modelo y éste no termina de nacer, crecer y desarrollarse y la naturaleza del sistema de dominación del sistema capitalista que no termina de morir y se niega a que esto ocurra porque ninguna clase dominante se suicida; Marx y Engels no los enseñaron así. En este contexto nos enfrentamos a los vicios del pasado, a la lógica dominante que la burguesía nos impone con su hegemonía en todos los ámbitos; educación, cultura, economía, etc. En medio de esa batalla vemos fenómenos propios de los que Marx llamó el lumpen proletariado; delincuencia, bachaquerismo, especulación, paramilitarismo y lo que podríamos llamar la lumpen burguesía, más aún cuando ésta se ha desarrollado con la mentalidad del burgués criollo, siempre a la saga de prototipos y modelos extranjeros, impuestos por el imperialismo y su cultura dominante. A esto hay que agregarle el tema de la evolución propia de la revolución bolivariana. Por ejemplo; el comandante Chávez podríamos decir que superó con su enorme capacidad de visionario el tema de la cultura pequeño burguesa y se  hizo proletario de convicción, asimismo un conjunto de dirigentes que están en el alto mando de la revolución, Maduro, Diosdado por nombrar a los más prominentes, sin embargo, el comandante no pudo irradiar a todo el mundo, solo sus apóstoles más cercanos se mezclaron y se llenaron de ese espíritu que sobrepasó los tiempos para humanizarse que es llegar “al estadio más alto del ser humano” parafraseando al Che. No obstante, aguas abajo la realidad es distinta; el oportunismo se hizo moda, la camisa roja, el discurso falso y la praxis pequeño burguesa se hizo común y esto pulula por doquier. De esta manera encontramos muchos funcionarios medios que ni siquiera se acercan a la revolución, mucho menos comulgan con la praxis revolucionaria y usa la responsabilidad que la revolución le ha dado para atropellar y alejarse de la razón esencial de una revolución social, el más débil, el desamparado… el que no tiene voz, el que no tiene a veces ni siquiera la oportunidad de acceder al poder más local y que producto del sistema capitalista fue excluido absolutamente y es esclavo de la característica más propia del capitalismo, la exclusión. Aquel que no tiene muchas veces donde vivir, donde estar, donde expresar sus inquietudes y termina al margen de un proceso de cambio constante y permanente porque su batalla es sobrevivir en las peores condiciones de esclavitud: aquella en donde crees que eres libre pero las cadenas te atan al apenas sobrevivir, no a vivir. Cuando cito el caso de muchos funcionarios locales es porque son los más indicados para detectar este tipo de situaciones y buscar soluciones en sus ámbitos. No podemos pensar que Maduro sea lo que mucho se le criticó al propio Chávez que parecía ser el alcalde de Venezuela; ni tampoco a Diosdado aunque nos imaginamos la angustia que toda esta situación les causa ¿Qué pueden hacer si no se puede tener el sentido de la ubicuidad? Pero nos preguntamos ¿Dónde están los alcaldes, gobernadores, directores y cuadros locales del partido? Se suponen que son cuadros y deben cumplir una función en la estructura del partido o del estado… ¿Dónde están los gobernadores que deben direccionar en este sentido? Solo métanse en una ciudad donde hayan buhoneros, vendedores de café, o visiten de noche los cuchitriles que dicen ser hoteles, las casas de alquiles y conozcan la realidad lacerante de cada compatriota en alto riesgo de algo mucho más grave: la delincuencia y el paramilitarismo que no es un secreto para nadie. 

La revolución ha dedicado esfuerzos enormes en el sentido de la familia constituida GMVV, Barrio Nuevo Barrio Tricolor. Ha creado programas como las bases de misiones que debe aplicar aquello del punto y círculo, pero aún falta mucho por hacer y si esto no se encara con diligencia y prontitud podríamos estar permitiendo que se cree otro cinturón de miseria cuya inercia puede tornarse cada vez más difícil de vencer y lo más grave: el caldo de cultivo para los planes imperialistas con la delincuencia, no hay que ser un gurú para ver esto. El plan de la patria contempla las líneas gruesas en este sentido, solo falta aquel detalle que nos lleve a la médula donde está el problema, que nos lleve al rescate de aquel camarada que está deambulando por el mundo sin rumbo fijo, sin estabilidad de ningún tipo y la mayoría de las veces sin esperanza; sin poder estudiar porque vive el día a día, sin poder emprender proyecto alguno porque no hay tiempo sino para sobrevivir y seguir nutriendo uno de los más perversos vicios del parasitismo que son los que alquilan una habitación para dormir y se la cobran por hora incluso, o aquellos que por un curto de 1x1 cobran 30 mil bolívares por mes. Ese compatriota que está sometido a este tipo de esclavitud generalmente es buhonero, vendedor ambulante, perdió la familia por equis circunstancia y está solo, no tiene familia pero es un ser humano y vive y puede darle mucho a la patria si se le apoya adecuadamente; no con dinero sino con el recurso más vital: la oportunidad de poder vivir.

Su trabajo diario apenas le alcanza para comer o medio comer y lo demás va al bolsillo de especuladores que alquilan cuchitriles para pasar la noche a cambio de unos dos mil bolívares en promedio diario. En esa misma situación están las trabajadoras sexuales, viejitos que no le han otorgado la pensión y son echados por sus familiares a la calle... recordemos que estamos en esa transición en donde la mente de muchos no digieren los cambios espirituales que inspira una revolución y esos compatriotas están imbuidos en la avaricia y falta de solidaridad, vivimos una crisis de inhumanidad, no como dice la burguesía internacional de que vivimos una crisis humanitaria y lo más inhumano del planeta es la burguesía y su podrido sistema capitalista… por eso a muchos no les importa cobrarle a un menesteroso cualquier cantidad de dinero para que tenga donde pasar la noche y el otro día salir a trabajar para sobrevivir, muchos terminan convertidos en mantenedores de unos holgazanes que lo que tienen es una habitación para que un necesitado pase una noche y descanse un rato. ¡¿Cómo salir de esta situación?! ¡¿Cómo abarcar a ese conjunto de compatriotas que no se ven, no se sienten, no están en las primeras planas de los periódicos salvo cuando se obstinan de su situación y son presas de fenómenos como el paramilitarismo, la droga y la delincuencia organizada?!. Y he allí los riesgos de esta situación; no solo estamos hablando de la pobreza per sé sino del caldo de cultivo para la violencia y las desviaciones, para la utilización de estos compatriotas en los perversos planes del imperialismo de generar violencia. Es hora urgente de ir por estos compatriotas con planes con efecto rápido; efectivos y agresivos en el sentido de producir resultados. ¿Qué hacer con aquellos que no tienen una familia estable y no son prioridad de planes hermosísimos como la GMVV? Pues se me ocurre proponer que se abra un censo nacional en todas las plazas públicas del país para evaluar caso por caso y comenzar a dedicar esfuerzos y recursos para dotar a estos compatriotas de un sitio donde puedan estabilizarse. No necesariamente deben ser sitios para una vivienda permanente; puede ser por meses, algunos años. Muchos de estos camaradas podrán organizarse y salir adelante, ser profesionales y entes productivos para el país y retomar luego la senda del crecimiento individual. No estamos hablando de viviendas con 72 mts cuadrados full equipadas, estamos hablando de unas habitaciones que puedan albergar a los habitantes de las calles que no duermen en un cartón en ellas pero que son esclavas de la especulación y presas fáciles de la delincuencia y el paramilitarismo. Para nadie es un secreto que elementos del paramilitarismo  se concentran en grandes ciudades a prestar dinero a vendedores de la calle, así como simples prestamistas, pero detrás de ellos existe lo peor de los planes de la burguesía y el imperio.

Para nadie debe ser un secreto que los planes imperialistas contra la revolución bolivariana se apoyan en subvertir el orden a través de la delincuencia; lo hicieron en Libia. Recordamos tristemente a Gadafi y sus conmovedoras declaraciones sobre la violencia en Bengazi; generada por los violentos que para el presidente Gadafi "parecían estar drogados"... pues claro que lo estaban, seguramente no todos con estupefacientes tradicionales sino con la droga más perversa que es la de sembrar en un corazón odio a través de medios de comunicación y otros medios que se compaginan con la circunstancia de cada quien. Aquí lo han querido hacer con el tema de la especulación y la escasez, pero también está ese elemento que se mueve de forma subterránea pero que pudiera ser un volcán en erupción en cualquier momento, exacerbar las contradicciones propias de un proceso revolucionario que aún no es hegemónico y falta mucho para serlo y una burguesía haciendo lo suyo para desatar la violencia incontrolada. Los hombres y mujeres que pululan en las calles, pero que no están tirados por allí durmiendo pero que llevan su cruz a cuestas todas las noches cuando van a descansar un rato; hacen algún oficio y muy fuerte, trabajan duro, pero el fruto de todo su esfuerzo termina sirviendo para satisfacer los caprichos y el oportunismo de gentes que viven de alquilar sus casas o sus llamados “hoteles”, por cantidades de dinero muy duras para que una persona las sostenga, hablamos de una persona pobre.

Poco se ha visto y tocado este tema con la crudeza del caso... quienes deberían tener iniciativas en esto que son alcaldes, directores regionales y locales, etc. Creo que ni se les ha ocurrido alguna vez pensar en esto. Para muchos es más importante estar aferrados al carguito pero jamás van a las profundidades del pueblo y analizan cada caso en particular para buscar alternativas de lo que podríamos llamar una bomba de tiempo en contra de la revolución. Estas personas son difíciles de ubicar; sobreviven trabajando día a día, no les queda tiempo para militar en política porque si lo hacen no comen ni tienen donde dormir esa noche, no son vagos, son trabajadores y lo que podríamos llamar toderos, no pueden estudiar porque hoy les toca vender algo en un sitio y mañana mudarse al no poder cancelar el alquiler o la pensión. ¡¿Qué hacer?! Un censo atractivo, un plan humano en donde ellos no sean una carga para el estado sino más bien una palanca de recurso humano para el crecimiento individual y colectivo, si han vivido años explotados por especuladores pueden pagarle al estado y no ser una carga para éste, además se crearía una instancia organizativa para elevar la consciencia de este segmento de la población y sobretodo, quitárselos de las manos a los delincuentes y las bandas paramilitarizadas que ya son una realidad en Venezuela y están a la casa de quien tiene un problema para captarlo. Con una misión que logre recoger a esta gente le estamos cortando el suministro de carne de cañón a la delincuencia y el paramilitarismo y estamos haciendo patria; sumando combatientes a la vida y a la revolución y llevando a la patria aquel principio elemental del socialismo... "de cada quien según sus capacidades a cada quien según sus necesidades". No demoremos más... ¡Hagámoslo!



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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