"Venezuela es un país dividido en dos: un país dominante y un país marginal. No ha podido integrarse en una sola nación y su realidad social esta fracturada y en agonizante necesidad de unificación. Esta unificación es una cuestión de vida o muerte para el país, una cuestión de supervivencia".

"En primer lugar proponemos al país pensante una nueva visión de la marginalidad, que sea integral, que no reduzca la marginalidad a la mera pobreza, como ha sido la tendencia de la mayoría de los que han pretendido estudiarla como un fenómeno puramente económico".

"Sostenemos que la actitud prevaleciente en el país dominante ha sido la de ignorar la marginalidad, ignorancia consciente de quien no quiere contemplar una realidad inquietante. Quizá esta "ignorancia consciente" esta combinada con un sentimiento de total impotencia que conduce a la resignación ante la dificultad de erradicar la marginalidad. En contraposición a esta actitud, proponemos no solamente que es posible y necesario conocer mejor el fenómeno de la marginalidad para poder enfrentarlo, sino que es posible y necesario vencer la marginalidad y unificar la nación venezolana".

"Presentamos la tesis de que la única vía posible de unificación pacífica del país es la absorción del país marginal por el país dominante. Para que esto suceda, el país dominante tiene que aceptar este reto, que hasta ahora ha eludido con esa ignorancia consciente de la que hablábamos anteriormente, y asumir el liderazgo que le corresponde. Esta afirmación tiene que aplicarse de forma específica a las elites- políticas, económicas e intelectuales, incluyendo también a las militares, sindicales y gremiales- que hasta el momento no han podido, o no han querido, asumir esa grave y urgente responsabilidad".

Los anteriores son fragmentos del PROLOGO del excelente libro: "La marginalidad sin tabúes ni complejos", escrito por el doctor Carlos Zubillaga Oropeza.

Ser marginal no es solamente ser pobre. La marginalidad es un fenómeno muy complejo, como lo aclara el doctor Zubillaga y las elites necesitan comprenderlo con profundidad, pues de otra manera, nunca tendrán un conocimiento suficiente para poder ser líderes y ayudar a solucionar los problemas de Venezuela, es decir para gobernar el país y en consecuencia, ellos mismos serán victimas de nuestro subdesarrollo, y aunque se enriquezcan ilimitadamente, jamás gozarán del aprecio del pueblo venezolano ni Venezuela será viable como país.

Se define como "marginal, todo asunto, cuestión, o aspecto, etc., de importancia secundaria o escasa". Como verbo significa "prescindir o hacer caso omiso de alguien" y en otra acepción específicamente social, consiste en "poner o dejar a una persona o grupo en condiciones sociales de inferioridad". En Venezuela, ser "marginal" significa estar afuera o al margen de la sociedad civilizada y se le dice "marginal", en términos despectivos, al que anda mal vestido o se comporta de modo incivilizado. Se usa el sustantivo "marginalidad" para designar el fenómeno de esa otra sociedad que vive al margen. Al margen de una sociedad formal y claramente constituida.

Esa sociedad "formalmente constituida" es lo que el autor llama "país dominante", para contraponer el término, como objeto de estudio, al de "país marginal".

La primera asociación que ocurre al pensar en la marginalidad es con la pobreza. Pero no es ésta la única característica que determina la marginalidad.

Aunque en la actualidad las reflexiones que se hacen sobre la pobreza tienden a parcializarse entre dos visiones diametralmente opuestas, que dependen del sector político que las haga, podemos concluir que escasamente 15% de la población venezolana es NO POBRE, cifra escandalosamente vergonzosa en un país como Venezuela, con esos inmensos ingresos que percibe la nación por concepto de la renta petrolera. Que incluso con los bajos precios actuales del petróleo, son una bendición que muchos países no tienen. Pero si consideramos además, la inmensa fortuna de casi dos billones de dólares, que ingresaron al país, en estos últimos diez y siete años, la vergüenza es infinita. En Venezuela no debiera haber ni un solo pobre.

Es precisamente este factor el que hace que la pobreza en Venezuela se diferencie de la de otras naciones del continente americano, que no cuentan con ingresos similares.

Todos los gobiernos de Venezuela han pretendido atacar la pobreza con "pañitos calientes", como "becas" y "misiones", cuyo alcance no es suficiente, ni soluciona el problema de la marginalidad. Pero lo que más preocupa es que el país dominante no haya reaccionado ante semejante realidad, que nos afecta a todos, pues en estas condiciones Venezuela se hace inviable como país y todos estamos pagando las consecuencias, sin siquiera preocuparnos por exigir una Auditoría Pública. Esta es una de las razones por las cuales, "tantos tontos venezolanos piensan que cualquier lugar es mejor que Venezuela y se van sin al menos reclamar lo que les corresponde en su pais". Evidentemente, para disminuir la marginalidad, los primeros pasos deben darse en la dirección en que disminuyan los niveles de pobreza y esto pasa por un salario mínimo familiar superior a la canasta básica.

Como hemos visto, la marginalidad no es solamente la pobreza, el doctor Zubillaga nos muestra en su excelente trabajo, que podemos distinguir entre varios tipos de marginalidad: económica, jurídica, política, intelectual, ética, y cultural.

marginalidad económica.- Consiste en que personas o grupos viven en pobreza extrema. La marginalidad económica puede definirse como la pertenencia a una economía de mera subsistencia, que en el extremo del espectro implica la condición de estar al margen de la economía de mercado. Esta faceta de la marginalidad está generalmente acompañada de la carencia de competencias en un trabajo u oficio especializado. Estas personas pueden derivar ingresos solamente de una labor manual poco calificada, por lo cual viven al día, sin capacidad de prever su futuro mediante el ahorro y mucho menos la creación de una unidad empresarial. Esto coloca al individuo y su familia en una condición subhumana e indigna, que reduce a la persona a sobrevivir más que a vivir. La marginalidad económica es la expresión más resaltante del concepto de marginalidad, pero no es la única.

marginalidad jurídica.- Es la más radical de todas, porque al estar al margen de lo jurídico, el marginal no es un verdadero sujeto de derechos y deberes. Su vida transcurre usualmente dentro de una o varias de las siguientes situaciones:

-no conoce las reglas de la vida social bajo el imperio de la ley,

-no conoce el contenido positivo de la ley,

-se considera inconscientemente exonerado del cumplimiento de la ley,

-no tiene manera de hacer valer sus derechos en la vida cotidiana,

-vive en un ambiente donde la ley está físicamente ausente.

La marginalidad jurídica no es consecuencia exclusivamente de la marginalidad económica, pero está muy relacionada con ésta.

marginalidad política.- Es una consecuencia de la marginalidad jurídica, pues, al no ser sujetos de derechos y deberes, los marginales no son realmente ciudadanos, sino mas bien "parias", o escorias de la sociedad y en el caso más extremo, están privados hasta del derecho al voto. En este caso, el individuo no se considera un actor con derecho propio en la acción colectiva, y no tiene sentido de comunidad de vida en la sociedad. Trata de evadir la ley en su responsabilidad de pagar impuestos, pero quien no paga impuestos no puede sentirse verdaderamente ciudadano, pues considera que el estado es un simple proveedor de servicios gratuitos y éstos no son percibidos como contraprestación por el pago de impuestos sino como dádivas, por lo cual no se siente copropietario del estado. Este sentido de pertenencia del estado es imprescindible para sentirse un verdadero ciudadano y exigir la rendición de cuentas de los gobernantes. La renta petrolera ha permitido a la clase dirigente, proveer paternalmente, deficientes servicios gratuitos a casi toda la población, sin pagar impuestos, a cambio de no rendir cuentas con suficiente claridad. No queremos decir que el país marginal no paga impuestos: los pobres pagan el IVA, que es el mayor impuesto relativo en Venezuela, pues para un pobre el IVA es igual que para un rico.

Es por esto que la clase dirigente y en general el país dominante, ha ignorado permanentemente al país marginal, "comprando la paz social". Evidentemente en esta situación, quienes resultan más favorecidos son quienes tienen mayor poder económico, y político, a expensas del país marginal.

Bien lo decía Jean-Jacques Rousseau: "Entre el débil y el fuerte, es la libertad la que oprime y la ley la que libera".

Según el doctor Zubillaga: "Ese ser marginal, que no puede considerarse realmente un ciudadano, reduce su existencia política a la función de receptor de dádivas, haciéndose clientela del político populista"….."Mientras el país marginal tenga superioridad numérica, el país total está prácticamente condenado al populismo, y éste seguirá teniendo vigencia electoral. Esta es una durísima verdad y, por dura, difícil de aceptar".

marginalidad intelectual.- Consiste en la deficiente escolaridad regular de niños y adultos en la población marginal y sus desastrosas consecuencias. Obviamente está relacionada con la marginalidad económica, aunque en Venezuela, en los últimos años, se desvinculó en gran medida de ésta, gracias al empeño que puso Chávez para combatir el analfabetismo e impulsar la educación en todos los niveles. Ese impulso debe incrementarse permanentemente en calidad y en cantidad, pero desafortunadamente, eso no está ocurriendo en la actualidad. Uno de los principales deberes del estado, además de preparar a su población en el aspecto social, es prepararla en ciencia y tecnología, pues la ignorancia es el mayor obstáculo para el desarrollo de una sociedad.

Aunque en los últimos tres años el gobierno no ha suministrado las cifras correspondientes, se puede decir con bastante aproximación, que la Fuerza de Trabajo en Venezuela (aproximadamente 20 millones de personas), está constituida de la siguiente manera:

Sector informal (50%) = (10 millones). Este sector puede definirse como aquella parte del sector productivo, cuyas relaciones no están estructuradas de manera jurídico-formal con la sociedad civil, ni con el estado. Por lo general, tienen limitado acceso a los mecanismos de apoyo del estado y también escapan de su control, como no sea para pagar tributos y obtener sanciones. En Venezuela existe informalidad en la vivienda, en el comercio, en la industria, en el agro, en el transporte, en los servicios, etc. Desde hace varios años más de 50% de la población trabaja informalmente. Se trata de un país rico en recursos naturales, como en divisas y fuerza de trabajo, pero lamentablemente sus malos gobiernos han construido tan absurdos obstáculos al trabajo productivo, que un altísimo porcentaje de la ciudadanía no tiene más remedio que vivir y trabajar al margen de la ley. El sector informal se ha agudizado a medida que pasa el tiempo. Los desempleados se han desplazado hacia el comercio y las áreas menos productivas, y peor ahora con el fenómeno del bachaqueo, pues hasta personas con empleo estable se ven obligadas a actuar al margen de la ley, por lo cual no existe un futuro prometedor para la gran mayoría de la población del país. Hay demasiados pobres y muy pocos son eficientes. Demasiados buhoneros y muy pocas empresas manufactureras. Nuestros gobernantes solo han llegado al gobierno con la intención de llenarse los bolsillos. El país reclama la atención de nuevos líderes, honestos, eficientes, trabajadores, que promuevan y estimulen el trabajo productivo, la agro-ecología moderna, el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, pero es indispensable que el pueblo organizado aprenda a controlarlos, pues de no ser así, estamos dirigiéndonos hacia un precipicio espantoso.

Sector formal privado (30%) = (6 millones). Solamente 30% de la población económicamente activa forma parte del sector formal privado, el cual se supone que soporta toda la carga impositiva del estado. Pero sabemos que en este sector, la evasión de impuestos alcanza niveles alarmantes, como es el caso de grandes empresas que son Contribuyentes Especiales y que actúan como agentes de retención del IVA. Nuevamente recordamos a Jean-Jacques Rousseau.

Sector formal público (15%) = (3millones). Repartidos en los diferentes ministerios, como educación, salud, transporte, interior, gobernaciones, alcaldías y burocracia en general. Es el sector que ocupa la mayor cantidad prescindible de personas, que debieran estar produciendo bienes y servicios, pero además, el que alberga la mayor cantidad de burócratas y corruptos, lo que constituye el mayor flagelo del país y el principal obstáculo para disminuir la marginalidad.

Desocupados (5%) = (un millón). La mayoría, en contra de su voluntad y que bien pudiera disminuirse con la creación de pequeñas y medianas empresas comunales.

El país dominante siempre ha mostrado indiferencia y hasta desprecio por el país marginal, sin darse cuenta de la necesidad de integrar los dos países en uno solo, por el bien de todos, pues a todos nos afecta de alguna manera, cuando al lado de nuestra casa, en plena calle, tenemos que soportar que nos monten un taller mecánico, o de herrería, o una venta de empanadas, por decir lo menos. La marginalidad está íntimamente relacionada con la consciencia individualista y egoísta que promueve y defiende el capitalismo, y mientras siga siendo tan escandalosamente alta, Venezuela será un país inviable y todos pagaremos las consecuencias de esa inviabilidad. El crimen, la inseguridad, la ineficiencia, la improductividad, la desorganización en todas las actividades son una muestra de esas consecuencias que todos sufrimos.

¡ La marginalidad en Venezuela es problema de todos !

 

Atentamente;

06 /09 / 2016