Nicmer Evans no es un traidor, pero está pelando bolas

No podemos negar la crisis en la cual se encuentra sumido el país. Bien es cierto que mucha culpa es del gobierno por los errores cometidos, la corrupción, burocracia y pactos con la burguesía. Pero no podemos exculpar a la oposición desleal, traicionera, conspiradora y apátrida de su participación en esta crisis, son ellos en complicidad con la burguesía y el gobierno gringo quienes han incentivado, promovido y auspiciado el descalabro económico. Estamos claros que el Referéndum Revocatorio es un mecanismo democrático contemplado en nuestra constitución que hay que defender, pero de allí a que NICMER EVANS coincida con la derecha en sus pretensiones de llevar a cabo el Referéndum como sea, hay una distancia abismal. No podemos brindarles en bandeja de plata a la oposición la toma del poder. No debemos, bajo ninguna circunstancia, experimentar procesos político/económicos del pasado que tendrían un alto costo social para la población venezolana. Llamar a Referéndum con la misma vehemencia de la oposición, sencillamente, no es justo. Las críticas deben ser para avanzar jamás para retroceder. Por ello Marx planteo "En lucha contra ellos la crítica no es una pasión de la cabeza, sino la cabeza de la pasión. No se trata del bisturí anatómico, sino de un arma." Arma que debe ser encaminada en contra de los enemigos de los desposeídos: la burguesía. No darle armas, precisamente, a la burguesía para que tarde o temprano las usen mediáticamente contra el pueblo y cualquier proceso de cambio. Por ello está bien el debate en escenarios públicos para confrontar con opositores acerca del tema político económico en el país, pero no en espacios en donde sólo se va a servir de comparsa o a justificarles sus llamados a Referéndum. Creo que ese no es el camino, tampoco el de los aduladores de Maduro. La ruta sigue siendo la crítica para fomentar los cambios necesarios para la trasformación social, la crítica a toda desviación del itinerario trazado hacia el SOCIALISMO. Allí coincido con muchos de los planteamientos de Nicmer Evans.

No olvidemos que a pesar de todos los errores cometidos y los cambios de planes en la cúpula gobernante, tenemos un pueblo y unos logros conquistados hasta el momento. Si la derecha llega al poder, pueblo y logros revolucionarios, serían aniquilados por el capital. La burguesía no va a regresar al poder para beneficiar al pueblo ni para facilitarles su participación. Vendrá al poder para tomar venganza y apropiarse de toda la riqueza que creen que les pertenece por derecho aristocrático. Así que dejemos de ser pendejos y no caigamos en las entelequias del Referéndum. Aquí la lucha es en la calle junto al pueblo ganando espacios diarios para la igualdad, la justicia social y el buen vivir.



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Johnny Alarcón Puentes

Docente/investigador. Universidad del Zulia. Licenciatura en Antropología.


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