Respetando los puntos de vistas de los expertos de la planificación e inclusive de los autores de la actual estructura de la organización del deporte en nuestro país, me atrevo a manifestar mi humilde opinión con respecto a como debería ser y funcionar dicha organización. Indiscutiblemente y respetando la estructura de la parte privada del deporte, en este caso el Comité Olimpico Venezolano (COV) y la Ley Orgánica de Actividad Física, Deporte y la Educación Física de nuestro país que regula inclusive como debería organizarse el deporte en Venezuela, considero que hacen falta entender muchos procesos, políticos , sociales, económicos, geográficos y científicos para poder optar, a partir desde el mismo momento en que se entiendan y conjuguen estos procesos, a soñar con ser una verdadera potencia deportiva. Debemos analizar sobre las tendencias mundiales, tecnológicas y científicas sobre la formación del deportista y el proceso de masificación deportiva, como procesos base de la obtención de talentos deportivos, ojo, como objetivo secundario de este proceso ya que sabemos que el principal es la salud. El deporte de rendimiento abarca en la mayoría de los países, una tarea del estado la cual tiene que estar en estrecha y armoniosa vinculación con el comité olímpico del país. Lo más justo, sano, lógico, entendible es que estas dos organizaciones se estrechen las manos, se casen y trabajen juntos en los objetivos trazados, así sucede según investigaciones realizadas, en otros países potencia deportiva. Por poner un ejemplo en Cuba el Comité Olímpico Cubano trabaja en estrecha y armoniosa relación con el INDER máxima institución de estado para el deporte y solo existe dicha estructura para tratar lo que lógicamente tiene relación, le educación física el deporte y la recreación teniendo como eje central que las autoridades del comité olímpico y las federaciones responden a las políticas deportivas del estado.
Desde mi punto de vista, respetando la actual estructura planteada y ejecutada en nuestro país, considero que el Ministerio de Juventud y Deporte debe ser una estructura que debería ser separada nuevamente, para que los responsables dirigentes de estos procesos trabajen concentrados en su objeto de estudio que son, en este caso dos, la juventud y el deporte. Si bien, hacemos un análisis pragmático de ambos objetos podemos asociarlo superficialmente a que, los deportistas que van a los principales certámenes deportivos del mundo son jóvenes y es verdad, pero ¿pasaran estos deportistas toda la vida en etapas de la edad de la juventud? ¿Existe una relación lógica entre las políticas de juventud y las políticas deportivas para un país? ¿el deporte abarca solo esta etapa del ser humano? Existe tantas interrogantes con respecto al tema, lo importante es rectificar. Ya se ha hecho un experimento con la fusión de ambos ministerios y al parecer no ha funcionado, según mi punto de vista, analizándolo desde varios sentidos. Primero el presupuesto no es el adecuado en la asignación de un ministerio que se dedica a algo en específico que a dos que tienen políticas diferentes. Segundo existe un Instituto Nacional de Deporte, que en el fondo es quien ejecuta la política como debe ser, pero choca y existe dualidades de funciones entre sus viceminisiterios relacionados con el deporte y las estructuras del Instituto Nacional de Deporte (IND) y como es natural, sus dirigentes chocan al hacer más difícil el entendimiento por la defensa de sus ideales, que al parecer en muchas ocasiones se anteponen decisiones subjetivas. Ahora bien, surge de este punto un elemento a analizar por parte de las autoridades de estado y es el que está relacionado con el cuadro técnico y político para dirigir las instituciones. Implementar una escuela de cuadro técnico político es parte de la propuesta de este articulo, ojo, no solo es criticar, también es proponer. Desde mi punto de vista, primero me parece mal que la institucionalidad y procesos del deporte lo dirijan personas que por alguna u otra razón no hayan tenido una gran experiencia significativa con el deporte o en su defecto se haya formado profesionalmente en el área. A esto, para que sea cuadro técnico político hay que sumarle la formación política y el compromiso con el proceso revolucionario. Esas personas, que serán, quienes dirijan las políticas deportivas deben ser a mi criterio, el más completo: un ex atleta de amplia trayectoria deportiva, formado académicamente en las ciencias de la educación física y el deporte con posgrados relacionados al área de la administración y la gestión deportiva y ser referente en el Partido Socialista Unido de Venezuela. Y el aceptable: una persona que ha si no haya sido atleta de rendimiento, conozca los procesos deportivos y haya practicado o practique algún deporte en su vida, formado académicamente en las ciencias de la educación física y el deporte con posgrados relacionados al área y ser referente en el Partido Socialista Unido de Venezuela. Lo que no puede seguir pasando y ojo, desde mi punto de vista, es que no solo en el cargo de máximo nivel del deporte, sino también en los cargos medios (viceministros y directores), por los menos en las áreas sustantivas, sigan ejerciéndolos personas que no han sido formados en el área y que además jamás en su vida han tocado un balón, han corrido, han bateado una pelota, entre otras técnicas deportivas. Como dice un refrán, el cesar a lo que es del césar.
Comenzado por rectificar este tipo de decisión, creo yo, que ya se estaría dando un gran paso hacia el vuelco 180 grados que a mi consideración debemos darle al deporte. Ahora bien si al puesto ha llegado una persona con el perfil que anteriormente describí como aceptable, existe también otro punto polémico, y es que un año, ni dos, ni tres son suficientes para desarrollar proyectos que conlleven al logro de los objetivos y al éxito. En el deporte se tiene la particularidad de que sus autoridades deben ser cambiadas, desde mi punto de vista, cada uno o dos ciclos olímpicos y en dependencia de los resultados deportivos que arroje su gestión. Para muestra podemos citar al Profesor Eduardo Alvares presidente actual del COV, en el cargo como presidente del IND y Ministro del Deporte que sostuvo por varios años llegó a desarrollar proyectos que, desde mi punto de vista, dieron resultado y no fue por casualidad que en su gestión se haya alcanzado la cifra histórica de 109 atletas clasificados para unos Juegos Olimpicos (JJOO). Ahora bien el compañero Pedro Infante igualmente ubicado dentro del criterio de lo aceptable, siendo muy joven y con una gran experiencia institucional lo cambiaron con muy poco tiempo de ejecución de sus funciones. Aunque lo hayan dejado en el IND, desde mi punto de vista, observo que existe dualidad de funciones con respecto al ministro de Juventud y Deporte Melvin Maldonado. Es lógico que se entable una lucha de liderazgo entre ambos cuadros pero a mi consideración eso es consecuencia de mantener dos políticas con ámbito de acción diferentes (juventud y deporte) en una sola institución y al hecho de que el desenvolvimiento profesional de Melvin no está acorde con el cargo.
Me parece que hasta al momento ya existen elementos razonables por la cual la política de juventud debe ser separada de la política deportiva y como consecuencia sus estructuras. Ahora bien al contrario de lo que me parece ilógico, creo y propongo algo que me parece más lógico y está relacionado con el Ministerio de Educación y con la educación física. Separar al Ministerio de Juventud y Deporte y convertirlo en Ministerio de la Juventud y en el Ministerio del Deporte es algo lógico pero sumándole entonces a este ultimo la responsabilidad de la educación física y el deporte escolar, que desde mi punto de vista está secuestrado por el ministerio de educación. Si volvemos a hacer un análisis pragmático de esta situación, someramente se puede resumir que si desde este momento ya empezamos a ver estratégicamente la posibilidad de obtener resultados para los JJOO Tokio 2020 y los JJOO 2024 tendríamos que atacar directamente la preparación de los que para esos momento estarán en el máximo nivel de la curva de su forma deportiva. No niego que existan compañeros que tuvieron una gran actuación en esta contienda olímpica pasada, que son muy jóvenes y que se han convertido en esperanza de oro olímpico para Tokio 2020, pero no hay que negar tampoco que en muchos de los deportes a los que se asistió a RIO 2016 no se va a tener, ni al atleta que ya está en la bajada de esa curva de su máxima forma deportiva y peor aun que no existe remplazo, ya que no se tienen selecciones b y c en nuestras selecciones, ojo, no es el caso de todos los deportes. No estamos pensando en preparar a los deportistas que para esos juegos próximos van a tener la edad para sacarle su máxima forma deportiva. Y no con esto estoy diciendo que es que no existan deportistas en edades escolares en las escuelas de talento deportivo, no, es que no nos concentramos en atender como debe ser a estos deportistas y encima no tenemos un verdadero proceso para masificar el deporte en edad escolar para obtener como objetivo secundario de dicho proceso la captación de ese talento para empezar a prepararlos como deportistas de rendimiento. Es por eso también la idea de quitarle al ministerio de educación la educación física y dársela al ministerio del deporte de modo tal que no existan trabas con respecto al proceso de captación de talento como consecuencia del proceso de masificación deportiva. Porque sin duda alguna, a mi parecer y todos debemos coincidir en que, indiscutiblemente el proceso de masificación deportiva debe concentrase en las instituciones educativas a través de lo que el gran programa de masificación deportiva declara en sus proyectos. Ese hilo que debe cumplirse entre la educación física y el deporte escolar en los actuales momentos no se da por la aparatosa burocracia que genera el ministerio de educación. Hablando con una compañera de grandes ideas me manifestó un descubrimiento que esta a los ojos de todos, pero que en muchos casos producto de la excesiva burocracia deportiva no vemos. Los niños entre 4to y 6to grado de estos momentos que tienen entre 9 y 11 años que ya están iniciados en algún deporte y que sistemáticamente lo practican sueñan con ir a los JJOO 2024. ¿Qué estamos haciendo para atender a esta generación? ¿Cómo los captamos y lo seleccionamos para que pasen a ser reserva deportiva nacional? ¿se dan los procesos correctamente? ¿el estado pone a su disposición la posibilidad de desarrollarse como talento deportivo? ¿fluyen los procesos para tal fin? Bueno lo que estamos en el medio sabemos que no y eso tiene que ver en gran medida con esa gran burocracia que existe con el Ministerio de educación. La directora o director de las unidades de talento deportivo, que por cierto solo existe una por estado, la nombran las autoridades del ministerio de educación. En su medida y sin manifestar que todas y todos caen en esa práctica, la mayoría de los estudiantes de esas unidades que deberían ser talentos deportivos no lo son por el simple hecho que entran palanqueados, como coloquialmente se dice. A esto le sumamos que si un chamo es verdadero talento deportivo y que requiere tenerlo en una unidad de ese tipo para su preparación deportiva y el talento vive lejos de la unidad no puede ser parte de este proceso porque el estado no le garantiza las necesidades mínimas para tal fin. Y repito, esto tiene que ver con la excesiva burocracia del ministerio de educación y por su puesto del ministerio de deporte como parte del proceso también. Sería diferente si la responsabilidad callera solo sobre una institución en un proceso que está estrechamente vinculado como lo son la educación física y el deporte.
Ahora bien volviendo a lo estratégico Tokio 2020 y JJOO 2024 quería hacer una crítica constructiva y reflexiva. Como lo dije anteriormente los niños entre 9 y 11 años serán los que nos representen en dicha versión de los JJOO, se debe como estado garantizar la preparación de esta generación donde ya se tenga trabajo adelantado y actualizar un proceso de captación de talento urgente de los deportes que se consideren como estratégicos. Debe haber la aplicación del método de las pruebas físicas antropométricas de manera efectiva y tener la data, el percentil nacional, a la mano para nutrir estas unidades de talento deportivo de acuerdo a ese análisis estratégico. Hay una experiencia reciente que quiero manifestar y tiene que ver con lo que escribo. Sin querer escuche las quejas de una representante de una niña que pertenece a un club de gimnasia la cual manifestaba que en el ministerio del deporte no querían brindarle el apoyo para viajar a un invitacional fuera del país. Recurrió a las instancias, en este caso, deporte de rendimiento y la rebotaron manifestándole que ellos no atendían ese tipo de solicitudes, que fueran para el despacho de masificación deportiva. Y la pregunta que hago es ¿masificación deportiva si tiene dentro de sus funciones eso? ¿Tiene recursos para eso? Esas niñas tienen edades entre 6 y 9 años, no son ellas las que pudieran ser las posibles representantes de Venezuela en los próximos juegos olímpicos. ¿Rendimiento sólo debe atender a las actuales selecciones nacionales? y es que esos topes que desde pequeñas deben hacer esas niñas no son importantes en la preparación de las mismas. Yo creo que con una buena administración de los recursos y una buena planificación estratégica podemos atacar este tipo de casos y no dejar por fuera estas iniciativas que solo tributan al desarrollo deportivo. Aquí en este párrafo se integra prácticamente la propuesta de este articulo, el funcionamiento fluido de un ministerio de deporte único sin la juventud, con la educación física administrada por el mismo y casado con el COV seria la fórmula perfecta para que nazca de una vez por todas un proceso en el cual el deporte venezolano comience a parecerse a lo que podría ser una potencia deportiva. Habrá mucho trabajo, mucho recorrido, pero si comenzamos con la organización desde el más alto nivel de gerencia deportiva considero, desde mi punto de vista, que lo lograremos.