Reflexión desde el cansancio

 

De qué vale
Intentar castigar al hijo que ha robado
y no castigar la pobreza que adormeció a los padres
pobreza que los hizo mudos y estúpidos
y no pudieron enseñarle a aquel a ser hijo
De qué vale
imprecar contra la negligencia de esos padres
y no contra el vicio que les sembró la reiterada huída
de una vida de jornadas pesadas y pesares
De qué vale
querer culpar a alguien por su vida
si desde que nace apenas puede considerarse "suya"
De qué vale
cambiar viejos españoles por viejos indios
si se cambia a los siempre gringos por los nuevos chinos
De qué vale
ir sembrando cebollas y tubérculos en pedacitos de tierra
si hay quienes no tienen donde sembrar
y se les arrebató hasta las ganas de hacerlo
De qué vale
andar reclamando al que no puede actuar
y no arrojarse al que no le deja ser libre
¿reclamar al pobre desesperado del patíbulo
y adular en silencio al verdugo?
De qué vale
revolucionar sin cuestionar al poder
y aceptar que te dejen jugar a la revolución
De qué vale jugar
si no es con la seriedad de los niños
que siempre son los dueños de su juego
De qué vale ser un autoproclamado luchador
si el bisoño apunta al rifle y no a quien jala el gatillo
De qué vale vencer al que ha presionado el gatillo
si era sólo la encarnación autómata de una orden superior
De qué vale hablar de superioridad
cuando se pronuncia en la base de una montaña
De qué vale la vieja disputa entre creyentes y escépticos
si lo racional usurpa lo irracional y viceversa
De qué vale creer en un Dios mediocre
arrogante aristócrata que sigue enviando emisarios
De qué vale negarlo si el corazón enciende velas
con pleitesías y reverencias a políticos, empresarios y celebridades
De qué vale negar ser un moderno adorador
si culpas a los tuyos por no hacerle el ritual a los nuevos dioses
-por esta herejía es que recibimos las plagas 2.0-
De qué sirve pensar en Dios como algo conocido
si es el mismo de las ciencias y de las artes
De qué valen esas milenarias coñazas que da la realidad
si nos enfrascamos en la intransigencia de consecuencias
y nos olvidamos que las causas suelen ser frágiles
¿De qué sirve?
Sirve sólo para entender
que lo mejor es a veces emprender nuevos caminos.

richard.ninob@gmail.com

 

 



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Richard Niño

Socialista Democrático. Artesano y promotor de lectura. Estudiante de Letras (Universidad Central de Venezuela)/ Comunicación Digital (UTEL, México). Aspirante a poeta.

 richardg.ninob@gmail.com      @Richardgnino

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