Según las escrituras, el patriarca Job pese a haber atravesado aberrantes pruebas, desde perder toda su fortuna, sus 10 hijos e hijas que murieron en una tormenta, lo agarra la lepra y es donde su esposa le pide que maldijera a Dios y así poder morir y salir rápido de esa agonía y este jamás lo hizo, jamás traicionó su convicción y su compromiso con Dios, Job le fue fiel en las buenas y en las malas, pese a que satanás se las jugó todas para que este traicionara a Dios sin conseguir su propósito y producto, de su lealtad genuina le fue devuelto el doble de lo que se le había arrebatado, es decir; amor con amor se paga como siempre lo manifestó el comandante Chávez.
Ahora bien, la historia de Job se asemeja mucho a lo que estamos viviendo los venezolanos por culpa de algunos demonios que juegan sucio en la oposición, que quieren arrodillarnos, que nos arrebataron la comida, los medicamentos, que están jugando para que el petróleo que lamentablemente ha sido nuestra fuerza en materia de ingreso , se mantenga en el suelo y así doblegarnos y que traicionemos nuestras convicciones profundamente Chavistas, humanistas y de justicia social, han buscado por cualquier vía que traicionemos a Nicolás Maduro, que "voltiemos" la mirada al pasado aterrador que nos enseñaron a vivir y que hoy pretenden reeditar con su proyecto necrótico en aras de salir de la Revolución, desde golpes de Estado, Guarimbas, desabastecimiento, colas, ese es su plan de supuesto gobierno, sin embargo, este noble pueblo se ha mantenido firme y leal al legado del comandante, con todas las dificultades, pero leales al comandante Chávez.
Hoy los ojos del mundo siguen en Venezuela, la Venezuela potencia, la Venezuela que reconstruye el tejido social de nuestro pueblo, la Venezuela democrática y socialista que resiste la envestida del libreto perverso para deslegitimar al gobierno, el pueblo sigue ahí, fiel como Job, sin traicionar como Job, listos para seguir produciendo, para seguir avanzando de la mano de un gobierno serio y responsable que se la juega con los trabajadores, con las mujeres, con la juventud, con el adulto mayor, con los productores, con los equipos políticos y los indígenas, con errores, indudablemente, pero con la certeza que es en el marco de este proceso que los subsanaremos.
En consecuencia, nos corresponde seguir avanzando junto a Nicolás, junto a Rangel Gómez y nuestros alcaldes y alcaldesas que estamos convencidos, jamás caerán en la tentación de aquellos demonios que han pretendido socavar nuestro proceso, nos toca seguir con quienes quieren producir por este país y por este estado y, aquellos que cayeron en la tentación, que la sangre de Cristo los reprenda, entendamos el momento tan rudo pero crucial que estamos viviendo, "de oída te había oído, mas ahora mis ojos te ven dijo Job a Dios" quienes han tenido la paciencia de Job, jamás olviden que amor con amor se paga, sigamos venciendo.
HORACIO ALARCON BASABE