Turquía es un país miembro de la OTAN, el presidente de este país es Erdogan. Allí recientemente se atravesó una difícil situación, un fallido golpe o exitoso autogolpe -según algunos analista- abrió un escenario de profunda retaliación. Erdogan aprovecha estos acontecimientos para poner en marcha una aberrante cacería de brujas. Muertes, aprensiones de miles de personas, despidos masivos, estado de excepción y propuesta de pena de muerte, son algunas de sus acciones. En días recientes el presidente de PDVSA y la canciller Delcy Rodríguez se reunieron con este nefasto personaje, en paralelo, Maduro públicamente afirmó que: “Erdogan se va quedar como un niño de pecho para lo que va a hacer la revolución bolivariana si la derecha pasa la frontera del golpismo”. Ridícula, irresponsable y peligrosa declaración que debe encender las alarmas sobre los actuales rasgos autoritarios de la burocracia.
El parrafito es una columna de opinión de Alexander Marin-miembro de Marea Socialista.