Aunque el discurso de los representantes del gobierno es muy emotivo, tienen un aspecto que no cuaja con el mismo, pone en evidencia su incapacidad de mantener el orden, de lograr generar una satisfacción real en ciudadano para que el mismo no dude en acompañarlo en cualquier escenario; pasan cosas como esta, ejemplo: se habla de la preservación del agua, y las calles destruidas, botes por doquier , eso es un problema de gestión, se habla de eficiencia, y existen enormes dificultades con la distribución del gas( sin mencionar a fondo la estafa que sufren los consumidores por parte de los camioneros), se habla producción y no se ve una harina de la planta de Monaca Ciudad Bolívar por sus alrededores y casos como estos muchos en varias áreas. Entonces, vemos que no solo es un problema de emotividad, tampoco un problema exclusivo de la guerra económica que algo tiene de cierto, se observa un problema claro de gestión, de grados de corrupción, no solo por lo que pueda estar pasando a fondo, sino por el incumplimiento de las funciones para las cuales se les asignan presupuesto a un Estado y a sus municipio.
El descontento, mas allá de la situación económica pasa por la gobernanza, el ciudadano se encuentra en estados de indefensión frente a dificultades de distintos tipos que nacen evidentemente de la indiferencia de quienes dirigen todas las instituciones del gobierno, los mismos que a fin de cuenta les dimos el poder para que ejercieran el asunto público y que de igual forma representan al gobierno nacional, si ellos lo hacen mal el gobierno nacional queda mal, queda mal el discurso del presidente Maduro, al igual que de todo aquel que se le ocurra hablar en nombre de la revolución, para este escenario el presidente tiene dos opciones 1 entrega a sus corruptos y le muestra al pueblo su verdadera vocación revolucionaria y avanza o, la segunda, que siga con sus corruptos y se funda con ellos en sus incapacidades.
El venezolano no va a ir a la aventura de una confrontación de calle en nombre de la revolución, cuando diariamente observa cosas como las mencionadas anteriormente, no van a exponer sus familias en una confrontación que hasta en estos momentos cualesquiera de las dos corrientes serian lo mismo, una neoliberal de frente, y otra progresista, pero corrupta e ineficiente, creo que de verdad el gobierno debe de manera urgente llamarse sin demagogias al cambio de su funcionamiento y rasgar el velo, debe de desprenderse seriamente de quienes propician la mala atención al pueblo y generar expectativas de cambio sustanciales, mas allá de la guerra económica hay enormes focos de corrupción que solo dependen del ejecutivo, no del pueblo, solo y exclusivamente del ejecutivo.