Enemigos de los Clap, sentados de jefes en empresas del Estado

No es para nada raro ni ocasional oír decir a jefes de empresas del Estado, cualquiera sea su clasificación: "Esos Clap son unos bandidos"; es así como se echa a un lado la participación del obrero obstaculizando el desarrollo a la transferencia de competencias dictaminada en nuestra Constitución y Plan de la Patria para ir construyendo el Gobierno Comunal. Está en pleno ejercicio el erradicar las acciones que dentro de cada empresa se ejecutan para contra restar la guerra económica, un protagonismo a medias con anclaje impositivo niega y traspone la iniciativa del obrero-trabajador a dirigirse con autogestión, se traba la organización conductiva a soluciones; y desde luego, que no se puede negar la complicidad de uno que otro obrero a quien el obrero depositó su confianza eligiéndole su "defensor", pero eso, es sustancia de otro caldo, lo que sí es delicado es lo ante referido, es inadmisible que a quienes le den la responsabilidad de hacer revolución dentro de una empresa, sólo le vea como un instrumento capitalista, y que conste que también con una ineficacia en este aspecto que da en pensar de un propósito contra revolucionario; vale aquello de que: " Ni es chicha ni es limonada", pero sí es operador destructivo.

Y aunque nos parezca irrisorio en toda dependencia, en todo ministerio, en toda institución, en toda empresa de tilde revolucionario, en cada rincón con función de construir el socialismo, existe la perversa figura del opositor con planes golpistas bien acreditados por algún cómodo padrino o alguna madrina, ambos de mucho poder, que hasta cabe preguntarse: ¿Será qué es estrategia y táctica política dejarles actuar con libre albedrío, a sus anchas, esperar que destruyan para tener evidencias y no hacer nada en defensa de la revolución o hay pactos " obligantemente necesarios" tras bastidores que no dejan ver en tablas a actores anti-revolucionarios con rabos de pajas que por "política" no conviene ponerles al escarnio público, será eso?

El pueblo aplaude cada resolución que anuncia la principal directiva política en voz de Nicolás o algún otro vocero; pero repudia cada actuación contraria que de ipso facto toman los que desobedecen esas directrices y que con toda su desfachatez se pronuncia exclamando: "Maduro manda allá, aquí mando yo" ¿Qué significa eso, será que hay diversidad de mandos o paralelismo político sin sanciones, con indisciplina y que el parcialismo es parte de preacuerdos, el el pueblo quisiera no creerlo, pero las evidencias están a la vistas; y ¡ojo! Que no es revanchismo, son hechos comprobados. Se ha sido condescendiente de la forma más liberal posible, y eso, deja como saldo político la contradicción.

Se recomienda se aborde una exhaustiva revisión, y que caiga quien tenga que caer, que los miedos al corroído civil-militar de rojo antifaz no sea limitante del proceso; porque si llegase a ser así, habría que considerar una lógica: Si se ha de enfrentar cualquier gazapo, pues que así sea, total en cualquiera de sus formas son perjuicio a la causa, y de aceptarlo por estrategia habría que medir su contra-valor ante el pueblo, si se quiere efectivizar una consciencia en él, hay que serle sincero y depositar la máxima confianza en sí, no olvidando ni echando a un lado de que: Con el pueblo todo, sin él nada y que sólo el pueblo salva el pueblo, que el gobierno es pueblo de su pueblo, que un no lejano momento ese poder de gobernar ha de estar en manos de él y de no pensarlo o creerlo así, entonces no se podría llamar revolución lo que se hace, que se acabe el bochinche, que el pueblo tome las riendas y que juzgue y condene al traidor, que se imponga su voluntad, que no es otra más que la del pueblo en mando, la del pueblo en Comuna como gobierno y regidor de su patria y más.-



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Omar Ignacio Pinto


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