Soberanía directa es verdadera democracia

Nuestra democracia participativa y protagónica tiene su base en la soberanía directa que plantea el texto constitucional. El protagonismo es un hecho objetivo vinculado a mecanismos para la toma de decisiones por parte de la población; más que elegir personas es decidir asuntos. La participación es un hecho subjetivo, acción y efecto de ser, formar o sentirse parte de un todo, de una unidad común o comunidad. Sin comunidad no hay participación.

El comandante supremo Hugo Chávez expuso una nueva geometría del poder basada en desconcentrar y descentralizar el poder público nacional, estadal y municipal a nivel popular: "darle poder al pueblo", "empoderar al pueblo", "comuna o nada", "la nueva geometría del poder". Esto requiere un nivel de organización social para la participación, que implica tener comunidad: unidad común en lo territorial tanto como en lo sectorial o funcional.

De allí la importancia de la participación en instancias del poder popular de base territorial, donde la unidad común es el hábitat humano o desarrollo territorial sea vecinal, comunitario y comunal; y unidad común en las instancias sectoriales del poder popular, movimientos sociales, donde la comunidad es el gremio o sector social que los une. Podemos participar en nuestra comunidad territorial y en varias comunidades sectoriales, pero solo debemos asumir la vocería, delegación o representación en una sola de esas instancias.

Entonces, nuestra soberanía directa es la democracia participativa y protagónica, que requiere voluntad individual y organización colectiva para la participación, que cuenta con mecanismos prácticos para tomar decisiones, como protagonismo del poder popular territorial y sectorial. Nada que ver con la democracia gringa: nadie vota por el presidente, sino por delegados que en otra elección (segundo grado) subastan el voto popular al mejor postor.

Aun cuando nuestra carta fundamental ya contiene formas de protagonismo democrático, falta legislar y reglamentar para que sean mecanismos sencillos y prácticos, incluso digitales. En Suiza existen más de veinte tipos de referéndum y consultas populares que se dan ciertos domingos tanto en los templos religiosos como en los bares; que nuestra seria cultura electoral solo admite centros educativos. De esta forma se pueden hacer consultas y propuestas por ámbito espacial o sectorial a todo nivel; lo que exigiría la separación de cuadernos de votación para los sectores sociales y los gremios, pues ya los territoriales existen.

Un buen ejemplo de instancias sectoriales es la ampliación del Consejo de Estado decidida por el presidente Nicolás Maduro, en consejos presidenciales sectoriales. Faltaría iniciar procesos constituyentes sectoriales y gremiales, como el iniciado por ecologistas y ambientalistas; para depurar la dirigencia social de maletín y pistolas de mafias sindicales, sin apoyo de sus bases.



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Edwards Castillo R.

Ecologista, Humanista y Socialista

 edwardscastillo@gmail.com

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