Imposible negar presencia de estos mercaderes metidos debajo del sobaco de la izquierda, desde épocas remotas, por allá, cuando Cristo anduvo por el mundo solicitando a los cuatro vientos puro socialismo del bueno, cuando la parábola y la metáfora dejaban mensajes de humanidad, de hermandad y de desprendimiento de lo material por la sencilla espiritualidad en su época del hombre, su sociedad y el constructo de los futuros para que no fueren lo que nos ha tocado vivir en la implacable jungla de la competencia por la existencia, y que conste, que lo farisaico religioso es el gran protagonista del desastre, desvarió la intención u objeto revolucionario del primer comunista llamado Jesús Cristo y le mercantilizó sobre hojas de papel convulsionadas del miedo, "libros sagrados"; ese otro tanto, hacen los fariseos literarios que cazan su presa bajo la pluma y descolorida roja tinta de la mentira o contraria del buen sentir ideológico. Les hay de burlesca y de fina hipócrita letra, asombran con su esplendor y con el teorisimo del mensaje abrumador confusivo, y bien decepcionan tras comportamientos en la cotidianidad de la lucha. Jamás se relaciona su palabra escrita al hecho y su literatura se vuelve sal y agua, que el sol de la verdad del demo evapora, toda vez su peso atómico político se compone de liviana gravedad que jamás permite dense en el pueblo que le descubre y rechaza.
Que por el ojo de una aguja no pasará la joroba de su camello literario, que solo derramando tinta de socialismo democrático han de alcanzar la anuencia del pueblo, que se multiplicarán las ideas del buen vivir y la mayor felicidad posible cuando la letra no falsee, que Bolívar inspiró la decencia y la genialidad en su tenaz pluma libertaria, que Chávez se extrapoló del genio de Simón adaptándole a tiempos actuales y arrastró circunstancias de lucha devenidas de izquierdosos del Sanedrín y del imperio Romano, que en nada diferencia de la misma religión de ayer y de hoy y del imperio yanquis.
¡Ay de aquellos mercaderes literarios de "izquierda"! No han de encontrar la satisfacción de engañar con su letra muerta, porque los Lazaros del pueblo se levanta de sus tumbas políticas por orden de esta Revolución Bolivariana-Chavista que les juzgará en el reino de su democracia y de su paz.-
