Viveza atenta contra el referendo y agudiza crisis

Viveza boba o vivo pendejo, así han definido algunos a la llamada viveza criolla. Pero muchos de esos vivos hoy deben subsistir como el resto del pueblo con un salario mínimo menor de un dólar diario que solo le alcanza cada quincena para unos tres días de alimentación aceptable, el resto de la quincena debe esperar el milagro de la bolsa de comida que llega una o ninguna vez al mes y que con suerte o más bien milagros si no te sustraen productos, alcanza para un poco más de una semana o menos dependiendo el número de miembros de la familia, mientras unos cuantos (menos del 1%) hacen mercado en islas del Caribe y Colombia o compran en los reductos del país de la abundancia, "descubierto" recientemente para sus familiares y amigos en Europa por el ya famoso vasco consultor que cobra en euros. Mientras otros se van del país buscando esos dos países que además del nuestro, según la canciller, pueden alimentarse con lo que importamos, porque en este algo está fallando.

Pero tal vez esa "viveza" no sea una viveza tonta, poco inteligente, tal vez se trate de un trastorno psicológico, algún tipo de adicción donde todo lo hecho con marramucias les da cierto placer o cierto tipo de prestigio que algunos llaman caché. "Sabe mejor el hervido de gallina robada al vecino", "ser corrupto da caché". Los últimos ejemplos magníficos de esta viveza boba los ha protagonizado la dirigencia de la oposición que llamó a firmar por el revocatorio. ¿Sería que no estaban seguros de recoger las firmas? Sí, sí lo estaban, pero algunos querían sentir esa extraña satisfacción por la viveza metiendo firmas falsas, de muertos, con cédulas falsas, satisfacción que debió crecer a lo máximo cuando con un licor en mano tal vez comentaron sobre la forma como "engañaron" al gobierno y recibieron las sonrisas aprobatorias de su pequeño público, como en las pasadas elecciones cuando algunos expresaron públicamente como pagaron por unos cuantos votos. Así son los héroes de la oposición, pero también los del gobierno que después disfrutan con la adrenalina de la lucha por tapar lo hecho ante las denuncias del contrario con una guerra de insultos que ambos bandos se merecen, y a eso hay que añadir la violencia callejera de caerle a golpes al adversario y a veces al aliado, para "demostrar" quién es más arrecho.

Pero hay vivos mayores, menos pendejos, que confunden inteligencia con agresividad y falta de escrúpulos para llegar al poder, los mismos que dicen que la izquierda no es inteligente y han sido políticamente abofeteados una y otra vez, hasta dar vergüenza ajena al Imperio, por unos aprendices de izquierdistas que van de retro hacia a la derecha (a volver a ser derechistas me refiero) abandonando consignas recientemente memorizadas, ante el avance de las súbitas riquezas personales.

Entre los vivos mayores de la oposición tal vez nunca estuvo la idea de llegar a un referendo y ellos mismos promovieron las firmas falsas para, en complicidad con sus actores dentro del gobierno, evitar el revocatorio y dar más tiempo al deterioro del país y la agudización de los enfrentamientos, donde los que tienen dólares son cada día más ricos, tienen un poder que pocos pueden imaginar, y harán fiesta a la caída del gobierno no por otra razón que no sea su riqueza personal que dará otro gran salto hacia arriba, pues como zamuros, sus frustrados intentos de saciarse para siempre dependen de la muerte de otros. La fiesta será mayor cuanto mayor sea la ruina del país y del bolívar.

Desde luego, los retrasos "estúpidos" en activar la recolección de firmas y de usar firmas falsas como las de muertos o mal presentadas pudo ser obra de infiltrados del gobierno para evitar el revocatorio, pero es muy poco probable porque los organizadores pudieron implementar mecanismos para evitarlo y sería una viveza pendeja del PSUV (aunque no totalmente imposible) hacer eso en esta etapa de activación y poner en alerta a la oposición para la etapa de recolección de todas las firmas requeridas (20% del padrón electoral). Lo que sí es cierto es que el PSUV no quiere revocatorio (sea cual sea la verdadera razón) y por ello ha invalidado firmas de opositores y chavistas que sí firmaron y que ahora muy molestos apuestan al cambio como sea.

Lo único que parece que no les quita el sueño a ambos son las consecuencias de jugar con las necesidades del pueblo, porque lo subestiman, lo desprecian. Este juego, de seguir así, se dirige hacia una verdadera guerra civil. No solo hay "colectivos" y otras organizaciones armadas, diversas fracciones en la FANB como se ha evidenciado y señalado muchas veces, también hay una gran capacidad de compra de armas por parte de los viejos y nuevos ricos, y de seguro quedan aún muchas armas de aquellas vendidas por traficantes a la clase media y alta de las urbanizaciones con entrenamiento incluido, en ocasiones bajo la mampara del painball, sin mencionar las armas que vendrán por vía de corruptos aprovechando la nueva oportunidad de la crisis para hacer negocios con el contrabando de armas, y vendrán también por vía de las "ayuditas" internacionales. Los delincuentes paramilitarizados aprovecharán el río revuelto. Los generales, como lo mencionó en una ocasión uno de ellos en Amazonas, dirigirán las acciones desde cómodos puestos de mando con computadoras e imágenes satelitales y de drones antes de huir del país según sean los resultados, mientras el pueblo será la carne de cañón de unos y otros si no surge un pueblo independiente que realmente luche por sus propios intereses.

A mis familiares de Caracas, como a gran parte de los habitantes de las urbanizaciones del Este, les ofrecieron en venta armas y entrenamiento en el 2002 y en el 2003 con el cuento de que los cerros iban a bajar a saquear, matar y ocupar las urbanizaciones de clase media y clase alta. ¿Recuerdan? Así fue y así se formaron brigadas armadas que vigilaban día y noche los accesos a las urbanizaciones, hasta constatar que era una mentira para crear crisis, debilitar al gobierno y vender armas y servicios ilegales de seguridad. Para entonces en los cerros se desarrollaba una política de inclusión y mejoramiento de las condiciones de vida, hoy los pobres de los cerros hambrientos y la clase media empobrecida pueden bajar o subir a las colinas de los ricos en cualquier momento, las consecuencias son impredecibles y podrían no ser lo que esperan los que juegan al caos y desastre total de la economía del país. Que los pranes paramilitares estén mandando a quemar niñas desde las cárceles para obligar a pagar vacuna es solo un insignificante destello en comparación con las llamas que pueden llegar a surgir en una guerra civil en un país donde la primera crisis ha sido moral y ética, de valores.



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Íñigo Narvaiza


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