Chávez: ¡Todo se terminó contigo!

Son muchos los factores que han conducido al desastre actual que hoy azota a nuestra diezmada tierra. La pugna política de los cenáculos que dominan los poderes públicos, partido oficialista, y una oposición eunuca y desconectada de las más elementales necesidades de la población, colocan al país en una situación dramática, que se agudiza con el trascurrir de las horas.

El ambiguo discurso gubernamental, con estridentes cadenas que propician marcado rechazo en la gente, una hiperinflación nunca antes vista -la IV República se quedó cortísima-, escasez de alimentos, medicinas, materia prima para producir alimentos, la hipocresía, soberbia y burla de algunos voceros oficialistas, entre otros elementos, alimentan la olla de presión que hoy representa a Venezuela, con una válvula que apenas con dificultad puede contener el alud de rabia, impotencia y desespero de un pueblo que no está dispuesto a seguir siendo el títere de una casta política en decadencia, que pretende seguir vendiéndonos la función de que todo es color de rosa en la noble tierra de Bolívar.

Si bien es cierto que existen factores externos e internos que atentan contra el país, llámense imperio, OEA, Almagro, España, el ‘paraco’ Uribe, rancios expresidentes, la mantuana oposición criolla, entre otros, no es menos cierto que Maduro ha tenido todos los mecanismos a la mano para enfrentar la embestida empresarial con la producción de alimentos y bienes básicos, sanear la economía, combatir el bachaqueo y la inseguridad, pero ha hecho todo lo opuesto. Se olvidó del Plan de la Patria, y Chávez solo existe en sus tediosas alocuciones cuando el momento lo amerita.

Atrás quedó el esfuerzo del Comandante por impulsar al país a un crecimiento y desarrollo sostenidos. Pero en esta ‘democracia protagónica’, los seudos revolucionarios, traidores y pusilánimes de oficio, ocupan un lugar preponderante y en esta oportunidad son muy dados a lisonjear hasta los ridículos bailes de Maduro en cadena nacional. Estos se ganaron el favor de Chávez desde su asunción en 1999, llegando a ocupar cargos estratégicos de súper ministros y viceministros u otros nombramientos que forman parte de la larga lista que identifica la nomenclatura estatal, quienes hicieron caída y mesa limpia con millonarios presupuestos, y son además copartícipes del desfalco de más de 300 mil millones de dólares, que bien podrían servir para paliar este infortunio que hoy desborda a la población.

Desafortunadamente creo que Chávez aró en el mar, el escenario que muestra hoy el suelo patrio confirma que todo se esfumó y terminó con él. Empresas expropiadas se encuentran sumidas en la desidia, complejos agroindustriales nacidos en revolución, abandonados a su suerte, con costosos equipos, maquinaria y plantas desmanteladas, con la complicidad de funcionarios corruptos; ‘fronteras de paz’ donde reina la anarquía, tomadas por grupos delincuenciales que imponen su ley, ocasionando daños irreparables al comercio y a la economía; centros hospitalarios sin insumos básicos, en los cuales tanto familiares como pacientes experimentan un verdadero vía crucis por tratar de lograr tan siquiera una precaria atención; escalada de ‘precios justos’ cada día, con organismos como la Sundde enajenados de esta barbarie; y ni hablar de la hiperinflación que hace trizas el depauperado ingreso de los venezolanos.

Intuyo que por los medios del Estado, VTV, entre otros, junto a voceros oficiales muy dados al show mediático, proclives a la urticaria cuando de crítica se trata, seguirán argumentando que desde Aporrea se atenta contra el presidente Maduro y la revolución. No obstante, a quienes soportamos estoicamente la crisis en plena ebullición, solo nos quedan pocas vías como esta tribuna, para hacer un llamado urgente al Ejecutivo a echar a un lado la sordera e inacción y enfrentar la embestida económica y política del fascismo que se frota las manos, a la espera, como el toro herido de muerte, para darle el puntillazo.

Esperemos que el agua no colapse el dique por el bien del país y de las futuras generaciones. Los venezolanos estamos hartos de la estéril pugna Gobierno-MUD. Se requiere de cojones como lo demostró el Comandante, de hablarle claro a las masas y adoptar las medidas que esta coyuntura exige. De no ser así, entraríamos en un caos con consecuencias impredecibles de cuantificar para la estabilidad de la nación, con sus enemigos externos apurando el paso para una eventual intervención que vienen preparando desde Estados Unidos, Europa, junto con gobiernos proxenetas en la región y sus operadores internos.

Las horas corren con inusual rapidez. Maduro: La cuerda está tensa, el pueblo está agotado de esta indignante situación. En tus manos está la última piedra que va a permitir destrancar el juego, que propicie la salida de este difícil trance. Esperemos que así sea por el bien de más de 30 millones de venezolanos. De lo contrario, entonces se estará corroborando la sentencia del título que dio pie a estas modestas líneas.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3421 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter