Auditórium La revolución: ¿entre el cáncer y el cinismo?

En aquellos países en los que se suprimía el acceso a las noticias, a la información y a los hechos, y en aquellos otros en los que los hechos evidentes contradecían profundamente las teorías oficiales, al menos algunas personas reaccionaban con un cinismo generalizado, con desconfianza hacia todos los valores, con suspicacia incluso ante lo evidente, con una profunda ruptura de las relaciones interpersonales corrientes, con desesperanza, pérdida de moral. Fin de la cita. Abraham Maslow…

No es de extrañar que está llamada revolución bolivariana siga haciendo alarde de un falso progresismo, y nos quiere a todos los venezolanos seguir viviendo en un mundo imaginario, al no volver la vista a la historia del fracaso del socialismo real del siglo XX, que cayó sin disparar un solo tiro. Hoy ante este desastre causado por la inflación, la escases atroz de todos los rubros, la especulación, la corrupción cívico-militar, el hampa desbordada, el tsj metido en la politiquería, dejándole el camino libre a la impunidad criminal. Muchos dirigentes del psuv, y del alto gobierno, quieren vernos con los ojos tapados, y que la magnitud de esta crisis ética y moral, sea analizada sin profundidad, porque para muchos de ellos es dejar de ser de izquierda, apátridas, y que abracemos el cinismo.

Esta verborrea del lenguaje socialista, ya produce nauseas en el empobrecido pueblo venezolano donde las palabras, como la cacareada guerra económica, significan lo contrario de lo que es o fue su concepto original: la paz la han convertido en guerra, el amor en un odio visceral, y la esclavitud de madrugar en las aberrantes colas para ellos es sinónimo de libertad. Sólo ellos ante esta calamidad pueden entender este aberrante socialismo que practican sin escrúpulo alguno, y, por añadidura, la izquierda ignorante, y fanática que los acompaña, solo siguen los pasos del fascismo italiano, y del fascismo alemán, cuando la historia ha demostrado hasta el cansancio que esa fue la filosofía del fracaso, de la ignorancia, la envidia, que se asemeja al fundamentalismo árabe en la macabra expresión de ISIS.

Si el gobierno bolivariano, sigue violando la CRBV, el concepto dé izquierda tendrá que ser revisado, y si no hay corrección pasaran mil años para que en este país vuelvan a tomar el poder. Porque si esta izquierda totalitaria estalinista, que viola el espacio de la libertad ( caso del allanamiento y amedrentamiento de Marea Socialista), sin propuestas que en ocasiones poco tienen que ver en como solventar esta grave crisis socioeconómica.

La piedra de tranca de esta mal llamada izquierda es esa ‘formula Fouché’ que quiere hacer siempre de la sociedad, forzando a los ciudadanos por el camino de la miseria, y las dadivas, y el ajustarse a un esquema de sumisión y conformismo. Cuando un gobierno no funciona, es tanto peor para los hechos que le vendrán... Y para los venezolanos. Un centenar de millones de seres humanos pagan con su vida esta obsesión de llevar a la población a la más aberrante miseria. Aman apasionadamente al pueblo pero no soportan el bajarse de sus camionetas de lujo, para que nadie les pegue el mal sudor que agarran esos venezolanos, bajo el inclemente sol de las colas. Si los saqueos ya en marcha, no son ya una muestra evidente, y abrumadora del giro totalitario de la izquierda bolivariana en el poder, los propios postulados del mal tratado legado de Chávez, su concepto del ciudadano victima de la escasez y las colas, serían ya suficiente indicio, para que salieran a las calles, y vean el rechazo que tiene el gobierno de Nicolás Maduro , incluso en el plano teórico, se está gestando una rebelión contra la realidad, ante la negativa tajante a ver las cosas como son, y ajustar a lo que fue nuestro proyecto social inicial.

No hay un solo sector en el que la revolución bolivariana no haya sembrado el desastre, ciudadano al que no haya arruinado, sin darle la oportunidad a tener calidad de vida, la población la están diezmando con filas masivas que están dejando pequeñas las masacres de ISIS, aunada a la desolación causada por los bachaqueros en los supermercados. Todavía vemos a políticos del alto gobierno afirmando "ser de izquierdas", sin ningún tipo de vergüenza o remordimiento por el desastre sembrado por una ideología que no entienden, y que falsamente pregonan.

El socialismo no es compatible con la represión, y la miseria. Solo basta observara a una caterva de ignorantes del burocratismo rojito, como repiten invariablemente el esquema de una tiranía ideológica, donde prevalecen las mentiras, la represión, y el adoctrinamiento incesante, y la miseria causada por la inflación.

Nadie les dice nada de la cadena persistente de fracasos, siguiendo líneas idénticas, y no hayan abierto definitivamente los ojos del fracaso del socialismo del siglo XX en la URSS y toda la Europa Oriental, relegando definitivamente el socialismo bolivariano al basurero de la historia, nunca estudiaron la victoria gramsciana sobre la cultura y el lenguaje político compartido, ignorado por un burocratismo pusilánime. He observado uno de los más espeluznantes intentos de desconocimiento de una victoria electoral por parte de la oposición el 6D del 2015 por parte del ‘gobierno socialista’ de Nicolás Maduro, aplicando interpretaciones inconstitucionales por parte del tsj. Con esto se intenta encapsular la libertad personal, violatoria del Estado de Derecho; toda la fe en el cambio de naturaleza por el esbirro impositor, con la finalidad de ajustar las personas a las ideas del totalitarismo al que tiende irremediablemente la izquierda fascista, incluso cuando aún no puede prescindir del parlamento.

Los filosofastros de esta mal llamada izquierda nos quieren miserables, y pedigüeños por ley, y felices por decreto. No son capaces de asumir lo que un buen político de oficio tiene en el fondo del corazón, fruto de la humana condición de la vida: Como dice la doctrina social de la iglesia, que un hombre sin Dios es un ser perverso, y angustiado, incapaz de ser feliz el mismo, y de darle felicidad a sus gobernados. Son ignorantes en reconocer que una población sin Dios no puede encontrar la paz, no es, como les gusta vociferar a ellos, en forma sostenible. Para muchos de ellos no todos por supuesto, el odio encuentra fácilmente un orificio de destrucción y desunión.

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

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