Y no terminamos de aprender que, al que no hace le hacen

La derecha internacional dígase el nazi-fascismo, es criminal; luego no que la izquierda se fuere a comportar a semejanza, pero los exabruptos asesinos no tienen por qué admitirse y ser tratado con exagerada prudencia política ni legal, el peso de la ley debe ser implacable ante lo obsceno de la imperialidad de EEUU y su creencia de ser omnipotente creando leyes a diestra y siniestra, a su vil antojo y a su forma conveniente y como queriéndose demostrar amo exclusivo del mundo en un acto auto-destructivo. Y es que nos hemos dejado engatusar por sus míseras prebendas que algunos consideran permanentes, pero que no son más que artimañas reconvertidas luego en cuchillo para la garganta de algunos avaros "mandatarios" de arrogancia pero serviles de las patrañas Norteamérica. Si bien la paz es matriz necesaria para conservar la existencia, también la táctica-estrategia de muchos países en clara unión es menester para sentar un precedente que contra reste la impunidad de la barbarie dirigida por los capitales de las transnacionales al cúmulo de riqueza y cúmulo del desastre que no podrá ni contar su fatal historia de que una vez fue humanidad, la desolación no podrá ser reconstruida por ningún capital.

Configuración y condición geo-política-económica en estos precisos instantes históricos, revela una situación coyuntural; pero de extremados riesgos de un posible estruendo guerrerífico, está en puertas; ninguno de los factores en oposición imaginan la hecatombe y se apuestan a la "victoria de la nada". Presunciones de una vía de escape toda vez exterminen cuanto signo de vida sobre faz del orbe, lucubraciones y exuberancia de ciencia apocalíptica. Descompostura, animadversión entre humanos no capaces, ciegos de redimir diferencias, procuras del analogismo que frágil incurre en la diversidad de la evolución; esa misma, que obstruye debido al desbalance de su muy creída "inequívoca ciencia" medida en su falacia y sin los pormenores resultantes del apresuramiento e insatisfacción, agotamiento de los excesos del poder que rebasan los límites de mínima prudencia de raciocinio lógico que engloba a una desesperada paranoia y matriz del sin retorno de la existencia universal


 



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Omar Ignacio Pinto


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