Arco minero venezolano motor destructivo de la naturaleza

Se tiene que ser ciego y sordo, analfabeto o padecer de una ignorancia patológica, o sencillamente se tiene que estar entre la espada y la pared para aceptar como un modelo de desarrollo económico un emprendimiento basado en la destrucción criminal de la vida en todo el sentido de la palabra. Tenía pendiente escribir este artículo, pero por razones de la lucha que estamos sosteniendo en mi país natal, la República de Dominicana, precisamente contra la empresa minera más grande del mundo, La Barrick Gold, que nos tiene bastante ocupado, fue la razón para no reaccionar al momento que supe la noticia de que el Gobierno de la Revolución Bolivariana poéticamente planteo un nuevo motor para el desarrollo económico de la Venezuela de Chávez, definiéndolo como el Arco Minero.

La verdad que el Presidente Nicolás Maduro y su equipo cayeron en una nueva trampa de las elites financieras internacionales o ha sido un acto de traición a la Patria, una de dos, presentando una iniciativa de inversión que procura extraer minerales preciosos de la tierra con el uso de las nuevas tecnologías extractivas, una minería a cielo abierto, utilizando toneladas de cianuro, millones de litros por día de agua, en fin, un complejo industrial bastante conocido por la comunidad campesina y los pueblos originarios de nuestra amada América Latina y la isla donde conviven Haití y Dominicana, solo por delimitar a nuestros pueblos latinoamericanos caribeños, conocido con desgarrante dolor; lo que se le está planteando a la República Bolivariana de Venezuela no es más que convertir las tierras del Libertador Simón Bolívar en un verdadero infierno viviente.

Escribiré bastante por este medio para contarle lo que ha sido nuestra experiencia en megaminería química a cielo abierto con la utilización de toneladas de cianuro. No será el teórico quien analizará este asunto, será alguien que sabe muy bien lo que les pasara, porque de hecho a nosotros los dominicanos ya nos está sucediendo, específicamente en la Provincia Sánchez Ramírez donde tenemos enquistada a la Barrick Gold con un 60% y a la Gold Corp con un 40% de las acciones de la concesión de explotación de la mina de oro de Pueblo Viejo otorgada por un Estado Corrupto que le vendió la vida de la Patria a esos inversores criminales, ecocidas, genocidas y mentirosos.

El complejo minero extractivo a cielo abierto a base del uso de toneladas de cianuro por día, requiere de la construcción de presas de cola para recibir el flujo tóxico resultante del proceso de lixiviación que produce la separación del oro de la roca; en el caso dominicano se necesitan 5 presas de cola para poder, la producción de oro de la Barrick Gold empezó en el año 2012, ya la presa de cola del yagal esta hasta el tope, completamente llena de veneno. Y decir que cuando esta presa fue construida con defectos y filtra su contenido toxico a los acuíferos de la zona, que por supuesto ya están dañados por envenenamiento.

Miren hermanos venezolanos los dejare con unas imágenes y videos, del progreso que ha representado para nuestro país la experiencia del arco minero dominicano. Y luego seguiremos hablando, por parte, porque este tema pica y se extiende, necesita que sea analizado en muchas vertientes, empezaremos hablándoles del prontuario de sus ejecutivos, de los hombres y mujeres dueños de esta minera, de que se valen para gozar de todos los privilegios habidos y por haber, sin importar que esto implique la destrucción total de un país en aras de que ellos obtengan los preciados metales. Y profundizaremos para que vean con claridad que uno de los objetivos de estas mineras depredadoras es acabar con el oro del futuro: El Agua.

Y esto es así, porque ellos mismos nos venderán el agua, vital para la vida, en botellitas, y me imagino que con la asesoría de Monsanto le introducirán químicos para enfermarnos y reducir significativamente la población de la humanidad. Este articulo ha sido escrito con mucha precipitación, les pido perdón, seguiré escribiendo, lean bien lo que escribiré para que puedan saber con certeza de las bondades del nuevo motor del desarrollo propuesto por la Revolución Bolivariana: El Arco Minero, para convertir a Venezuela en un campo de concentración de enfermos y muertos por la terrible contaminación.



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Rafael Guillén Beltre


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