¡Muera el odio!

I

¿Hasta cuándo odio?

¡Carajo!, hasta cuándo vamos a estar odiándonos unos contra otros. Los venezolanos no éramos así. Éramos gente de mano tendida. De sonrisa a flor de labio. Del saludo cordial, solidarios, cooperadores, voluntariosos, respetuosos, alegres, dicharacheros, jodedores, soñadores. Todo eso se ha ido a la porra, por no decir la palabrota. Y hoy estamos convertidos en groseros, agresivos, mal educados, chabacanos, hirientes, pero sobre todo, llenos de odio. Me llamó la atención un mensaje de Edgar Ramírez a través de las redes.

En efecto, Edgar Ramírez, el actor venezolano, publicó un mensaje en la red Intagram en el que reconoce su amistad con el también actor y cantante criollo, Budu (hombre de color), con quien compartió algunas escenas en su última película"Hand of stones" (Mano de piedra), la cual estrenó recientemente en Cannes. En dicha cinta se narra algunos episodios de la vida de Roberto Durán, el famoso boxeador panameño."Lo digo y lo vuelvo a decir", puntualizó el actor, ´Blood Brothers´ (Hermanos de sangre). negro@budumondongo. Poesia trueno y coimbre # orgullovenezolano", escribió el actor.

II

17 años descalificándonos

El mensaje de Edgar Ramírez, es el siguiente: "Mis redes sociales, Twitter e Intagram, las manejo yo. Quien publica y edita, el responsable soy yo. Yo, Edgar Ramírez soy responsable de cada palabra que escribo, hoy y por siempre. En este foro hay espacio para la pluralidad de opiniones, para el debate, para el intercambio…Pero no para el odio, ni el insulto ni la degradándonos, envileciéndonos, descalificándonos, creyendo equivocadamente que las palabras no hacen daño: las palabras son balas, y matan. Cualquiera que crea que en nombre de la libertad de opinión, está en el derecho de disparar palabras racistas, clasistas denigrantes de la condición humana, se encuentra en el foro equivocado".

El odio, siempre el odio. Tiene razón Edgar Ramírez, las palabras hirientes son dardos envenenados que hacen daño a quien las recibe, pero más daño hace a quienes la lanzan al viento. Dice Ramiro Calle, sobre esta emoción, lo siguiente: "Las misma energía poderosa y constructiva que hay en el amor, la hay en el odio, pero en este caso es destructiva. El odio es una forma extrema de aversión, un modo exacerbado de antipatía y rechazo. Está en la mente y en las emociones y se expresa a través de palabras y actos. Dispone de muchos ropajes, algunos ladinamente disimulados que no parecen efecto del odio, aunque es indudable que lo son".

Venezuela, en estos momentos, es un hervidero de odio por doquier. Odio que se traduce en ofensas, agresividad, insultos, agresiones físicas, y hasta han producido muertes. Algo tenemos que hacer para parar esta locura que, sin duda, nos conduce a un estado de barbarie insospechable y de connotaciones impensables. Todos, toditos, hombres y mujeres, y jóvenes, podemos apoyarnos unos a los otros, para colaborar en bajar este elevado escenario de odio que no hace sino sumergirnos en una espiral de nunca acabar. Con buena voluntad podemos, cada quien desde su trinchera, aportar en pro de bajarl



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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