Memoria selectiva de Jorge Giordani

El exvicepresidente de Planificación y exministro de Economía de Hugo Chávez, Jorge Giordani, se refugia en el lugar común de citas socialistas y en las muletillas apolilladas del marxismo.

El hambre del pueblo venezolano tiene origen en las estériles políticas de Giordani durante la vigencia del comandante Chávez (1998-2012). La escasez de los principales productos alimenticios se gestó con las confiscaciones de tierras productivas que Giordani alentó y aplaudió.

Quizá el fatídico episodio de Franklin Brito no le diga nada, pero le hago una pregunta a Giordani: ¿son fértiles hoy las tierras que le quitaron a Brito y su familia?

Ahora quiere aparecer como crítico al régimen de Nicolás Maduro, pero solo consigue exhibir una mueca cínica. Quizá ahora prefiera olvidar que usted fue un hombre con enorme influencia en el régimen que intentó aplicar sin éxito la receta del Socialismo del Siglo XXI.

La industria quebrada, el comercio en manos de bachaqueros, el desastre en el campo, la falta de electricidad, la escasez de agua: esas son las batallas que perdió Giordani desde su antiguo despacho.

Qué tipo de planeamiento gestó el buen Giordani si en estos días falta todo. Las medicinas están fuera del alcance de los enfermos. Los niños apenas se alimentan dos veces por día. Los vehículos se tienen que parar por falta de cauchos.

Giordani habla en su artículo "Asumir de nuevo la crisis" de conceptos borrosos y etiquetas falsas. Asume que hay una oposición fascista, cuando es notorio que el monopolio de la fuerza se ejerce desde el oficialismo.

Señala que hay una crisis endógena (externa) del capitalismo que refuerza la crisis interna de Venezuela. Pero olvida que Venezuela produjo, con buenos precios del petróleo, entre 2006 y 2010, más de 990 mil millones de dólares y que con ese flujo monetario ahora debería tener una posición sólida ante cualquier marejada internacional.

¿Dónde estuvo el planificador para señalar los sectores que debían consolidarse para soportar cualquier tempestad? ¿En qué nube vivía este señor que no ofreció el consejo elemental de guardar recursos para un futuro siempre incierto?

Si de esos 990 mil millones de dólares –pagando costos de producción, deudas, comisiones, impuestos– se hubiesen dejado a buen recaudo solo 100 mil millones de dólares, Venezuela en estas horas desconocería la palabra crisis, nunca hubiese padecido hambre y sus enfermos no estarían al borde de la muerte por falta de medicinas.

Parte de ese dinero que ingresó a Venezuela, vía PDVSA, se desperdició en 20 mil millones de dólares aportados para los estudios del olvidado Gran Gasoducto del Sur. En otros mil millones para el tren bala que iban a hacer los chinos. Otra suma similar para una refinería conjunta con Brasil. Otros cientos de millones de dólares tirados en la plataforma gasífera Aban Pearl que un mar embravecido devoró poco después de su inauguración.

Y esa lista no puede dejar de mencionarse los 10 mil millones de dólares anuales que se le entregó (¿o se entrega?) a Cuba. Tampoco los 6 mil millones de dólares que le dieron a los Kirchnner para que sobrevivan a los impagos de sus primeros años de gestión.

¿Y usted dónde estuvo Giordani? Quizá se quedó dormido mientras salían las remesas de dinero? ¿O pestañeó en tanto la caja del Banco Central se iba quedando sin dólares y sin oro?

Y ahora usted tiene el desparpajo de aparecer como crítico.

Son horas tan dramáticas que en vez de provocar una sonora carcajada solo causa indignación.

Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com



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