Presidente, convoque un referendo consultivo por la paz, para ver si es verdad que topocho verde mancha

Señor presidente, el preámbulo de nuestra Constitución Nacional expresa:

"…en un estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, LA PAZ, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones…"

El artículo 71 de la Carta Magna es ultra clarito:

"Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros…"

Usted podría contarse entre los pocos hombres de estado del mundo actual cuyo postulado fundamental, en cada aparición, es la paz. Este hecho para ser tan cotidiano y frecuente en su discurso, en medio de los más despiadados ataques de sus enconados enemigos, tiene que estar anclado insobornablemente en una profunda y verdadera devoción ética y espiritual por la paz. En estos tiempos, tan calamitosos y turbulentos, tener al Comandante en Jefe de los hombres en armas convertido en soldado de la paz es un lujo para cualquier sociedad.

Este atributo moral que hace que usted coloque la paz de la República como el bien más inestimable de su gestión, teniendo al frente a una pandilla política prontuariada con el notorio expediente de la violencia cientos de veces manifestado sin pudor en las calles de Venezuela, adquiere dimensiones superlativas que pueden considerarse patrimoniales para los auténticos sistemas democráticos de cualquier época.

Todo género de violencia es despreciable, pero no hay uno más detestable y ruin, por lo dañino y corrosivo, que la violencia con fines políticos y ese es el tipo que amenaza inminentemente a Venezuela en los actuales momentos de la mano de los que aman el derramamiento político de la sangre ajena.

Señor Presidente, en base a lo trascendente de este tema y considerando la grave amenaza que ciernen sobre nuestra patria los violentos de adentro y de afuera le propongo, como medida neutralizadora de la hecatombe ya agendada , valorar en base al inmarcesible Preámbulo y al artículo 71 de nuestra Constitución la convocatoria breve y expedita de un REFERENDO CONSULTIVO AL PUEBLO VENEZOLANO con la siguiente pregunta: ¿APRUEBA Y RESPALDA USTED EL RESPETO A LA PAZ, A LA NO VIOLENCIA Y AL MANTENIMIENTO DE LA ESTABILIDAD DEMOCRÁTICA AMENAZADA EN ESTE MOMENTO EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA?

Esta referendo, señor Presidente se ganaría por millones de votos, sería una victoria electoral de la revolución y suya como postulante ideológico de la paz. Además derrumbaría el mito de que tenemos miedo electoral, también dinamizaría y moralizaría las fuerzas aletargadas de la revolución y finalmente le dejaría la champaña congelada a los infames violentos.

Esta es a mi juicio una estratégica acción de pase a la ofensiva que en los actuales momentos costaría poco y valdría mucho para afrontar los graves desafíos que están por venir…y de una vez, señor Presidente se comprobaría si es verdad que topocho verde mancha!



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