Pildoritas 27 (año IX)

¿Será que se va a imponer la desesperanza?

Una vez más las autoridades responsables de aplicar la Ley, que mediante Habilitante fue promulgada con la sana intención de frenar las distorsiones del mercado que de manera artificiosa y con fines claramente golpistas, adscritos a las estrategias de golpe suave, anuncian un nuevo o mejor otro plan más de los tantos, todos fracasados, que han sido implementados en búsqueda de contrarrestar las acciones contra nuestra economía, perfectamente inducidas tales como la especulación, el desabastecimiento por la vía del acaparamiento, el bachaqueo, el contrabando que si boyante a pesar del cierre de la frontera y como consecuencia de todo ello una inflación cuyos índices suben casi que a diario.

Es un hecho pero además una verdad irrefutable y quien lo niegue no vive en este país o pertenece a otra galaxia, que si se quiere, diríamos de manera empírica pero real, vivir la experiencia de la especulación en todos los rubros de la cesta básica, especialmente aquellos que con mucha suerte y sometiéndose a largas y torturadoras colas, se pueden obtener en abastos y supermercados, solo cuando nos toque por el terminal de nuestra cédula; hay que ir a comprar a cualquier bodega cercana a nuestra residencia, en la seguridad de encontrar DE TODO, como en botica ( refrán que ya no cuenta en esta época que vivimos), pero eso sí obligados a pagar precios escandalosos.

Allí hay absoluto abastecimiento, si usted, por ejemplo no encuentra, por decir algo, un alkazetzer o una sal de fruta, búsquelo allí y seguro que lo consigue pero ¡a qué precio¡. A mí me tocó, después de recorrer media ciudad buscando este producto en las farmacias y tuve qué pagar 150 bolívares por una unidad, igual sucede con el azúcar a 500,oo; el papelón a 600,oo la unidad, el arroz a 450,oo; la papa a 600,oo, no se diga el café, la mayonesa, las salsa de tomate, la crema dental, por ejemplo la de 75 grms. a 1200.oo, este último producto, sabemos por las noticias que no está siendo producido por le empresa Colgate-Palmolive, sino en presentación gigante, entonces la única explicación que cabe es que la que se consigue en las bodegas es aquella que fue acaparada de manera fríamente calculada, precisamente a la espera de que se presentara la oportunidad como si existiese una componenda bien coordinada, entre la empresa y los detallistas de las bodegas.

No olvidemos lo que sucede con los cauchos de todo tipo, rubro en el que se ha comprobado la aplicación de una especie de operación morrocoy sumada a la merma en la producción para provocar artificialmente la escases y como consecuencia unos precios totalmente inaccesibles, tanto que se necesitarían hasta cinco salarios mínimos para poder adquirir uno solo de ellos, de los que supuestamente serían los más económicos, como los destinados a automóviles es decir del ring 13 al 15 y los de las baterías pareciera ser una pesadilla de esas de las que se despierta con taquicardia.-

Por ello, no creo que exista un venezolano que no se haya preguntado si es que los funcionarios de la SUNDDE, no hacen mercado, no han necesitado un medicamento, no han tenido que proveer a sus vehículos de un caucho o un repuesto, o es que al hacerlo e identificarse todo se lo regalan o se lo venden al precio de ley y por ello no se les puede llamar de otra manera que COMPLICES, presas fáciles para el SOBORNO y por lo tanto descalificados, para proteger a los ciudadanos, que vemos cómo nuestros ingresos se desvanecen como sal en el agua, en menos de lo que respira un chingo.

Qué fácil sería que de manera organizada y bien planificada se programe por ejemplo una especie de operación de protección al salario, visitando de manera simultánea las ventas de repuestos para de forma camuflada intentar adquirir un repuesto que normalmente, así sea importado, no puede valer lo que nos cobran digamos por una bujía para mencionar uno de los de mayor salida y una vez con el repuesto en la mano y en conocimiento del precio identificarse y proceder a exigir la factura de compra y si es un producto extranjero el certificado de origen y así con la pruebas en la mano, hacer cumplir la Ley con todo su rigor.

Por ello, y porque no se hace lo que se debería hacer, la gente está perdiendo la fe, las fuerzas obscuras, siguen en sus acciones depredadoras y con toda su fuerza nacional y foránea, empujando hacia arriba los precios y obligando al pueblo a morir en manos de bachaqueros o de los bodegueros que son surtidos por estos.

No sería para nada cosa del otro mundo, formar en cada Barrio y/o Urbanización equipos de habitantes de los mismos, designados en Asamblea por ellos mismos, de manera democrática para que se encarguen de velar por el cumplimiento de la Ley en todos los comercios que funcionen en su área territorial, para ello solo se necesita voluntad e iniciativa, porque la Ley lo permite al estipular como precepto la participación popular, la cual por cierto no debería hacerse a través de los Consejos Comunales, pues lamentablemente, con excepciones, muchos de ellos, se han desprestigiado en virtud de que se han convertido en centros de negocios para unos pocos, con el cemento, materiales y alimentos, lo cual de plano los descalifica.

A la autoridad reguladora nada le cuesta aupar el boicot contra aquellos establecimientos, sobre todo de alimentos perecederos que especulan abiertamente, y además aplicarles la medida más severa, pues está comprobado que para ellos pagar una multa es un juego de niños, lo hacen a sabiendas de que al día siguiente recuperan el monto de lo pagado y siguen tan campantes en su acción especulativa.-

Vamos a ver, qué es lo que nos trae de nuevo la SUNDDE, organismo que aquí en el Táchira, pareciera que pasó al anonimato, ha tenido al frente varios funcionarios con los que es casi que imposible conversar, donde las denuncias que se hacen a través del 0800 destinado para ello o no son procesadas, o no se les da ninguna importancia, lo he vivido en carne propia.

He denunciado por ejemplo cómo a los alrededores del los mercados llamados populares se apostan personas, ofertando productos regulados a precios escandalosos, en las narices de agentes policiales, que, o están comprados, o han sido colocados allí para que resguarden a ese tipo de delincuentes, en lugar de actuar en beneficio de la mayoría del pueblo que es el que se ve obligado a dejarse robar para poder comer.

Todo lo que el pueblo está sufriendo cada vez que va al mercado, a la farmacia, a la ferretería, al almacén de repuestos, o a la bodega cercana a su casa etc., y se consigue con que los productos le cuestan más que la ultima vez, que encima tiene que pagar un aumento de pasaje decretado a la machimberra por los dueños del transporte y sigue resignado, es lo que nos obliga a afirmar que este pueblo o es masoquista o muy noble, tanto que prefiere resistir en la esperanza, yo diría cada vez más débil, los embates de una guerra, y lo hace porque está consciente que todas las penurias a que está siendo sometido, no son otra cosa que los ataques de enemigos de aquí y de fuera, que no ven con buenos ojos, ni quieren permitir que un modelo distinto al capitalista, demuestre que se puede lograr el bienestar del pueblo, por la vía de la inclusión, de la equidad, de la distribución igualitaria de la riqueza y sobre todo colocando al ser humano como sujeto de la acción de gobierno, pero que a su vez, está en capacidad de darse cuenta que dentro de ese modelo hay factores endógenos que contribuyen con el enemigo, dejando hacer, dejando pasar o convirtiéndose por sus omisiones en parte del ejército de los enemigos de la Revolución.-



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Saúl Molina


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