El Libertador nos sigue trazando el camino

La ignorancia y la ambición ilimitada por tener todo cuanto a la mayoría de sus semejantes les falta, retrata lamentablemente a la derecha venezolana entronizada circunstancialmente en nuestra Asamblea Nacional Legislativa.

En el primer caso y a propósito de la ratificación del decreto gringo acusándonos de ser "una amenaza inusual y extraordinaria para su defensa nacional e internacional", irónicamente, de ´´la potencia bélica más grande del mundo, cobran sentido dos de las sentencias de nuestro libertador según las cuales: "Estados Unidos pareciera estar destinado por la providencia para plagar a la américa de miseria en nombre de la libertad" y, la no menos celebre: "Nos han dominado más por la Ignorancia que por la fuerza".

Tan insólito decreto estadunidense, para esa derecha enferma de odio, lejos de cesar en instigar al jede de estado a renunciar, pareciera satisfacerla; todo lo cual, pone de relieve su total ausencia de sinéresis.

En esa Asamblea Nacional, paradójicamente aun cuando sus diputados alineados en la MUD aparezcan monolíticos por la aprobación de leyes anticonstitucionales, como les observara el Tribunal Supremo de Justicia, la verdad, responde a intereses de quienes, si a ver vamos, son los impertérritos enemigos de las revoluciones, en virtud de sentir amenazados y, con razón, sus mezquinos intereses latifundistas y de groseros monopolios, pero ellos no figuran en las curules del poder legislativo; allí están sus mercenarios representándoles y a su vez, haciéndole honor a la ignorancia.

La Privatización de las empresas básicas y de la Gran Misión Vivienda Venezuela más un decreto de Admitía tendente a perdonar a responsables de homicidio, narcotráfico, entre otros delitos, sin excluir los de lesa humanidad, forman ahora parte de su agenda legislativa, pero sin cumplir la promesa de desaparecer las colas para comprar alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad, engañando a ex-profeso al pueblo para conseguir su voto. No en vano, según las últimas encuestas los partidos revolucionarios no solamente han recuperado el número de sus seguidores, sino lo incrementaron.

Esa derecha anti revolucionaria, contrariamente a desplazar del camino hacia el socialismo a los pueblos empeñados en lograr su soberanía plena para, en su defecto, no retornar a ese sistema hambreado del capitalismo, está en la mira de quienes ayer votaron en su favor para ahora desaparecerla de la escena política si no rectifica oportunamente su posición servil al imperio norteamericano.

Si esa oposición venezolana no asume su responsabilidad para en su condición patriótica heredera del mensaje bolivariano, exigir al presidente Obama enmendar su orden intervencionista cuando la mayoría de los gobiernos y pueblos democráticos del mundo le han condenado por su injerencia en los asuntos internos de otro país, exponiéndonos a una guerra fratricida, no le alcanzara el tiempo para arrepentirse cuando vean a su nación desbastada por las ambiciones y arrogancia de un poder imperial como ocurre en territorios del medio oriente. Dios quiera eso no ocurra aquí.

A tres años de la desaparición física de Hugo Chávez Frías, el líder contemporáneo más sobresaliente del siglo, según se desprende de los discursos pronunciados por presidentes, primeros ministros y cancilleres asistentes, entre otras no menos distinguidas, personalidades al acto conmemorativo de su siembra física, celebrado en el Teresa Carreño, donde estuvieron de acuerdo en afirmar, sigue vivo entre hombres y mujeres amantes de la libertad por cuanto seres como el, en vez de ser olvidados al transcurrir de los años, se tornan en inmortales como referencia obligada para quienes luchan por nobles ideales, dispuestos a sacrificar sus vidas por la paz y la felicidad de sus pueblos si fuese necesario. Ese fue el legado dejado por el libertador y emulado por Chávez para el pueblo bolivariano y para todos los beneficiados de sus programas sociales, incluso, más allá de nuestras fronteras, por lo cual, le asistiría la razón al imperio al considerar a la patria de Bolívar como una amenaza para su supervivencia nacional e internacional.

Bien vaticino el presidente Maduro en la clausura de este evento, antes de dirigirse al cuartel de la montaña donde reposan sus restos mortales cuando señalo a quien llamo paladín de la historia venezolana, para asegurar que su legado de lucha por la soberanía nacional y la paz de su pueblo, no se perderá.



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Mauro Briceño Prato


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