A Tres Años de la Resistencia

Desde la partida hace tres años del Comandante Chávez el pueblo enfrenta de manera estoica un ataque brutal en el campo político, económico y mediático nunca antes visto.

La conjura contra Venezuela a nivel internacional cada vez cobra mayor fuerza por parte de los representantes del gran capital nacional e internacional.

El gobierno bolivariano ha dado muestras de su incapacidad para enfrentar la situación. Pareciera que estuviese obedeciendo a un guión para su propia exterminación. Su credibilidad se ha perdido, producto de un incesante cúmulo de errores que en política se pagan caro.

Hoy el liderazgo pretende ser impuesto. La crítica, como herramienta revolucionaria, es objeto de censura y hasta descalificación hacia quienes la hacen; creándose con ello un caldo de cultivo peligroso que pudiera degenerar en ataques más allá de la mera palabra.

En este punto, el gobierno y los líderes de la revolución tienen mucha responsabilidad, pues resulta irónico y difícil de entender por qué culpan a la crítica y la hacen responsable de la derrota del 6D. Si se hubiese aplicado la autocrítica a tiempo para corregir las desviaciones y haber retomado el camino de Chávez, no hubiesen abundado tantas críticas desde hace tres años.

Camaradas, hoy el futuro de la revolución es incierto, dadas las circunstancias que la rodean. Gran parte de las filas revolucionarias se encuentran con la moral baja, desmovilizados, sin referentes, sin direccionalidad política, y lo más patético aún, sin argumentos para defender al gobierno bolivariano, porque en el fondo se sienten víctimas de su inacción.

La rectificación, como elemento indispensable para avanzar hacia la credibilidad, no termina de llegar. Y qué decir de la burla en cuanto al cambio de las directivas del partido en sus diferentes niveles, responsables todas ellas de la gran derrota sufrida el 6D. Cuánto les cuesta entender que el liderazgo no se impone, se construye.

Por otro lado, en cuanto a la construcción del socialismo en lo concreto, paradójicamente estando en revolución cada vez nos alejamos más de él, y nos acercamos más a los grandes grupos de poder, esos que son contrarios al socialismo.

Llegará el momento en que los líderes políticos y el gobierno hagan el mea culpa, asumiendo ante el pueblo que no estuvieron a la altura del compromiso histórico, y que le han fallado al pueblo que apostó con todas sus esperanzas a la continuidad de la revolución bolivariana y profundamente chavista, y no a una revolución que se desplace hacia la centroizquierda para aplicar el supuesto estado de bienestar que excluye siempre a las grandes mayorías.

Creo que aún es tiempo de dar un viraje para lograr la construcción del modelo socialista, pero para ello hay que tener la voluntad política y estar convencido, sin prestar oído a cantos de sirena que arrullan y confunden la mente. Quizás menos discursos y más acción concreta para atacar la crítica situación país, haría que el pueblo volviera a tener confianza y credibilidad en el gobierno y sus instituciones.

Aquí cabe el dicho que reza: "No lo diga, hágalo". Ya que a buen entendedor pocas palabras bastan.

Si la revolución llegara a sucumbir ante los intereses del gran capital no sería por culpa del pueblo, que siempre se ha colocado al frente en su defensa los momentos más álgidos. Los revolucionarios hemos dado muestras de crecernos ante la adversidad y a lo largo de estos 18 años hemos estado a la altura del compromiso que se nos ha presentado, pues tuvimos un gran maestro, nuestro infiltrado Hugo Chávez Frías.

Sin duda, en esta nueva etapa de la revolución, el camarada Nicolás tiene que ponerse al frente y convertirse en un referente, pues es imperativo que así sea para que inspire con su ejemplo y demuestre la valentía que debe acompañar a un revolucionario. Que no dude en ningún momento cuál es el camino correcto, que no es otro que el que nos dejó Chávez: el Plan de la Patria.

El momento político histórico demanda entender que vacilar es perdernos y como dijo el Comandante: "Aquí vinimos a hacer una revolución en paz y en democracia". El gobierno debe procurar que siga siendo así, pues esta situación puede salirse de control con consecuencias impredecibles.

Dejar a la inercia de la historia el destino de la revolución sería un acto irresponsable. De la conciencia del pueblo depende ahora el camino que tome el proceso. La bitácora está en sus manos. Solo la unidad nos falta para completar la obra de nuestra regeneración, nos recuerda nuestro Padre Libertador. No dejemos que la llama de la patria deje de arder.

¡Hasta la victoria siempre camaradas! Independencia y Patria Socialista, de eso se trata. ¿O no? Con el cariño y el respeto que me merecen.

Zulika King

Coordinadora del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza

Sábado, 5 de marzo de 2016



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Zulika King

Coordinadora General del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza. Presidenta de la Fundación Punta de Lanza. Coproductora del Programa Radial "Trinchera del Poder Popular".

 zulikaking@yahoo.com      @ZulikaKing

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