Amo la Libertad de la América más que mi gloria propia,
y para conseguirla no he ahorrado sacrificios.
Simón Bolívar.
Inicio estas líneas que hoy expreso desde lo más profundo de mi alma patriota Revolucionaria, en esta fecha tan dura, tan difícil, tan dolorosa, donde se paraliza el tiempo, se congela el aire, las estrellas se ven más claras en un cielo nublado, en un momento tan coyuntural, tan bizarro, entre un sentimiento que arruga el corazón como una hoja seca que cae al termino del verano, solo pasa por mi mente aun después de 3 años esos días duros y complejos de tu siembra, de tu cambio de plano, dibujando y tus pensamientos en la eternidad, esa energía, esa esencia, esa lucidez extraordinaria e indómita, ese ímpetu, esa soberbia que te llevo a trascender más allá de lo inexplicable, hoy solo quiero cerrar los ojos y pensar que solo fue un mal sueño, que solo fue un lapso, de vacío, de un desierto necesario para drenar y pautar el verdadero sentir y parecer de todo aquello que desde el tribilin campesino del pueblo llanero de Sabaneta De Barinas, trajo consigo en su morralito de mil millones de ideas e inquietudes, se convirtieron el en transcurrir de un moribundo y caduco siglo XX, dando inicio aun un moderno y prometedor siglo XXI, ese que vio llegar la llamarada del pensamiento Bolivariano, Zamorano, ese que impulso el Árbol de Las 3 Raíces, ese que hoy debemos retomar con fuerza si queremos retomar realmente su legado, su sentido de lucha, su guía, su facultad, esa que dio sentido al cambio trascendental en un sistema atroz, gris, lleno de incertidumbre, ese que le dio voz y justicia a millones de hombres y mujeres, que hoy te sentimos, de extrañamos, conchale padre Hugo, es como un guayabo que no se quita con cualquier guarapo, es el fibra misma de cada sentido, de cada paso, esa llovizna, esa tierra, esa luz, ese sentido de pertenencia, tu camarada, para nosotros te convertiste en nuestra risa, en nuestra razón de lucha diaria, en el querer darle lo poco que tenemos al que no tiene nada, a ti te debemos tanto, y a veces con sentido común vemos que muchos hoy no comprendieron tu sacrificio, tu perseverancia, tu legado, tu filosofía, tu esencia, esos que hoy se sirven de tu pensamiento para distorsionar tu obra innata, esos que diluyen la arrogancia y la avaricia, hoy que muchos no comprendieron el camino, si vivimos para decir o hacer, para señalar o simplemente esperar que nos sigan dando todo sin devolver absolutamente nada, como no extrañarte mi compa, mi Comandante, hoy la Revolución Bolivariana está más amenazada que nunca, hoy la burocracia, la ineficiencia, el odio de quienes quieren desaparecer tu luz, esa que hoy alumbra el camino de quienes seguimos batallando, pregonando tus lecciones, los que nos negamos a perderte, porque aunque no estés hoy después de sembraste allá en tu Cuartel de Combate, ese que hoy se impone como la línea ecuatorial de la razón social de integración y justicia en la Patria Grande, hoy me niego a dejarte ir, porque jamás te has ido, estas aquí en la viejita que cobra su pensión, en el deportista que clasifica a las olimpiadas, el que se cumple el sueño de vivir por mejor en familia, con una educación y la transformación e identidad propia nuestra, eso eres tu para mi padre, como no quererte y extrañarte, al pasar por ese palacio y ver ese balcón, o recordar esos momentos bajo la lluvia, bajo el sol, escuchar una canción de nuestro llano, ver tu rostro en cada hombre, mujer, niño, niña, esas cosas que nos quieren quitar hoy, pero que jamás podrán quitarnos el amor, la fuerza y el coraje que nos brindaste.
Tu paisaje cambio, trascendió, duele tu partida, ha sido difícil superar este inmenso vacío, que hoy convertimos en fortaleza, y te juro que sacare fuerzas de donde no tengo para seguir adelante, para defender tu legado, tu memoria, tu inmensa e infinita constancia, hasta el último aliento de mi vida seré Bolivariano y Chavista, sin egos y mezquindades.
Sigamos juntos, con humildad sin medias tintas, seamos como Chávez ¡
