"¡PLOP!"

Ayer fui a la bodega cerca de mi taller a comprar cereal, yo como hago una vez cada dos o tres semanas, también compré seis galletes (a veces ocho) rellenas con algo dulce.

Bueno, otra vez --- y esto me está ocurriendo casi todos los días ahora --- casi me caí de la silla, o de la ventana, como Condorito, "¡PLOP!"

Me imagino que a él le ocurre eso cuando en su cabeza se pregunta, "¿Entonces? ¿Cuál es el chiste?"

PLOP!"

Hace dos semanas, una galletica de coco redonda que mide 5 cm x 1 cm de gruesa, HECHA EN VENEZUELA, costaba 20 bs, y ayer costaba 40 bs, o sea el doble, o sea, un aumento del 100%.

"¡PLOP!"

Pero no las compré, no iba, y no voy a apoyar a empresas estafadores y abusadores venezolanas que imitan a las empresas GRINGAS o extranjeras estafadoras que operan aquí en Venezuela (ver más abajo), y que nos tratan como "indios pendejos."

"Vamos a vendérselas al precio que nos dé la gana, ya que esos indios son más estúpidos que el carrizo, no saben cómo hacer estas galletas, y les gusta lo dulce y el empaque colorido, es más, son más pendejos que el coño."

Entonces, compré seis galletas supuestamente HECHAS EN COLOMBIA, lo cual es realmente irónico y contradictorio ya que casi 100% de las variedades de productos que son elaborados en Venezuela son contrabandeados hacia Colombia, y no viceversa, es decir, los productos no vienen normalmente desde Colombia hacia acá en los últimos 3 años.

Bueno, me comí las seis galletas "colombianas" (ver numero 4 abajo).

Ahora, la caja de cereal dulce regular de marca GRINGA pasó en dos semanas de 450 bs a 950 bs la caja, es decir, más del doble, mientras que una bolsa de cereal no dulce de marca criolla --- que nunca vi antes --- producida en el estado Miranda (Guarenas), a alrededor de mil kilómetros de aquí, y con fecha de elaboración de el 11 de noviembre del 2015, etiquetado a 150 bs, la pagué aquí en el Táchira, en la frontera, a 250 bs, casi el 70% de aumento.

"¡PLOP!"

A la señora de la bodega, una súper vil opositora --- aquí todos los bodegueros son viles opositores que odian a todos los chavistas, como yo, pero no sé por qué, si les compramos cosas como cualquier opositor, debe ser que no les gusta nuestras caras, o algo, no lo sé --- le dije que no voy a comprar los productos GRINGOS, ni tampoco los chocolates elaborados por SAVOY por ser unos estafadores de primer rango así como Kellog, P&G, Coca-Cola, Pepsi, etc.

Bueno, ella me miró, y me dijo, "Bueno, aquí están los chocolates de SAVOY, pero nadie los puede comprar, cuestan demasiado, vendo uno de vez en cuando," y yo le dije, referente a esas empresas:

"Qué se vayan todos al ..." y me fui.

Bueno, cuando llegué a mi taller, otra vez que casi me caí por la ventana (ver número 5 abajo).

"¡PLOP!"

Ahora, estas son mis observaciones con respecto a mi experiencia de ayer en el abasto:

1- Si la bolsa de cereal criolla sin azúcar fue elaborada el 11 de noviembre del 2015, y solamente se está vendiendo aquí hoy, a más de tres meses de su producción, entonces es muy probable que fue uno de los miles de productos acaparados intencionalmente por los seguidores de la vil oposición venezolana para joder al país, con el fin de crear más descontento social, con el fin ganar las elecciones para la Asamblea Nacional del 6 de diciembre pasado, y con el fin de sacar a Maduro del poder.

2- ¿Cómo puede ser que una cantidad equivalente de cereal GRINGO, pero producido en Venezuela, pueda costar casi cuatro veces más que el cereal venezolano, cuando se utiliza la misma materia prima --- el maíz --- y probablemente la misma maquinaria para producirlos?

3- ¿Cómo es que la gente sigue comprando productos GRINGOS, aunque sean procesados en Venezuela, pagando 2 o 3 o 4 o más veces el precio que algún producto equivalente criollo, el cual como venezolanos deberíamos estar apoyando.

Si seguimos comprando solamente productos GRINGOS, desaparecerán todas las empresas criollas, y terminaríamos eventualmente siendo el estado numero 51 de Estados Unidos.

Es más, ¿Por qué darles nuestro dinero a los GRINGOS? ¿Para que con ese dinero les paguen a mercenarios y paramilitares colombianos contratando para la vil oposición venezolana, para que vengan aquí a matar a gente inocente y a efectivos de nuestra querida FANB, como ocurrió durante las violentas guarimbas (bloqueos de calles violentos) opositoras del 2013 y 2014, donde dejaron más de 40 inocentes muertos, y alrededor de 1000 inocentes heridos?

4- Aquí en la frontera con Colombia donde vivo desde hace más de 5 años, pero que conozco desde el año 2000, casi todos sabemos lo que ocurre con respecto al contrabando y las estafas relacionadas.

Por ejemplo, desde que empezó la masiva devaluación del bolívar en febrero del 2013, cuando Chávez ya no estaba activo en el gobierno (murió el 5 de marzo del 2013), se activó todo un sistema de contrabando de extracción hacia Colombia, donde entre otras cosas, se llevaban productos fabricados en Venezuela, los re empaquetaban en Colombia, y después los devolvían a Venezuela para revenderlos aquí.

Es decir, creaban una escasez en del lado venezolano, esperaban que las mafias devaluaran aun más el bolívar, y después, con nuevo empaque, retornaban la misma mercancía a Venezuela, donde ahora, a raíz de la devaluación, podía venderse a 2, 3, 4, 5 o 10 veces el precio original.

Esta práctica continúa, todos los días, y de manera abrumadora, y es por eso que creo que esas galletas que compré aquí en Venezuela, pero que supuestamente son producidas en Colombia, son en realidad galletas que fueron producidas en Venezuela.

5- Bueno, esto es verdaderamente espantoso, yo siempre pensaba que la empresa "venezolana" de chocolate, SAVOY, era realmente venezolana, pero no, desde 1998, es propiedad de la NESTLE, la más grande/importante empresa agroalimentaria del mundo, basada en Suiza.

¿Sabían eso?

Coño, de verdad somos unos "indios pendejos."

"¡PLOP!"

¿Pero saben lo peor de todo esto?

Bueno, es que antes de las elecciones para la Asamblea Nacional del pasado 6 de diciembre, las cuales la pro capitalista, pro GRINGA oposición venezolana ganó de manera abrumadora, la gran mayoría de los seguidores de la oposición venezolana andaban gritando que cuando ganaran las elecciones, los productos iban a reaparecer en los anaqueles, que se terminarían las colas, y que los precios se estabilizarían.

Bueno, eso es lo más lejano de la realidad, ya que desde el 6 de diciembre del 2015, en solamente poco más de 2 meses, ha ocurrido lo siguiente.

EN DOS MESES:

1) Las colas para comprar alimentos han aumentado considerablemente, especialmente con el fin de acaparar, revender, o contrabandear.

2) Se consigue menos y menos productos alimenticios básicos, como la pasta, el azúcar, y el arroz.

3) Las colas para la gasolina y el gas para cocinar aquí en la frontera son más largas que nunca, de 3 a 12 horas.

(Ayer mi amigo no pudo salir a trabajar, hizo una cola de 3 horas para la gasolina, la cual necesita para trabajar, después llegó a su casa, fue al baño, y se fue a hacer una cola de 8 horas para comprar una bombona de gas. El día anterior, vimos carros que habían estado haciendo la cola para la gasolina durante más de 12 horas.)

4) Los precios de muchas cosas han aumentado un mínimo de 200% o 300%, de 2 o 3 veces, recuerden, en solamente 2 meses.

5) El bolívar se devaluó más del 40%, aproximadamente de 700bs/dólar US a más de 1000bs/dólar US.

¿Entonces?

¿No es que las cosas iban a mejorar a partir del 6 de diciembre con esa cuerda de payasos opositores en la Asamblea Nacional?

¿Cuál es el chiste?

"¡PLOP!"




 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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